Un invisible muro sigue dividiendo Alemania en dos más de 20 años después. Los distintos gobiernos de la reunificación germana han llevado a cabo políticas para relanzar los cinco 'länder' que se adhirieron a la República Federal Alemana (RFA) el 3 de octubre de 1990, un año después de la caída del Muro de Berlín.
A la vez tienen que lidiar con críticas de ciudadanos de la zona occidental, más rica, por sentirse discriminados frente a los antiguos Ossis, forma coloquial para referirse a los alemanes del Este ("Osten" en alemán).
Uno de los temas más criticados es una sobretasa especial instaurada en 1991 para ayudar a la "construcción" de la Alemania Oriental. Su objetivo era que la antigua zona comunista alcanzara el nivel de vida de la parte capitalista.
Todos los alemanes tienen que pagar este polémico impuesto extra denominado "suplemento solidario" (Solidaritätszuschlag), que ya forma parte de su vida de tal manera, que le han conferido un diminutivo: el "soli".
Pero no es un apelativo necesariamente cariñoso: el 64% de los alemanes del Este están a favor de conservarlo, mientras que solo el 23% de los alemanes occidentales lo apoyan, según un la publicación económica Wirtschaftswoche.
La gobernante CDU defiende que en la actualidad atiende a las necesidades de toda Alemania para mejorar sus infraestructuras, pero lo cierto es que los 'länder' del Este necesitan un billón de euros hasta 2030para que su economía se equipare a los del oeste, según un estudio de Roland Berger de 2012.
Los mapas actuales de la situación en Alemania (ver fotogalería arriba) dejan a la vista las especiales necesidades que aún hoy tiene la antigua RDA:
la mayoría de los beneficiarios de los subsidios sociales a los más necesitados están ahí
la mayor parte de la población de jubilados (mayores de 65 años) vive ahí
la mayor proporción de zonas rurales sin apenas desarrollo industrial se encuentra ahí.
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