Crédito foto: AP
Un fondo de apoyo a la Primavera Árabe y los recortes del gasto militar y de laayuda a América Latina son los puntos salientes del proyecto enviado al Congreso. Tiene pocas posibilidades de ser aprobado
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el presupuesto intenta dar un giro a ocho años de acumulación de deuda pública. En enero de 2009, cuando Obama asumió la Presidencia de manos de George W. Bush, "la economía estadounidense estaba en caída libre", ya que en los ocho años anteriores se había acumulado "una enorme deuda, pese a que se había comenzado el siglo con superávit", dijo Carney.
Obama propone reducir el déficit de la primera economía mundial a US$ 1,3 billones este año y llegar a los US$ 901 mil millones el siguiente, lo que supondríauna reducción del 8,5% al 5,5% del Producto Interior Bruto (PIB). En opinión de Carney, la visión de Obama "está encapsulada en este documento presupuestario", que abre el camino para una reducción del déficit con recortes de gastos por valor de US$ 4 mil millones hasta 2022 y un aumento de los impuestos a los más ricos.
Carney reconoció que "se han tomado duras decisiones", pero que gracias a eso se han conseguido crear 3,7 millones de empleos en 23 meses consecutivos. El vocero de la Casa Blanca aseguró que el presupuesto se ocupa de la "obligación moral" de reduciruna deuda pública que supera los US$ 15 billones y que seguirá previsiblemente aumentando en los próximos diez años. "Esto no significa que debemos contraer el gasto en un modo que afecte a la frágil recuperación", indicó Carney.
Apoyo a la Primavera Árabe
El presupuesto prevé un "Fondo de aliento para el Medio Oriente y el norte de África", por US$ 770 millones, destinado a brindar un "respaldo estratégico a los cambios históricos que se producen en la región". "Promoverá las reformas a largo plazo sobre las esferas política, económica y comerciales a largo plazo -pilares de la estabilidad-, apoyando a los gobiernos que muestren un compromiso para operar cambios significativos y dar poder al pueblo", agregó el Departamento de Estado.
Además, la propuesta contiene US$ 8.200 millones para operaciones de apoyo a lasmisiones civiles en Afganistán, Irak y Pakistán, y triplica la ayuda militar a ese último país, que pasa de recibir US$ 98 millones a US$ 350 millones.
América Latina: reducción de la ayuda militar y a la lucha contra el narco
La propuesta del Departamento de Estado reduce el monto destinado a la asistencia militar y lucha contra el narcotráfico en Latinoamérica, especialmente las partidas paraColombia y México. La ayuda militar pasará de US$ 67 millones en 2012 a US$ 62,3 millones en 2013.
Los recortes de la ayuda militar afectan especialmente a Colombia, que según la propuesta pasará de recibir US$ 37 millones este año a US$ 30 millones en 2013. En el caso de México, la cifra se mantiene en US$ 7 millones, mientras que hay previstos aumentos en la ayuda militar a Honduras, El Salvador y Panamá, de US$ 3 millones, US$ 1,8 millones y US$ 2,8 millones, respectivamente.
"El apoyo a Centroamérica está aumentando con el fin de apoyar los esfuerzos de los países aliados para controlar mejor sus territorios nacionales y aguas, lo que es necesario para enfrentar el grave reto a la seguridad nacional presentado por las organizaciones criminales", indica la propuesta enviada al Congreso.
Sin embargo, la suma destinada a la lucha contra el narcotráfico se reduce de US$ 568 millones en 2012 a US$ 476,4 millones en 2013. En total, los Estados Unidos gastarán US$ 2.506 millones en la lucha contra la droga en todo el mundo.
México es el país más perjudicado por estos recortes: de los US$ 248,5 millones para operaciones contra el narco asignados en 2012 pasará a US$ 199 millones, mientras que Colombia pasa de US$ 160,6 millones a US$ 142 millones y Perú, de US$ 29 a US$ 23,3 millones.
En 2013, el Departamento de Estado prevé dedicar US$ 348,9 millones a la ayuda al desarrollo en la región latinoamericana, un ligero aumento respecto a los US$ 330 millones propuestos en 2012. El país más beneficiado será Guatemala, con US$ 56 millones, seguido de Honduras (US$ 49 millones), Perú (US$ 47 millones), El Salvador (US$ 39 millones) y México (US$ 23 millones), a los que deben sumarse otros US$ 38 millones previstos de forma general para toda la región.
