Ideado en estrecha colaboración entre la Armada y Navantia, el BAM se comenzó a estudiar en el año 2002 como respuesta al nuevo entorno estratégico surgido tras el "11 de Septiembre". Diseñado sobre todo como una unidad muy polivalente, este buque asumirá también las otras misiones propias de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada. En paralelo, el BAM era concebido como un buque que debía permitir una racionalización logística y una optimización de los recursos de personal en la citada Fuerza.
El Buque de Acción Marítima ha sido ideado para llevar a cabo misiones de control del mar en escenarios de baja intensidad, con capacidad de disuasión y reacción ante amenazas asimétricas o convencionales de pequeña entidad, todo ello especialmente en escenarios oceánicos o alejados del territorio nacional. Aspectos importantes del diseño son los relativos a las misiones previstas dentro del ámbito de cooperación del BAM con otras instituciones del Estado en la defensa de los intereses nacionales (misiones de policía marítima colaborando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, misiones de vigilancia, de salvamento y de lucha contra la contaminación marina colaborando con otros departamentos ministeriales) así como su posible colaboración en tareas de carácter humanitario.
En un escenario estratégico que evoluciona rápidamente y que ha visto irrumpir el fenómeno del terrorismo internacional hasta convertirse, en conjunción con la proliferación de armas de destrucción masiva y el tráfico ilegal de drogas, inmigrantes ilegales o armas, en la principal amenaza de los países Occidentales, el Buque de Acción Marítima puede cumplir una labor esencial dentro del proceso progresivo de reacción frente a este tipo de amenazas. En su planteamiento inicial, el Programa del Buque de Acción Marítima (BAM) prevé la construcción de hasta diez unidades, de las que hasta ahora han sido encargadas en firme las cuatro de la primera serie encabezada por el P-41 Meteoro. Con estos diez buques la Armada quiere reemplazar a un conjunto de embarcaciones de características muy heterogéneas (22 inicialmente y hasta 37 a medio plazo), dedicados en su mayor parte a tareas de vigilancia y patrulla, que estaban o están próximas a finalizar su vida útil y varias de las cuales ya han sido efectivamente dadas de baja en los últimos dos años.
La sustitución progresiva de los diferentes tipos de patrulleros existentes por un único tipo de buque disminuirá el coste del ciclo de vida del conjunto y permitirá ahorros en la formación del personal. El relevo de las antiguas unidades se concibe teniendo en cuenta simultáneamente, el mantenimiento de las capacidades, la disponibilidad de personal y los costes del ciclo de vida. El BAM es pues, un buque también concebido teniendo muy en cuenta las limitaciones de personal surgidas dentro de la Armada, por lo que se ha buscado que básicamente sea una unidad que garantice una mayor eficiencia con dotaciones reducidas y con condiciones de vida más confortables. Así, en su conjunto el Programa BAM surgió con el objetivo de crear una Fuerza de Acción Marítima diseñada a partir de una plataforma fiable, de bajo coste de sostenimiento, dotación reducida y con una gran capacidad de permanencia en la mar que permita realizar y potenciar las misiones hasta ahora asignadas a numerosos buques próximos a finalizar su vida útil, teniendo en cuenta las limitaciones de personal existentes en la Armada.
Además de para satisfacer las necesidades de la Armada Española en los aspectos mencionados, el Programa BAM revierte una notable importancia por sus consecuencias industriales. El Buque de Acción Marítima cubre un nicho intermedio entre los buques tipo Corbeta y los buques de Vigilancia y Patrulla. Por un lado, su porte es similar al de una Corbeta lo que le permite disponer de capacidad para proporcionar una gran autonomía, alojar a la dotación básica y al personal de transporte con un alto estándar de habitabilidad, operar con helicópteros, permanecer en la mar durante periodos prolongados sin someter al personal a fatigas excesivas y de disponer de un Sistema de Combate avanzado basado en el Núcleo Común del SCOMBA con un alto grado de interoperabilidad con otras unidades de la Armada. Por otro lado, el buque está orientado a tareas de vigilancia y patrulla con un alto grado de versatilidad en la Plataforma, lo que le permite realizar las funciones actualmente asignadas a un número heterogéneo de buques con funciones de patrulla de muy diversas características.
El BAM es un buque de tamaño moderado, de una eslora total de 93,9 metros y un desplazamiento de 2500 toneladas, dotación reducida, alto nivel de habitabilidad, equipado con sistemas de estabilización activos y pasivos, con gran capacidad de permanencia en la mar, que le permite realizar adecuadamente las misiones asignadas dentro del ámbito oceánico. El buque dispone de una gran autonomía, que le permite cubrir un amplio radio de acción de 3.500 mn y una velocidad moderada/alta que le permite acceder a la zona de operación en un tiempo reducido. El sistema propulsivo permite una velocidad máxima de 20.5 nudos, velocidad máxima sostenida de 19 nudos, ambas con los motores diesel, y una velocidad de patrulla de 10 nudos con los motores eléctricos. Está dotado asimismo de un alto nivel de automatización mediante un Sistema Integrado de Control de Plataforma de última generación, que permite su operación con una dotación reducida, lo que contribuirá a disminuir el coste del ciclo de vida del conjunto de buques a construir. Asimismo el diseño está orientado a minimizar las actividades de mantenimiento contribuyendo a reducir en la medida de lo posible la dotación necesaria.
