Estados Unidos está comprometido a mantener su presencia en el Mar de la China, dijo el domingo el máximo funcionario militar de Washington durante una visita a Pekín, agregando que su país está preocupado de que las disputas por las aguas, ricas en recursos, lleven a conflictos serios.
China ha estado envuelta en una disputa con las Filipinas y Vietnam en los últimos meses por lo que cada Gobierno considera como intrusiones y reclamos ilegítimos en una zona marítima por la que pasan rutas navieras claves.
"Las preocupación, entre otras que tengo, es que los actuales incidentes puedan provocar un error de cálculo, y un brote que nadie haya anticipado", dijo el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, en el inicio de una visita de cuatro días a China.
"Tenemos una duradera presencia aquí, tenemos una responsabilidad perdurable. Nosotros buscamos apoyar firmemente la resolución pacífica de estas diferencias", dijo en una conferencia de prensa.
A pesar de la intranquilidad por las crecientes capacidades militares de China y su seguridad al reclamar aguas disputadas, las relaciones militares entre China y Estados Unidos se han descongelado en los últimos meses y el viaje de Mullen a China es considerado como una visita recíproca a la de su homólogo chino a Washington en mayo.
La visita del Jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Liberación (EPL), Chen Bingde, marcó las negociaciones de mayor nivel entre ejércitos desde que China cortó sus lazos a comienzos del 2010, molesta por los 6.400 millones de dólares en ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán, que Pekín considera como una provincia renegada.
Estados Unidos ha prometido que apoya a las Filipinas en el Mar de la China, que se cree que tiene grandes reservas de petróleo y gas. Pero Pekín insiste en manejar las disputas sobre la región en base una a una, antes que de manera multilateral, una estrategia que algunos críticos han descrito como "divide y conquista".
China, las Filipinas, Malasia, Brunei, Vietnam y Taiwán reclaman territorio en el Mar de la China. El reclamo de Pekín es el mayor, formando una enorme U sobre gran parte de los 1,7 millones de kilómetros cuadrados de océano, incluidos los archipiélagos Spratly y Paracelso.
ESTADOS UNIDOS "NO SE IRA"
China y Estados Unidos trataron el tema del Mar de la China en negociaciones en Hawái en junio, y el tema podría dominar la agenda de la próxima cumbre de ministros de Relaciones Exteriores de la Asociación de Países del Sudeste de Asia (ASEAN) en Indonesia.
El diario oficial en idioma inglés China Daily dijo el viernes en una editorial que la ASEAN no debería tolerar los intentos de fuerzas exteriores por interferir en disputas bilaterales, una crítica levemente velada a las promesas de Estados Unidos de apoyar a las Filipinas y sus propuestos ejercicios militares con Vietnam.
"La historia de Asia demuestra que las fuerzas externas nunca han trabajado con el corazón totalmente puesto en la paz y el desarrollo de Asia", declaró.
Pero Mullen, mientras enfatizaba el deseo de Estados Unidos de ver una solución pacífica a las disputas territoriales en el Mar de la China, también dijo que Washington no renunciaría a la región.
"Estados Unidos no se irá. Nuestra duradera presencia en esta región ha sido importante para nuestros aliados durante décadas y seguirá siéndolo", declaró Mullen.
Buques de Estados Unidos y China han estado involucrados en disputas en los mares frente a China en los últimos años, y Pekín se ha quejado reiteradamente sobre las patrullas de reconocimiento de Estados Unidos.
(Editado en Español por Ricardo Figueroa)