1 de septiembre de 2012.- Cada vez circulan más informaciones sobre una posibilidad de ataque, en el mes de octubre, contra las instalaciones militares y nucleares de la República Islámica de Irán.
Pero también son mayores las indicaciones periodísticas que hablan de un freno preventivo de los gobiernos de la OTAN y EEUU al régimen sionista de Israel, lo que sugiere alguna diferencia entre los tiempos y planes militares de Tel Aviv y sus protectores en el mundo.
Este sábado, por ejemplo, Alemania, la potencia más fuerte de la OTAN en Europa, y la tercera fuerza económica del mundo, puso paños fríos en los ansiosos militares del gobierno israelí.
Según el diario puntero del sionismo, Haaretz, “La canciller alemana, Angela Merkel, telefoneó al primer ministro, Biniamín Netanyahu, para requerirle que no lance un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, dijeron altos funcionarios israelíes según este medio.
Merkel expresó que se debe dar más tiempo a las sanciones económicas y a la acción diplomática antes de lanzar un ataque de ese tipo. De acuerdo con el rotativo sionista, “La líder alemana realizó la llamada ante la ola de reportes sobre la posibilidad de un ataque inminente en el mes de octubre a Irán”
En la prensa de Israel, EEUU y Gran Bretaña es común leer notas y análisis que se refieren a esa opción ubicada en el mismo mes de octubre.
Una de las causas de la fecha son las elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero también lo es el cambio de temporada en el hemisferio norte.
Una tercera razón esgrimida por las fuentes que publican sobre el tema iraní, en estos tres países, habla de una relación entre el tiempo calculado para un ataque en territorio iraní y una resolución favorable a EEUU y la OTAN en la guerra internacionalizada de Siria.
La cumbre de los Países No Alineados en Teherán, realizada esta semana, se acomodan a ese calendario de hipótesis e informaciones conspirativas. Su convocatoria para esta fecha, a solo un mes de octubre, habilita a pensar en las posibles vinculaciones, sobre todo por su fracaso político.
Una nueva señal periodística de las intenciones de golpear la infraestructura iraní, la aporta el diario sionista de Israel, Aurora, citando fuentes calificadas de Estados Unidos.
Informa en su edición de este sábado que el gobierno estadounidense decidió “reducir significantemente la escala de una gigantesca maniobra militar que tenía programado para octubre con Israel, en el contexto de las crecientes preocupaciones sobre un eventual ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, de acuerdo con un informe de la revista Time”.
La maniobra en cuestión se denomina “Desafío severo 12”, o "Austere Challenge 12", en su versión inglesa original. El nombre comenzó a circular en medios especializados en Medio oriente, desde comienzos de este año y habría creado en los servicios de inteligencia el gobierno israelí.
Según Aurora, con base en Times, “El enorme ejercicio militar proyectado para semanas antes de las elecciones presidenciales estadounidenses no será el gran evento que todos esperaban”
Al parecer, el plan era hacer una fuerte demostración del poder militar destructiva de Israel y EEUU en las fronteras marítimas y terrestres de Irán, con la participación de “Miles de soldados”, y según la fuente “Tiene como objetivo probar los sistemas de defensa contra un ataque simultáneo de misiles desde Irán y Siria”.
Según el reporte de Time, Washington redujo el número de tropas estadounidenses que debían viajar a Israel. De los cerca de 5.000 militares que originalmente habían sido convocados, el Pentágono despachará tal vez a 1.500 – o incluso solamente a 1.200 de sus hombres.
También ha reducido el número y la potencia de los sistemas de misiles interceptores que serán usados en la maniobra. Los sistemas antimisiles Patriot arribarán como estaba planeado, pero los equipos que los operan se quedarán en sus casas. En lugar de dos buques que portan el sistema Aegis de defensa antimisiles, solamente uno será desplegado – y ni siquiera esto tampoco es seguro, dice la revista Time.
El informe sugiere que un pequeño despliegue norteamericano hará más difícil para Israel lanzar un ataque preventivo contra las instalaciones atómicas de la República Islámica. "Básicamente, lo que los norteamericanos están diciendo es 'No confiamos en ustedes'", dijo una fuente militar israelí a Time.
Varias fuentes periodísticas de Europa y EEUU, además diarios sionistas como Aurora y Haaretz, infieren que las diferencias con el gobierno de Israel no son de estrategia u objetivo, sino de tiempos y oportunidad.
Algunos especialistas académicos de Israel, que analizan con independencia el tema, sostienen que existen distanciamientos y desconfianzas entre el gobierno de Obama y Merkel y las autoridades de Tel Aviv.
El director del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, de la Universidad de Bar Ilán, profesor Efraim Inbar le explicó a Time que la razón de la marcha atrás norteamericana es clara: "Pienso que ellos no quieren insinuar que están preparando algo con los israelíes en contra de Irán- ese es el mensaje", expresó Inbar, "¿Confiar? Nosotros no confiamos en ellos. Ellos no confían en nosotros. ¡Todas esas nociones liberales! Incluso un presidente liberal como Obama lo sabe".
Aunque es solo la opinión de un experto, no la versión oficial del gobierno, muestra coincidencias con las conductas de los Estados, que es una de las mejores señales de sus propósitos en política externa.
Se dice, por ejemplo, que la administración de Barak Obama no está dispuesta a comprometerse en otro escenario militar en medio oriente sin antes resolver el ya complicado de Siria, luego de anunciar la retirada de Irak y mostrar serios signos de descalabro en Afganistán. Menos aún, sin tener claro el panorama electoral interno, donde las preferencias del voto se han movido esta semana 3 puntos a favor del republicano Romney, en medio de una crisis económica que le da respiro a la Casa Blanca.
Una manera de medir este relativo distanciamientos en los tiempos y oportunidad de un ataque a Irán, es valorar la escala de lo que estaría desmontando como ejercicio militar conjunto en la zona más conflictiva del mundo.
El asistente de la secretaría de Estado, Andrew Shapiro, había designado hace varios meses atrás que el Austere Challenge es "Por lejos el más grande e importante ejercicio militar de la historia estadounidense-israelí".
Esta evaluación crece geopolíticamente en la zona, debido a que está dirigido contra Irán, la más fuerte potencia intermedia regional, cuyo gobierno es independiente en términos políticos de la OTAN y EEUU, y enemigo jurado del Estado artificial de Israel.
Según el reporte, el objetivo era mejorar la interoperabilidad de los sistemas antimisiles israelíes y norteamericanos que han sido interconectados significativamente. Estados Unidos ha instalado un radar en el Negev que apunta directamente hacia Irán y está conectado al sistema antimisiles israelí Jetz.
A las distancias de Washignton se ha sumado la presión de la canciller Angela Merkel sobre el premier Netanyahu, para que no actúe sobre Irán por su cuenta. El semanario alemán Der Spiegel dice en su edición de hoy, que la mujer fuerte de Berlín le advirtió al jefe gubernamental israelí que “sería contraproducente un ataque en vísperas de una elecciones en EEUU a comienzos de noviembre”, además de prevenirlo sobre los riesgosos efectos directos sobre la Unión Europea y los alrededores de Siria.