Jonathan Marcus
BBC, Corresponsal en Asuntos Diplomáticos
Miércoles, 7 de marzo de 2012
Irán ha dejado claro que si es atacado, ya sea por Israel o por Estados Unidos, responderá de la misma forma.
Pero, ¿qué puede hacer Irán para responder a un ataque?
¿Cuáles serían las consecuencias, tanto en la región como dentro de Irán mismo?
Y más allá de eso, ¿podrían las potenciales consecuencias de un ataque israelí ser tan serias como para hacer de la acción militar la opción menos preferible en términos de limitar el programa nuclear iraní?
BBC Mundo analiza las claves de la posible respuesta iraní.
Misiles de larga distancia
"La habilidad de Irán de atacar directamente a Israel es limitada", dice Mark Fitzpatrick, director del Programa de No-Proliferación y Desarme del International Institute for Strategic Studies (IISS), con sede en Londres.
"La habilidad de Irán de atacar directamente a Israel es limitada"
Mark Fitzpatrick, IISS
"Su anticuada fuerza aérea es totalmente superada por la de los israelíes y tiene sólo un número limitado de misiles balísticos que pueden alcanzar a Israel", explica.
Fitzpatrick dice que el arsenal misilístico iraní incluye "una versión modificada del Shahab-3, el Ghadr-1, que tiene un alcance de 1.600 kilómetros. Pero Irán sólo dispone de alrededor de seis vehículos de lanzamiento para el misil".
"El nuevo misil de combustible sólido, el Sajjl-2, también puede llegar a Israel, pero no está totalmente operativo", añade.
Y Fitzpatrick además añade que "ambos misiles son demasiado imprecisos para tener algún efecto contra los objetivos militares cuando están cargados con armamento convencional".
"Tampoco son muy efectivos para llevar armas químicas o biológicas, e Irán no tiene armas nucleares". En resumen, el cree que "un ataque iraní con misiles sólo sería una acción simbólica".
Aliados
Fitzpatrick cree que es más probable que Irán responda a Israel "asimétricamente, o a través de terceros".
Se cree que Hezbolá tiene miles de dispositivos para lanzar cohetes en el sur del Líbano.
Su aliado, el grupo islamista chiíta Hezbolá, tiene más de 10.000 dispositivos para lanzar cohetes en el sur del Líbano, muchos de ellos provistos por Irán.
"La mayoría son Katyushas, que tienen un alcance de 25 kilómetros, pero también tiene Fahr-3 (45 km.), Fajr-5 (75 km.), Zelzal-2 (200 km.) y potencialmente Fateh-110 (200 km.), a los que se suman alrededor de 10 misiles Scud-D que pueden llevar 750 kg. de carga y e impactar en cualquier parte de Israel", señala.
Dice que los islamistas de Hamas, que controlan la Franja de Gaza, podrían también atacar Israel con cohetes de menor alcance.
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El gran peligro aquí es que el conflicto se extienda ya sea en un enfrentamiento entre Israel y Hezbolá o entre Israel y Hamas.
Con tanta inestabilidad en el Oriente Próximo -sin olvidar la crisis en Siria- existe un riesgo muy real de un ataque israelí dispare un conflicto más amplio a nivel regional.
Acción naval en el Golfo
La marina iraní, y especialmente el brazo marino de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, están bien equipados con naves pequeñas, rápidas, y capaces de colocar minas o perpetrar ataques contra embarcaciones más grandes.
Irán también dispone de misiles anti embarcaciones que pueden ser lanzados desde tierra.
Estos podrían ser utilizados para cerrar el paso vital del petróleo, el Estrecho de Ormuz.
La Marina estadounidense confía en poder reabrir el Estrecho. Pero esto pone en riesgo de un conflicto naval extendido entre Estados Unidos e Irán y, a corto plazo, podría tener un impacto significativo en los precios del petróleo.
Acción encubierta
Daniel Byman, un experto en la lucha contra el terrorismo de la Brookings Institution, con sede en Washington, dice que también hay "considerable preocupación de que Irán y grupos como Hezbolá podrían involucrarse a través de ataques terroristas como respuesta a un ataque aéreo israelí".
"Irán ha utilizado en algunas oportunidades tales ataques contra enemigos, particularmente contra aquellos a los que no puede golpear por sí mismo", agrega.
"Cómo se logra un reacercamiento con un régimen que te necesita como adversario para tener legitimidad ideológica"
Karim Sadjadpour, experto iraní del Carnegie Endowment for International Peace
De hecho ya hay, señala, una especie de guerra clandestina.
