Los Estados Unidos de América deben evitar entrar en guerra con China, pues cualquier tipo de conflicto militar sería catastrófico para ambos países y la economía mundial en su conjunto, dijo Matthew Harper, capitán de corbeta de la Marina estadounidense, en la última edición de la revista Proceedings del Instituto Naval de los Estados Unidos.
Según Harper, a medida que el crecimiento del poderío chino gana la atención del mundo, más tiempo, energía y dinero serán empleados para preguntarse cómo los Estados Unidos contrarrestarán la creciente capacidad militar china. Sin embargo, advirtió que el temor acerca de la percepción de las intenciones militares chinas es “tanto exagerado como improductivo para los Estados Unidos y sus fuerzas armadas” y “concentrarse sólo en la capacidad militar china empaña el desafío crítico de evitar un conflicto sino-americano de resultados catastróficos”.
La gran dependencia de los Estados Unidos en cuanto a China significa que un conflicto armado tendría efectos nefastos, observó Harper. Como pocas personas tienen un entendimiento cabal de la magnitud de esa dependencia, Harper citó una lista elaborada por James Fallows, la cual da una cuenta parcial de lo que China produce. Desde computadoras, equipos de telecomunicaciones, aparatos médicos, hasta mercancías deportivas y aparatos de gimnasia, todo lo que puedas imaginar tiene la etiqueta “Hecho en China”.
De hecho, cualquier anuncio de actividades militares desencadenaría una espiral descendente en los mercados de valores de todo el mundo, dijo Harper. Tanto Apple como Walmart verían desplomarse los precios de sus acciones. Debido a que aproximadamente un 50% de la población de Estados Unidos posee acciones, la caída de las bolsas haría recordar a los estadounidenses cuánto está su bienestar financiero conectado con China.
Mientras tanto, el impacto en la economía global sería instantáneo, advirtió Harper. Apple, junto con otras compañías tecnológicas que dependen de China, se enfrentarían con un desastre y Walmart tampoco saldría bien parado. “Sólo pasarían unos pocos días antes de que los Estados Unidos comenzaran a ver las estanterías vacías en los comercios, y no sólo en Walmart, sino también en otras tiendas y supermercados a lo largo del país. Las empresas que cotizan en el índice de Dow Jones y dependen de las ventas y el crecimiento en China –incluyendo a Alcoa, Caterpillar, General Electric, McDonald’s, y Boeing, para nombrar algunas– registrarían enormes pérdidas. Las compañías orientadas a la tecnología y que cotizan en el NASDAQ perderían aún más valor en sus acciones.”
A medida que China se convierte en un rival militar potencial, señaló Harper, la estrategia estadounidense necesita evolucionar más allá del viejo interrogante “¿cómo contrarrestar?” al problema real, que es “¿cómo evitar cualquier tipo de conflicto militar con China?”(Pueblo en Línea)
08/07/2011