La crisis nuclear en Japón sigue lejos de estar controlada. A última hora de este miércoles (hora española) la comisión reguladora para la energía nuclear de Estados Unidos ha anunciado que la piscina de combustible del reactor 4 se queda sin agua y los niveles de radioactividad se disparan, mientras que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirma que están dañados los núcleos de los reactores 1, 2 y 3.
¿Qué está sucediendo? ¿Cuál es el principal peligro? ¿Se está exagerando o los técnicos pecaron de optimistas? Intentamos responder todas estas dudas con la ayuda de los especialistas.
1. ¿Cuál es el principal riesgo a esta hora? Pese a lo que sucedía en las primeras horas, el principal foco de preocupación para los especialistas es en este momento es el reactor número 4 de la central. Tras el terremoto y posterior tsunami los técnicos se centraron en los reactores que estaban funcionando (1 , 2 y 3). Uno de ellos, el número 2, sufrió un daño en la piscina de supresión. Esto no significa que se dañara la vasija del reactor, sino un daño en una estructura llamada torus en forma de donut que contiene agua y que sirve para refrigerar. A través de esa grieta, explican los expertos, se puede filtrar la radiación del reactor, pero se va quedando en las paredes, tiene un muro de hormigón de por medio y sale al exterior paulatinamente."El camino que debe recorrer la radiación es más largo", asegura Pedro Ortego, ingeniero nuclear, "y cada vez que pasa va perdiendo intensidad". Es un daño grave pero el núcleo no está directamente expuesto y se puede intentar controlar enfriándolo, aunque lleve mucho tiempo y se emita bastante radiación.
¿Puede fundirse el núcleo de este reactor? Los ingenieros nucleares, con la información que tienen, creen que se está refrigerando por la parte externa del acero y esto evitaría que se fundiera por la parte inferior.
Con el paso de las horas, curiosamente, la situación empeoró en los reactores que estaban parados en el momento de la catástrofe. En este caso el foco de peligro no estaba en los reactores sino en las piscinas de combustible, el lugar donde se almacena el uranio usado en el reactor y que aunque es menos activo, se almacena en una cantidad muy superior. Este combustible suele estar "protegido" y enfriado por 8 metros de agua, pero en el reactor 4 se descubrió que el nivel estaba bajando y se sospecha que sea a consecuencia de una grieta provocada por el terremoto o por alguna explosión.
El aumento de temperatura paulatino provoca que el uranio quede al descubierto y comience a emitir radiación. En este caso no estamos ante una radiación que tiene que pasar varios niveles, como en el reactor 2, sino que queda directamente expuesta al exterior. "Aquí todo lo que salga va al aire", explica Eduardo Gallego, profesor de ingeniería nuclear de la UPM, "no hay posibilidad de poner filtros". Es por eso que se han hecho intentos de refrigerarlo con grandes chorros de agua.
Las últimas noticias son que la piscina de combustible del reactor 4 se ha vaciado y se ha detectado un aumento notable en el nivel de radiación.
La otra preocupación son los reactores 5 y 6, que también se van calentando por problemas de refrigeración y si van perdiendo agua pueden encontrarse en unas horas en una situación similar salvo que consigan enfriarlas. Los técnicos trabajan en enviar agua e incluso manejan provocar algún agujero para desalojar el hidrógeno y evitar explosiones.
¿Se podía haber evitado esta situación? El procedimiento de sacar el combustible del reactor a la piscina está estandarizado desde hace años. Después de cuatro o cinco años se traslada y se almacena en seco sin peligro. El problema es que hay combustible almacenado de cuatro o cinco núcleos, y aunque el uranio es usado y tiene menos actividad sigue siendo peligroso. ¿Se podría revisar este procedimiento por seguridad en un futuro? Quizá se pueda acelerar el proceso o buscar nuevas maneras de impedir esta situación, nos indican.