"Israel e Irán ya se están atacando uno a otro (Israel con más éxito y haciéndolo de una forma más centrada en objetivos)", explica Byman, refiriéndose al asesinato de científicos nucleares iraníes.
"No estoy seguro de que Israel incremente los ataques en caso de enfrentamiento", apunta, "pero Irán sí lo haría".
Byman no está seguro sobre cuán efectivas podrían ser tales operaciones.
"Los intentos de ataques en India y Tailandia, atribuidos a Irán, muestran que se mantiene decidido a golpear a Israel, presumiblemente en respuesta a los asesinatos de miembros de Hezbolá como Imad Mughniyeh y a los supuestos ataques contra científicos iraníes", opina.
"Sin embargo, estos recientes ataques no fueron bien ejecutados, sugiriendo que el profesionalismo de los servicios iraníes es desigual", sostiene.
El programa nuclear iraní cuenta con mucho apoyo en el país.
Teniendo en cuenta todas estas cuestiones, los expertos consideran que el gobierno iraní tendrá que calibrar su respuesta a cualquier ataque con mucho cuidado.
"Si responden muy poco, podrían perder respeto, y si responden demasiado, podrían perder sus cabezas", dijo Karim Sadjadpour, un experto iraní del think tank Carnegie Endowment for International Peace.
"Irán querrá que su respuesta sea suficiente para inflamar el entorno de la seguridad regional e impactar negativamente en la economía global, pero sin pasarse y hacer algo que pueda invitar a represalias masivas por parte de Estados Unidos", añade.
"Francamente", dice Sadjadpour, "no estoy seguro de cómo puede hacer eso. Si Irán intenta desestabilizar el suministro energético mundial -ya sea lanzando misiles contra las provincias del este saudita ricas en petróleo o cerrando el estrecho de Ormuz- Estados Unidos no se quedará quieto".
De haber un ataque contra sus instalaciones, Irán podrá, por supuesto, ir a Naciones Unidos a buscar algún tipo de intervención diplomática. Esto pone al descubierto un manojo de cuestiones legales relacionadas con cualquier acción militar.
Legislación internacional
En medio de la incertidumbre sobre si Israel atacaría Irán y en ese caso, cómo respondería Irán, una cosa es clara, en términos de legislación internacional, ese ataque sería ilegal.
La invasión a Irak liderada por Estados Unidos costó miles de vidas y miles de millones de dólares.
Mary Ellen O'Connell, profesora de derecho internacional de la Universidad de Notre Dame, dice que para fuese considerado legal "el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas necesitaría autorizar tal ataque, ya que Irán no ha lanzado un ataque ni contra Israel ni contra Estados Unidos".
"La carta de Naciones Unidas", explica, "deja claro que el uso de la fuerza está generalmente prohibido a menos que un estado actúe en defensa propia ante un ataque armado, o con autorización del Consejo de Seguridad".
Israel probablemente aduciría estar actuando en una especie de sentido preventivo para evitar un futuro ataque nuclear de Irán (a pesar de que nadie todavía cree que Irán tenga una bomba atómica). Pero la profesora O'Connell dice que un ataque israelí, aun así, no sería legítimo.
"Hay un vivo debate entre los abogados internacionales hasta sobre el punto en el cual un estado puede responder a un ataque armado: ¿debe estar en desarrollo o ser meramente inminente?", plantea.
"No hay practicante ningún apoyo entre los expertos para atacar con el fin de prevenir un hipotético ataque futuro", señala.
"Hay un vivo debate entre los abogados internacionales hasta sobre el punto en el cual un estado puede responder a un ataque armado: ¿debe estar en desarrollo o ser meramente inminente?"
Mary Ellen O'Connell, Universidad de Notre Dame
¿Pero es seguro que los países hacen lo que consideran que deben hacer cuando sus intereses vitales están en juego?
Por ejemplo, la OTAN atacó Serbia y a las fuerzas serbias en Kosovo, y Estados Unidos y sus aliados invadieron Irak. En ambos ejemplos no había luz verde del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La profesora O'Connell dice que en ambos casos, el uso ilegal de la fuerza tuvo un costo.
"Comparemos ambos conflictos", señala, "con el uso legal de la fuerza para liberar Kuwait después de la invasión de Irak. Estados Unidos salió de ese conflicto con un beneficio financiero y moral".
Bajas
Muchos también mencionarán la cuestión de las potenciales bajas que un ataque israelí podría causar.
