La Marina de Guerra rusa no planea incorporar a sus arsenales el nuevo submarino Lada proyecto 677, comunicó a RIA Novosti el jefe de la Armada rusa, almirante Vladímir Visotski.
La historia del desarrollo de este prototipo del submarino no nuclear diseñado para proteger bases navales y costas llega a su fin. La Armada prefiere comprar sumergibles de otro tipo que anteriormente se habían construido para la exportación.
La Armada renuncia al submarino debido a sus defectos tecnológicos
Se trata del submarino Lada del proyecto 677, que es una versión modernizada de los sumergibles diesel-eléctricos de la serie 877 Paltus. El primer submarino proyecto 677, 'San Petersburgo', fue construido en 2010, pero hasta hoy en día la Marina de Guerra rusa no lo ha incorporado a sus arsenales. Y parece que los militares tienen argumentos de peso para esto.
“El submarino 'San Petersburgo', que está pasando pruebas de navegación, no corresponde a las características técnicas anunciadas. La causa es simple, pues el problema principal consiste en defectos tecnológicos de la planta de propulsión principal”, declaró Vladímir Visotski, que añadió: “La Armada no necesita Lada en su versión actual”.
A finales de 2011, los medios de comunicación ya informaron de que la Marina de Guerra rusa podría renunciar al submarino del proyecto 677.
Submarino para ensayos
El proceso de construcción del submarino 'San Petersburgo', puesto de quilla en 1997, fue largo y complicado. El buque no fue botado hasta 2004, pero no entró en servicio operativo del Ejército de Rusia. La Armada quedó insatisfecha con las características técnicas del sumergible.
Se preveía que 'San Petersburgo' sería el primer submarino “no nuclear” de la Marina de Guerra rusa.
En Rusia el término “no nuclear” se aplica a un submarino dotado con una planta propulsora no dependiente del aire, a diferencia de los buques tradicionales diesel-eléctricos que necesitan el aire para propulsores diesel y utilizan acumuladores cuando están bajo la superficie del agua.
Pero como no se logró desarrollar a tiempo esta planta propulsora independiente del aire, 'San Petersburgo' se convirtió en un banco de pruebas para ensayar una serie de proyectos nuevos. Según la información disponible, el submarino está dotado en un 70% con un equipo absolutamente nuevo.
No se ha logrado resolver problemas con la planta propulsora principal que se preveía instalar en Lada, ni con el sistema hidroacústico del sumergible. Pero, conforme a los recientes datos, este último sistema ha sido considerablemente mejorado.
En la primavera de 2010 se acordó entregar el submarino a la Armada rusa para las pruebas. Mientras, los trabajos de eliminación de defectos técnicos continúan pero los militares empiezan a perder la paciencia y están dispuestos a utilizar 'San Petersburgo' solo en calidad de banco de pruebas y renuncian a incorporarlo a sus arsenales como buque de guerra.
Tecnología avanzada
Según Vladímir Visotski, uno de los sumergibles proyecto 677 será dotado con la planta propulsora independiente del aire. Parece que esta planta se instalará en el segundo sumergible de esta clase, porque es poco probable que la Armada rusa necesite dos bancos de pruebas. El tercer submarino puede ser de propulsión anaerobia.
El jefe de la Armada rusa no explicó de qué tipo de la planta propulsora independiente del aire se trata. Pero según varias fuentes durante los últimos dos años Rusia ha intentado adquirir tecnología alemana con generadores electroquímicos, que se habían utilizado en las plantas propulsoras de submarinos alemanos proyecto 212.
Pero la tecnología a base del llamado “motor Stirling" tiene más perspectivas. Esta tecnología se utiliza en los sumergibles más modernos de Suecia pertenecientes a la clase Gotland y de Japón, de la clase Soryu.
Los astilleros alemanes y chinos ya han empezado a diseñar submarinos no nucleares equipados con “motores Stirling”.
Así las cosas, surge la cuestión sobre si a mediados de esta década Rusia puede adquirir tecnología que sea obsoleta en los países desarrollados. Por otro lado, actualmente la Armada rusa ni siquiera dispone de ésta y los buques rusos están propulsado por motores diesel-eléctricos tradicionales.
Rusia califica de prioritaria la fabricación para la exportación
Debido a prolongados procesos de desarrollo de material nuevo, los militares muchas veces prefieren comprar las versiones modernizadas de los modelos fabricados para la exportación.
La Armada rusa ya decidió incorporar a sus arsenales las fragatas del proyecto 1135.7. Es la versión modernizada del tipo 1135.6, heredero de los patrulleros soviéticos del proyecto 1135, desarrollado especialmente para la Armada de la India (las llamadas fragatas de la clase Talwar). La Fuerza Aérea de Rusia firmó contratos para la fabricación de cazas multifuncionales Su-30M2, la versión modernizada de los Su-30MK2 fabricada para la exportación, y planean dotar a sus regimientos con Su-30SM, la versión modernizada de otra nave exportada.
Ha habido casos en los que el material fabricado para la exportación no fue vendido, pero su desarrollo hizo posible mejorar los modelos de uso interno. Por ejemplo, Rusia reforzó su defensa aeroespacial con modernos sistemas de misiles antiaéreos Pantsir-S1 (Coraza) modernizados para Emiratos Árabes Unidos.
Según las fuentes del departamento militar, actualmente todos los sistemas antiaéreos de la clase S-300P en Rusia se han modernizado conforme al programa Favorit. Anteriormente, los modelos destinados para la exportación S-300PMU-2 se habían sometido a su respectiva modernización.
En lo que se refiere a los submarinos diesel, la Marina de Guerra rusa decidió completar sus arsenales con la versión modernizada del proyecto 636. Se trata de los submarinos diesel-eléctricos desarrollados para la exportación a base del proyecto 877 Paltus.
Tras 1991, China, Argelia y Vietnam compraron a Rusia sumergibles proyecto 636, además del modelo 877E/EКМ, vendido también a Polonia, Rumania, la India, China e Irán.
En 2010 y 2011, la Armada rusa firmó contratos para la fabricación de los submarinos del proyecto 636.3 modernizado. Se prevé que tres sumergibles engrosen las flotillas de la Marina de Guerra en 2014: uno en 2015 y dos más en 2016. Hacia el año 2020 la Armada de Rusia debe recibir de ocho a diez submarinos de ese tipo.
Es difícil predecir cuánto tiempo necesitarán los astilleros rusos para pulir hasta la perfección la nueva tecnología y si esta gozará de demanda dentro de unos cinco años. Mientras, es necesario cubrir las lagunas en los arsenales de la Armada.
Pero hoy en día, los astilleros nacionales no pueden ofrecerle nada mejor que los sumbarinos diesel-eléctricos de proyectos 877 y 636 (Kilo, según la clasificación de la OTAN).