La propuesta destina US$ 51 millones a la Organización de Estados Americanos(OEA), un ligero aumento frente a los US$ 49,6 millones de 2012, y dedica US$ 65,6 millones a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En total, Obama ha solicitado US$ 51.600 millones de presupuesto para el Departamento de Estado y la Agencia de Ayuda al Desarrollo (Usaid) en 2013, un pequeño aumento frente a los US$ 50.800 millones propuestos en 2012.
Seguridad nacional: lucha contra el terrorismo, fronteras, inmigración y ciberseguridad
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) estimó su presupuesto en US$ 39.500 millones, una reducción interanual de 0,5 por ciento. Sus prioridades serán la lucha contra el terrorismo, la seguridad fronteriza, la aplicación de las leyes de inmigración y la ciberseguridad, según un comunicado de la secretaria Janet Napolitano.
Asimismo, "el presupuesto de 2013 continúa el enfoque sin precedente en seguridad fronteriza" con el "apoyo de 21.370 patrullas fronterizas y 21.186 agentes de aduanas, así como el despliegue de tecnología de vigilancia en las zonas de más tráfico en la frontera suroeste", indica el comunicado.
En el tema de inmigración, "el departamento dará prioridad a la identificación y deportación de extranjeros que hayan cometido crímenes y personas que violen repetidamente las leyes de inmigración", indica la nota. Según esa repartición, se espera que la implementación de estas medidas "continúe aumentando el número de extranjeros procesados y otros individuos que son identificados y expulsados".
El objetivo será detener a unos 371 mil inmigrantes indocumentados en la frontera sur a lo largo del año fiscal 2012 (octubre de 2012 a septiembre de 2013) y unos 352 mil el año siguiente. Paralelamente, el Gobierno estadounidense espera capturar una media de poco más de 2 mil armas de fuego antes de que salgan ilegalmente del país, según esos cálculos.
El flujo de inmigrantes indocumentados en la frontera de poco más de 3.000 kilómetros con México ha experimentado una tendencia a la baja en la última década y en especial en los últimos cuatro años, tanto por el refuerzo de medidas de seguridad como por la crisis económica en los EEUU, según analistas. En el año fiscal 2011, el DHS reportó la captura de poco más de 327 mil indocumentados a su entrada en el país, menos de la mitad respecto a los 705 mil del año fiscal 2008.
El Gobierno estadounidense desplegó un número récord de agentes de la Patrulla Fronteriza, que para el año fiscal 2013 podrían llegar a superar los 21 mil. Estos agentes fueron respaldados durante meses por la Guardia Nacional en determinados puntos de la frontera y por primera vez a partir de 2010 con aviones no tripulados o "drones", que seguirán patrullando los cielos de la frontera en los próximos dos años según las previsiones del DHS.
Asimismo, realizará inversiones en ciberseguridad para la puesta en marcha del sistema Einstein 3, con la intención de prevenir intrusiones y ataques a las redes gubernamentales. En cuanto a las medidas contra desastres naturales, propone una partida de US$ 5.500 millones adicionales para un fondo de respuesta y ayuda de emergencia.
El Pentágono, con leves recortes
El proyecto para el ejercicio presupuestario 2013 -que va del 1º de octubre al 30 de setiembre de 2013- es estable, con una reducción de apenas 0,1% respecto del anterior, la primera desde 1998. El Pentágono requiere US$ 525.400 millones para 2013 contra US$ 530.600 millones alcanzados este año, mientras que los grandes beneficiados por la asistencia militar estadounidense no verán cambios en sus aportaciones: Israel recibirá US$ 3.100 millones y Egipto, US$ 1.300 millones.
El presupuesto del Pentágono, que representa más del 40% de los gastos militares mundiales, evita los dolorosos cortes, aunque alivia las economías gracias al fin del conflicto en Irak y las reducciones de efectivos en Afganistán. Así, el costo de las guerras en el exterior caería un 23%, a 88.500 millones desde 115.000 millones.
El proyecto podría ser rechazado si el Congreso no alcanza un acuerdo en este año electoral para esquivar una ley que él mismo voto el año pasado y que prevé que el 2 de enero de 2013 se ponga en marcha automáticamente un mecanismo de "secuestro" para ahorrar cerca de US$ 600 mil millones en 10 años.
El secretario de Defensa Leon Panetta, quien se encarga de poner fin a una década de crecimiento del presupuesto militar para ayudar a encauzar el déficit presupuestario, advirtió contra lo que califica un "mecanismo del fin del mundo" y rechaza considerarlo. Por el contrario, el jefe del Pentágono puso en marcha, en estas últimas semanas, una nueva estrategia centrada en Asia-Pacífico y Medio Oriente que pretende ahorrar US$ 487 mil millones en 10 años.