Sin saber los objetivos que se atacarán, el tiempo que durarán, y la probabilidad de que sean vueltos a atacar, es difícil determinar cifras de potenciales bajas.
Los expertos dicen que el funcionamiento del reactor nuclear de Bushehr es poco probable que sea atacado debido al hecho de que no tiene nada que ver con un potencial programa militar y que una pérdida radiactiva podría causar una gran cantidad de bajas.
Además, hay otras reacciones a un ataque que importan.
¿Cómo responderían los propios iraníes a un ataque? ¿Cuál sería el impacto sobre el programa nuclear iraní? ¿Y cuáles serían las consecuencias para el régimen islámico?
Por ahora, no parece claro que Irán haya tomado decisión alguna para presionar con un programa de armas atómicas.
Factor doméstico
Trita Parsi, autor del recientemente publicado A Single Roll of the Dice - Obama's Diplomacy With Iran ("Una sóla tirada de dados: la diplomacia de Obama con Irán", dice que si Israel ataca, la posición de Irán cambiará considerablemente.
Un ataque israelí podría acercar al pueblo iraní con sus gobernantes.
"No he encontrado ningún observador que no crea que la determinación del gobierno iraní y el deseo de tener un arma disuasoria nuclear aumentaría si Irán es atacado", apunta.
La evaluación que hace Estados Unidos, explica, es que de darse un ataque israelí "los iraníes avanzarán en su programa en forma subterránea, saldrían (o amenazarían con salir) del Tratado de No-proliferación, echarían a los inspectores de la Agencia Atómica Internacional y se apresurarían en obtener una bomba".
"Como han dicho altos mandos militares estadounidenses, bombardear Irán es la manera más rápida de asegurarse que Irán tenga una bomba", agrega.
Parsi, quien es presidente del Consejo Nacional Iraní Estadounidense, también dice que un ataque israelí tendría consecuencias políticas dentro de Irán.
"El régimen iraní es profundamente impopular y las heridas de sus abusos masivos en materia de derechos humanos desde las elecciones de 2009 todavía están abiertas y sangrando", opina.
El régimen, añade, "fracasó en superar la división con su pueblo". "Sin embargo, un ataque sobre Irán, particularmente si el bombardeo causa muchas víctimas civiles, probablemente una a facciones en Irán en contra del agresor externo".
"Esto es lo que pasó en 1980 con la invasión de Saddam Hussein a Irán en 1980", recuerda. "El ataque ayudó a consolidar al Ayatolá Jomeini en el poder, alimentó el nacionalismo, el fervor revolucionario, y suspendió las luchas internas por el poder. El régimen iraní no sobrevivió a pesar del ataque de Saddam, sino por él".
"Como han dicho altos mandos militares estadounidenses, bombardear Irán es la manera más rápida de asegurarse que Irán tenga una bomba"
Trita Parsi, presidente del Consejo Nacional Iraní Estadounidense
Esto debe dar para pensar a las autoridades occidentales e israelíes, quienes de tanto en tanto coquetean con la idea de un cambio de régimen en Irán.
Todo sugiere una cruda conclusión. Aun con un ataque militar exitoso desde el punto de vista israelí sólo se demoraría el programa nuclear iraní por algunos años.
Hasta podría reforzar el deseo de Irán de obtener un arma nuclear. Podría atraer a la población en torno al régimen. Y las consecuencias regionales de cualquier ataque aéreo podrían ser considerables; precipitando un conflicto en el Golfo y en las propias fronteras israelíes.
Diplomacia
No importa, entonces, que la administración Obama parezca estar intentando disuadir a Israel de un ataque, al menos por ahora.
Muchos expertos creen que todavía hay que dejar que las sanciones sigan su curso pero también, y aún más ahora, buscar tener contactos diplomáticos con Teherán.
"La diplomacia no se ha acabado", explica Trita Parsi. "Los esfuerzos diplomáticos en los últimos cinco años han sido pocos y efímeros", señala.
"No existió, ni en Washington ni en Teherán, el espacio necesario para el tipo de conversaciones sostenidas que se necesitan para generar un avance. En lugar de negociaciones reales, hemos visto un intercambio de ultimátums", opina
Karim Sadjadpour piensa que otro intento diplomático valdría la pena. Pero siente que los potenciales resultados serían inevitablemente limitados.
"¿Cómo se logra un reacercamiento con un régimen que te necesita como adversario para tener legitimidad ideológica?", pregunta.
"En forma realista", concluye, "creo que el diálogo con Teherán puede, en el mejor de los casos, contener nuestras diferencias con Irán, pero no las resolverá".