Miles de manifestantes opositores al Gobierno de Kirguistán rompieron los cordones policiales y se dirigieron al Parlamento ubicado en el centro de la ciudad de Biskek, según revelan los medios locales. También informan de que se oyen tiroteos en la zona y varios vehículos policiales han sido secuestrados por los opositores. Las tiendas y oficinas de la ciudad se están cerrando de manera urgente para evitar daños materiales relacionados con el caos que reina en la capital de este país.
Por su parte Moscú descarta las especulaciones difundidas por determinados medios de comunicación acerca de su vínculo con esta situación.
"Actualmente se emprenden intentos de falsificar la información y relacionar lo sucedido en Kirguistán con la política de Rusia en este país", informó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Grigori Karasin. "Esta información es absolutamente falsa y no tiene fundamento", recalcó el funcionario. Al mismo tiempo subrayó que Moscú insta a resolver cualquier problema que sea por vías pacíficas en el marco de las normas democráticas.
Anteriormente un grupo de manifestantes antigubernamentales tomó la sede de la Administración de la ciudad de Talas, lo que derivó en duros enfrentamientos con las fuerzas del orden. Ochenta y cinco policías resultaron heridos, según informa el primer ministro de Kirguistán, Daniyar Usenov, quien cataloga lo sucedido como "crimen estatal". Por ahora no hay una cifra exacta de los heridos entre la población civil.
Los opositores demandan el derrocamiento del presidente, Kurmanbek Bakíyev, y su Gobierno ya que les culpan de la corrupción y la extrema pobreza del país.
Los desórdenes y las detenciones comenzaron en la víspera de las asambleas populares convocadas por la oposición para hoy en todo el país para definir sus tácticas para conseguir la dimisión del presidente.
Bakíev, él mismo antiguo dirigente opositor aupado al poder por la Revolución de los Tulipanes, el movimiento democrático que derrocó en 2005 al entonces presidente, Askar Akáyev, es acusado de autoritarismo y corrupción.
RT
Se cumplen 9 días desde los dos sangrientos atentados en el metro moscovita. Siguiendo la tradición ortodoxa de honrar a los muertos, en su noveno día, Rusia recuerda a las víctimas de la tragedia.
Lubiánka.
La gente ha depositado flores y encendido velas en las estaciones Lubiánka y Park Kultury, donde el 29 de marzo se produjeron dos potentes explosiones. Como resultado de estos ataques terroristas, 40 personas fallecieron, y más de cien resultaron heridas. Todavía 83 afectados permanecen en los hospitales del país, 9 de ellos en estado grave.
El ministro de Exteriores colombiano también rindió homenaje a las víctimas de los ataques terroristas durante su visita oficial a Moscú. Jaime Bermúdez se ha desplazado a una de las estaciones dónde se produjeron las tragedias.
Park Kultury.
De este modo él se sumó a la larga lista de políticos que expresaron sus condolencias por el atentado. Anteriormente el ministro colombiano se había entrevistado con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Durante las negociaciones Bermúdez llamó a Rusia a invertir a la economía colombiana y a desarollar los lazos comerciales. También ambos diplomáticos han anunciado que Rusia y Colombia se apoyan uno a otro en la lucha contra el terrorismo.
Mientras tanto han identificado a la segunda terrorista suicida, que detonó una bomba en la estación Lubiánka del subterráneo de Moscú. Era una profesora de 28 años de la república rusa de Daguestán. RT ha entrevistado a los familiares de la mujer suicida.
Este hombre recibió por sms la foto de la terrorista suicida que se explotó en la estación Lubyánka del metro moscovita.
“Sé que es mi hija… no cabe duda… Hay tantas preguntas, pero ni una respuesta…”, dice él.
Mariam Sharipova, de 28 años, tenía dos hermanos. Se graduó en Psicología y durante casi 4 años se dedicó a la enseñanza. Su padre dice que era tímida, discreta, pero apasionadamente musulmana desde la niñez más temprana.
Tras la desparición de la Unión Soviética esta región donde predomina el islam se convirtío en cuna de grupos radicales, provenientes de todo Oriente Medio. Muchos mercenarios extranjeros acuden a este lugar en busca de dinero y gloria. Y entre ellos hay muchos líderes militares árabes.
Interpretaban el Corán como les convenía. Actuaban bajo el lema de la yihad, o Guerra Santa. Mariam desapareció un día antes de los atentados en Moscú. Las autoridades de Daguestán afirman que anteriormente se había casado en secreto con Magomed-Ali Vagabo, un líder insurgente de la república que fue preparado en Pakistán. Su padre dice que su hija no tenía ninguna conexión con los grupos terroristas. Pero según las fuentes, el líder insurgente encontró luego a otra mujer y decidió deshacerse de Mariam, incitándola a convertirse en una suicida.
Sus compañeros de trabajo dicen que era callada y reservada y nadie se podía imaginar que se convertiría en una terrorista.
“¡Estamos todos sacudidos por esta noticia! Nadie se lo esperaba de ella, teniendo en cuenta que trabajaba como docente”, afirma un colega.
El padre de Mariam sigue negando que su hija haya podido estar involucrada en los atentados de Moscú. “Es una profunda pena y una tragedia que haya estado allí… Cómo lo hizo, ya es otra cuestión. Ni siquiera dejó una nota ni nada…”.
Los crueles acontecimientos muestran que incluso las personas con educación y con muchas responsabilidades pueden llegar a morir en nombre del extremismo. El terrorismo internacional ha llegado hasta el Norte de Cáucaso.
RT