2. ¿Cuál es el peor escenario posible? Las noticias son muy malas y hablan de daños a distinta escala en todos los reactores. La contaminación que viertan al exterior puede venir de los dos focos que hemos señalado: que se funda un reactor (trabajan para que no se produzca) y que las piscinas de combustible emitan radiación de forma masiva al exterior. En cualquier caso será un proceso lento y que durará semanas, no una catástrofe repentina.
- Caso 1. ¿Que pasa si se funde un reactor o varios? En tal caso, el núcleo no cuenta - como se había especulado en un primer momento - con una protección llamada "Core Catcher"(algo así como sujeta-núcleos) que impediría la filtración del combustible fundido hacia el subsuelo. En el peor de los casos se filtraría a las aguas y la zona quedaría contaminada por muchos años, con lo que habría que impedir el acceso a la población.
- Caso 2. Las piscinas de combustible pueden ir descargando paulatinamente material radiactivo y la dispersión de estas partículas dependerá de dónde vaya el viento. Si va al océano no habrá problema, si se dirige tierra adentro las autoridades han tomado la precaución de desalojar a la población en un radio suficientemente grande 20-30 km) para que haya daños directos. "Según han respondido las autoridades", indica Gallego, "la población está muy a salvo". Lo normal en este escenario es que hubiera traslados de poblaciones temporales pero difícilmente se desalojaría una ciudad como Tokio, entre otras cosas porque cuanto más lejos llega la nube radiactiva más se diluye. "A distancias como están las grandes ciudades", aventura Ortego, "el impacto va a ser inapreciable"."Depende de lo que haga la lluvia o el viento", asegura Gallego, "pero 20 km se considera suficientemente amplio".
En cualquier caso hay que destacar que no se trataría de una nube como la de Chernóbil, donde la mitad de un reactor saltó por los aires y el fuego provocó que la radiación subiera a mucha altura en la atmósfera. "Aquí el proceso está yendo poquito a poco", nos indican, "y a nivel del suelo".
3. ¿Empeora la situación el hecho de que haya seis reactores juntos? En principio los daños de un reactor no tienen por qué afectar al reactor contiguo, pero lógicamente el hecho de tener tantos focos de atención contribuye a empeorar la situación. "Es como si en vez de tener un enfermo en la UCI, tienes seis", dice Gallego.
4. ¿Por qué se construyó una central junto al mar en una zona de riesgo de tsumanis? Algunas primeras fuentes nos indicaban que las centrales nucleares necesitan la presencia abundante de agua y Japón tiene pocos ríos y no muy caudalosos. Esta versión, nos indica Ortego, no tiene sentido puesto que se pueden construir torres de refrigeración, si bien son más caras. Siendo "tsunami" una palabra japonesa, ¿por qué no se previó una circunstancia así? En opinión de Ortego, el problema es que este tsunami ha desbordado todas las previsiones. De hecho, los reactores estaban en una cota alta, preparados para una ola de seis metros, pero no de diez. "El tsunami también ha arrasado ciudades", explica Gallego, "la pregunta también sería entonces si es prudente vivir al lado del mar". Sin embargo los expertos sí creen que habría que reevaluar los parámetros de diseño para este tipo de centrales junto al mar.
5. ¿Estaba la central preparada para terremotos como éste?
Aunque la central no estaba preparada para un terremoto de semejante magnitud, parece que los reactores aguantaron bien y que el problema vino cuando el agua del tsunami se llevó por delante los generadores diesel de la central. Según cables diplomáticos obtenidos por WikiLeaks y difundidos este miércoles por el diario británico "The Daily Telegraph", laOrganización Internacional de la Energía Atómica (AIEA) advirtió hace dos años al Gobierno de Japón del riesgo de que sus centrales nucleares no aguantaran terremotos de gran magnitud. La contestación de Tokio, informa EFE, fue comprometerse a mejorar el nivel de seguridad de todas sus centrales atómicas, y se creó un centro de respuesta rápida en la central de Fukushima, pero los documentos aseguran que el peor escenario que se estableció como hipótesis fue un terremoto de magnitud 7.