"Este plan de presupuesto representa un cambio histórico hacia el futuro al reconocer que, después de una década de guerras, estamos en un punto estratégico", afirmó Panetta y añadió: "Este plan se ajusta a las prioridades estratégicas que hemos identificado para proteger a los Estados Unidos y mantener la fuerza militar más poderosa del mundo".
Los ahorros del ministerio son calculados sobre la base de las precedentes proyecciones de gastos para los próximos años, antes de que el gobierno de Obama se concentrara en la reducción del abismal déficit federal. En los hechos, el presupuesto de Defensa continuará creciendo lentamente en los próximos cinco años y alcanzará los US$ 567.300 millones en 2017, pero, en ese período, los recortes estructurales permitirán ahorrar US$ 50 mil millones y la reducción de la burocracia, US$ 60 mil millones.
El teniente general de la Fuerza Aérea, Larry Spencer, dijo que el presupuesto se ajusta a las metas de reducción de tropas y unidades incluida la eliminación de al menos ocho brigadas de combate en el Ejército y la eliminación de siete cruceros y dos buques muelle de desembarco de la Marina. El Cuerpo de Infantería de Marina, según el plan, eliminará un regimiento de cuartel general, cinco batallones de infantería, un batallón de artillería, cuatro escuadrones aéreos tácticos y un batallón de logística de combate.
La Fuerza Aérea, en los próximos cinco años, eliminará seis escuadrones de aviones de combate y uno de apoyo, y 303 aviones, incluidos 123 de combate, 150 de movilidad y reabastecimiento de combustible, y 30 aviones de observación, espionaje y reconocimiento.
El presupuesto pide al Congreso que inicie dos nuevas rondas de cierres de bases, una en 2013 y otra en 2015, una propuesta que desató fuertes críticas de los legisladores cuyos distritos se verían afectados.
El proyecto refleja una "utilización disciplinada" del dinero invertido por la Defensa, justificó Panetta. El monto previsto para las operaciones de guerra, que está separado del presupuesto "de base", se reduce un cuarto: pasa de US$ 115.100 millones a US$ 88.500 millones, baja que se explica con el fin de la presencia militar en Irak y la prevista reducción de la actividad profesional estadounidense en Afganistán, donde los efectivos pasarán de ser 90 mil a 68 mil hombres antes del otoño.
Los fondos previstos para el equipamiento y entrenamiento de 350 mil hombres de las fuerzas afganas (US$ 5.700 millones) se redujeron a la mitad respecto a 2012. Las fuerzas afganas están correctamente equipadas luego de años de "fuertes inversiones" por parte del Pentágono y ahora queda financiar su entrenamiento, explicó el responsable de asuntos presupuestarios del Pentágono, Robert Halea.
Respecto a los gastos, las nuevas prioridades estratégicas prevén US$ 10.400 millones para las fuerzas especiales, US$ 3.800 millones para aviones no tripulados (especialmente para la compra de 43 Predator y seis Global Hawks), US$ 3.400 millones para la ciberdefensa, US$ 9.700 millones para la defensa antimisil y US$ 8 mil millones para el espacio. También hay fondos para el futuro portaviones, el USS John F. Kennedy (US$ 782 millones), dos destroyers (US$ 2.200 millones), dos submarinos de ataque (US$ 4.300 millones) o el futuro bombardero de largo alcance (US$ 300 millones).
Ningún programa de armamento importante fue anulado, aunque algunos son revisados a la baja o suavizados en el tiempo, tal como sucedió con el programa de avión F-35, el más caro de la historia del Pentágono.
De aquí a 2017 serán ahorrados US$ 15 mil millones, contando la compra de 179 de los 423 aviones Joint Strike Fighter F-35 de Lockheed Martin -el mayor programa de armas del Pentágono- previstos para ese período. Además, unos US$ 9.100 millones están previstos en 2013 para la compra de 29 aparatos.
Este presupuesto solicita US$ 1.400 millones para ser repartidos entre el sistema de observación territorial de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el programa de ejercicios de los mandos conjuntos, el programa de colaboración con las Guardias Nacionales de los Estados y el Programa de Ayuda a Fuerzas de Seguridad.
Trámite difícil en el Capitolio
El proyecto tiene pocas posibilidades de ser aprobado en el Congreso y está cargado de una fuerte connotación electoral, a nueve meses de las elecciones presidenciales, en las que el presidente Barack Obama peleará por un segundo mandato.
Fuente: AFP - EFE - Reuters