8.02.2013, 16:00
Foto: http://www.fas.org
China es la segunda potencial mundial que ha conseguido interceptar un misil balístico mediante un interceptor cinético, informó a finales de enero la agencia Xinhua.
El sistema de defensa antimisiles estratégica representa un tipo especial de armas. Un misil diseñado para abatir misiles intercontinentales o de medio alcance casi siempre tiene un costo más elevado que su blanco. Mientras tanto, para un resultado seguro, cada blanco debe ser atacado por dos o más misiles interpectores.
Todo parece indicar que en el sistema de defensa antimisiles chino que se está sometiendo actualmente a pruebas, es usado el misil interceptor KT-2, un modelo construido en base al misil continental DF-31 de combustible sólido. China no revela datos sobre el costo de sus armas estratégicas, pero se dispone de información sobre los misiles que se usan en los sistemas de defensa de EEUU.
Un antimisil GBI usado en el escudo GMD tenía un costo inicial de setenta millones de dólares, que tras una serie de modificaciones ascendió a noventa millones de dólares. Dada esta circunstancia, no puede tratarse de compras importantes de antimisiles, sino de adquisiciones esporádicas. En lo relativo a misiles de más potencia, destinados a interceptar misiles de largo alcance, se compran entre veinte y cincuenta unidades al año. Ni siquiera Estados Unidos que dispone de un presupuesto militar colosal puede permitirse más. Por ello, tampoco habría que esperar que China en estos momentos sea capaz de asumir unos gastos tan significativos.
Los sistemas de misiles son sólo parte del escudo antimisiles, una parte costosa, pero no la más importante. La mejor medida de defensa sigue siendo un ataque preventivo y la destrucción de los misiles antes de su lanzamiento. Y los antimisiles deberían destruir las pocas unidades que ha sido lanzadas, a pesar de todo.
¿Contra quién podría estar creando China su sistema de defensa antimisiles? Con toda seguridad, resultaría inútil contra EEUU y Rusia, porque el arsenal estratégico de China es demasiado pequeño y Pekín no tendría ninguna posibilidad de causar importantes daños a los arsenales de ambos países.
Es evidente que busca defenderse de los misiles de países asiáticos vecinos, cuyos arsenales de misiles y armas nucleares se encuentran en el estado del desarrollo. El rival más probable es la India, cuyas fuerzas estratégicas no son muy grandes, pero están orientadas a contener a China. Se considera que Nueva Delhi no tiene más que varias decenas de cargas nucleares. Y aunque la India está alcanzando importantes éxitos en la creación de misiles balísticos de medio alcance, su número tampoco supera varias decenas.
Merece la pena señalar que ni siquiera este arsenal se podría neutralizar únicamente con los medios del sistema de defensa antimisiles. El costo del misil balístico más caro y avanzado del que dispone la India, Agni 5, con un alcance de más de cinco mil kilómetros ascienden, según el Gobierno del país, a unos nueve millones de dólares, es decir, diez veces menos que el GBI. Y posiblemente varias veces menos que los del misil chino KT-2, capaz de interceptar el Agni 5. Tampoco existe la seguridad de que la intercepción se lleve a cabo con éxito.
China deberá invertir sumas colosales en los medios de reconocimiento espacial y de aviación, así como en los sistemas no nucleares, para poder neutralizar el potencial indio. La India, por su parte, debería desarrollar a un mayor ritmo su sistema de defensa antimisiles, que ha quedado desatendido durante mucho tiempo.
Es conocido también que Taiwán está desarrollando misiles balísticos de medio alcance, a pesar de que las tensiones entre la isla y el continente se han relajado. Si antes los misiles taiwaneses sólo podían alcanzar Shanghái, actualmente son capaces de llegar hasta la China central y, posiblemente, incluso hasta Pekín.
Corea del Sur está trabajando en la creación de misiles balísticos de hasta ochocientos kilómetros de alcance. Pakistán y Corea del Norte, por su parte, disponen de potentes arsenales de misiles de medio alcance y de armas nucleares. Ambos países mantienen con China relaciones de amistad, pero su futuro es impredecible, debido a la escasa estabilidad interna.
No es de sorprender que China, situada en una región tan poco estable, haya decidido crear su propio sistema de defensa antimisiles. Habría que tener en cuenta que su propósito incentivará a otros países de la zona a reforzar su potencial estratégico.
ach/kg/sn
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