La planta propulsora, bastante innovadora, es de tipo CODOE (Combined Diesel Or Electric) con dos motores diesel de 4500 kW y dos motores eléctricos de 750 kW. Los primeros para alcanzar la velocidad máxima y los otros para el funcionamiento normal de patrulla a baja velocidad. Cada par de motores diesel y eléctrico están conectados a través de reductoras de dos entradas a su respectiva línea de eje con hélice de paso variable. Para facilitar la maniobra en zonas estrechas montará un propulsor transversal de 500 kW en proa. Para la producción de energía eléctrica contará con cuatro generadores principales diesel de 660 kW y un generador de emergencia, también diesel, de 260 kW.
A pesar de su denominación de patrullero, por las misiones que está llamado a desarrollar el BAM contara con un sistema de mando y control, sistema de combate y sistemas de comunicaciones de altas capacidades. El armamento de los buques de esta clase estará formado por un cañón OTO Melara de 76 y 62 calibres, 2 montajes automáticos 25 mm y 2 ametralladoras de 12,7 mm. La cubierta de vuelo permitirá la operación de helicópteros AB 212 o NH 90 o SH3D, admitiendo el hangar los dos primeros tipos. Llevaran dos embarcaciones tipo RHIB para tareas de salvamento o abordaje a otros buques. Asimismo dispondrá de una zona hospitalaria que permite proporcionar apoyo médico de primeros auxilios y estabilización para posterior evacuación médica, así como de telemedicina con el objeto de potenciar las posibilidades de atención médica.
Una característica relevante del diseño es el alto estándar de habitabilidad tanto para la dotación básica como para el personal de transporte, incorporando los medios más actuales en cuanto a confort, control medioambiental y diseño ergonómico, de modo que se faciliten las condiciones de vida a bordo, permitiendo la operación del buque en lugares alejados de las bases durante periodos de tiempo prolongados. Los BAM contaran con una dotación de 35 personas (5 oficiales, 10 suboficiales y 20 cabos y marineros) y la posibilidad de incrementarla en otras 35 (1 oficial, 6 suboficiales y 28 cabos y marineros) cuando la misión así lo exija. En operaciones de evacuación de no-combatientes podrá acoger un máximo de 80 personas.
Un aspecto importante del diseño es la flexibilidad ofrecida por la plataforma al tener la posibilidad de incrementar su capacidad en determinadas funciones mediante la estiba en la cubierta de trabajo y/o de vuelo de contenedores que pueden incorporar distintos equipos, tales como sistemas de lucha contra la contaminación, contenedores de vida, contenedores con equipos UAV o para buceo, etc; lo que permite optimizar el uso de la Plataforma dado que determinados equipos o sistemas solo se embarcan a bordo cuando sean necesarios para el perfil de misión previsto. En el aspecto de la lucha contra la contaminación por hidrocarburos los buques dispondrán en cualquier caso permanentemente de barreras de contención, sistema de dispersantes y tanques para recibir 130 m3 de vertidos.
Así, es posible conseguir, mediante una Plataforma de tamaño moderado, la flexibilidad y polivalencia necesarias para poder realizar una gran variedad de misiones, no sólo dentro del ámbito militar sino también dentro del marco de cooperación con otras instituciones del Estado. Desde el comienzo del proyecto, está especialmente previsto considerar todos aquellos aspectos relacionados con la seguridad del personal con el objeto de reducir en la medida de lo posible potenciales riesgos que pudieran surgir durante la operación del buque.
El resultado, en opinión de sus diseñadores, es un producto de altas prestaciones, no solo en el ámbito militar sino también en el de cooperación en tareas de salvamento, lucha contra la contaminación, evacuación, ayuda humanitaria, etc... "que puede ser accesible económicamente por muchas Marinas, por lo que la consecución de este proyecto puede permitir a la Industria Nacional el consolidar la obtención de un producto de interés en el mercado internacional".
En este sentido, el desarrollo del Programa BAM ya ha tenido como consecuencia paralela el importante programa de exportación a Venezuela de dos series de patrulleros de gran porte. Igualmente, los conceptos desarrollados en torno al Buque de Acción Marítima han determinado en gran medida la nueva oferta de "familias" completas del tipo "Avante" con la que actualmente Navantia concurre en el mercado internacional.
DE DESARROLLO Y DEFENSA