El ingeniero nuclear Eduardo Gallego entiende esa sensación que se ha extendido entre la opinión pública de que hubo imprevisión, pero insiste en que la clave está en el nivel de este terremoto. "Para eso no se diseña", asegura, "nunca se diseña para lo imposible". "Si diseñásemos para un terremoto nivel 10 sería todo tan caro y tan imposible que no se podría construir", explica. "Hay que definir que nivel de seguridad queremos".
6. ¿Habría resistido una central más moderna un terremoto y tsunami como estos? Los dos especialistas consultados coinciden en señalar que la proporción del terremoto y posterior tsunami es tal, que difícilmente la soportarían sin daños otros reactores más actuales. "Algunos reactores de diseño avanzado tienen sistemas de seguridad pasivos. Convección de aire entre una doble pared, depósitos de agua que se pueden descargar por gravedad...", señala Gallego. "Pero ha sido tan complicada que decir eso lo veo aventurado".
7. ¿Por qué no se ha subido la escala INES? El nivel del accidente sigue estando en 4, aunque las autoridades nucleares francesas han pedido que se eleve a 6. Esta decisión depende de los japoneses pero en las circunstancias actuales parece claro que hemos subido de nivel. "Si se confirma que ha habido una brecha en la contención del reactor 2 estamos ya a nivel 5, eso está claro" dice Ortego. Para Gallego "sin duda esto es un nivel 5 y tiene probabilidades de llegar al 6".
¿Puede llegar al nivel 7, el mismo de Chernóbil? Para ello tendría que haber víctimas y la población se la ha quitado del escenario desde los primeros días, explican. A diferencia de lo que hicieron en la Unión Soviética, las autoridades japonesas han tomado todas las medidas. En Chernóbil no se evacuó hasta muy tarde, no se dieron tabletas de yodo a la población. "La gestión externa es modélica", asegura Gallego.
8. ¿Qué niveles de radiación están sometidos los 180 trabajadores? ¿Se les puede llamar "liquidadores"?
Los "héroes" de Fukushima, como ya les llaman algunos, están recibiendo alrededor de 2 milisievert por hora, y trabajan por turnos para no superar los límites. Por supuesto llevarán la correspondiente protección que, si bien no les protege de la radiación, evita que estén expuestos una vez que salgan de la zona cuando lleguen a su límite. Llamarlos"liquidadores", como se llamó a las personas que intentaron sofocar el desastre de Chernóbil, es exagerado, según Ortego, porque los soviéticos "iban de uno en uno con una pala y retiraban el escombro, y el núcleo estaba en la calle". "Indudablemente", explica Gallego, "están asumiendo un riesgo, igual que un bombero acepta entrar en un edificio en llamas", pero las diferencias con Chernóbil son muchas, además de que el núcleo no está expuesto. "Los operarios japoneses son personal entrenado y saben lo que hacen", dice. "En Chernóbil no sabían a lo que iban".
9. ¿Han sido demasiado optimistas los técnicos en sus previsiones?
Muchos ciudadanos tienen estos días la sensación de que los que saben del tema, los físicos e ingenieros nucleares, minimizaron el impacto que iba a tener el accidente en las primeras horas. “Los que estábamos aquí”, explica Gallego, “estábamos pendientes de la información que nos daban y casi toda trataba de ser tranquilizadora. “Pero sí”, admite, “yo creo que han pecado de una cierta sobrevaloración de sus capacidades”. La falta de datos ha provocado confusión en los propios ingenieros españoles y muchos expertos más que minimizar, trataban de explicar que la catástrofe que se proclamaba aún no se podía proclamar, aunque no restaban gravedad a los hechos.
10. ¿Se deben revisar los protocolos de seguridad nuclear?
“Entiendo que haya que hacer unos test de estrés como los que se han hecho a la banca”, admite Ortego. “Me parece perfecto y vamos a colaborar todos a que se haga y estoy bastante seguro del resultado”. “Desde luego lo que habrá que hacer es reevaluar la seguridad para ver si tenemos que mejorar algo, pero no cuestionarlas, porque son seguras y lo eran hace una semana”. Hay muchas voces que creen que no.