Foto: RIA Novosti
El Salón Aeronáutico Internacional de Farnborough 2012, a las afueras de Londres, fue inaugurado sin los "Russkie Vitiazi" (Campeadores Rusos).
Por primera vez en muchos años los visitantes del salón no verán las actuaciones del célebre grupo de pilotaje de Rusia. La participación de toda la delegación rusa en el salón aeronáutico, por problemas con la obtención del visado en la embajada británica, estaba en suspenso.
La delegación rusa recordará durante mucho tiempo Farnborough 2012, especialmente los altos cargos y aquellos que debían presentar los aparatos de combate. Debido al papeleo burocrático en la Embajada británica les retuvieron las visas. Algunos expertos consideran que en este caso estaba mezclada la política y, de tal manera, Gran Bretaña trata de castigar a Moscú por su postura sobre Siria, inconveniente para Occidente. Otros contemplaron en el comportamiento del servicio de visas una presión comercial: presuntamente querían librarse de Rusia en Farnborough, por ser un rival incómodo. Si lo fuera por el escándalo armado en la prensa y la intervención de la Cancillería rusa, la actual edición de Farnborough podría quedarse sin la posibilidad de ver los últimos logros de la construcción aeronáutica militar rusa.
En primer lugar se trata de los cazas polivalentes de generación “4++” Su-35 y el Mig-35, del caza bombardero Su-32 y asimismo del avión de entrenamiento y combate Yak-130, que los espectadores y compradores potenciales podrán ver en acción. Las exhibiciones del Yak-130 serán el debut extranjero, dice el subjefe de departamento de la corporación Irkut, Serguei Sokut:
—Los rivales van a la zaga de Rusia en la creación de semejantes aviones. El Yak-130 permite al piloto hacer en la cabina de su avión de entrenamiento y combate todo lo que sentirá en la cabina del caza de nueva generación. Se trata de la velocidad, maniobrabilidad, de la visualización de las informaciones en la máquina. A la vez, el costo de la preparación del piloto en el Yak-130 resulta varias veces inferior, que si volase en un avión de combate de verdad. Las peculiaridades más importantes del Yak-130 son la variada composición de los armamentos, que en algunos tipos de conflictos permite utilizar este aparato para los combates con pequeños objetivos aéreos y asimismo para abatir objetivos terrestres.
Pero los fabricantes rusos se proponen despertar el interés de los visitantes de Farnborough no sólo con maquinaria militar. Los expertos afirman que también se centrará la atención en los aviones civiles, particularmente el avión de pasajeros MS-21 “Irkut”, el avión anfibio Be-200, y, obviamente, la nave de pasajeros Sujói SuperJet-100. El accidente sufrido en Indonesia el 9 de mayo por un SuperJet-100 no deberá influir en el interés por este avión, estima el director del servicio analítico de la Agencia Aviaport, Oleg Panteléiev:
—Ha transcurrido cierto tiempo desde la catástrofe en Indonesia. Durante estos meses ningún cliente, que ya había contraído compromisos contractuales con la compañía productora, no desistió de sus intenciones de adquirir esta nave. Además, en el salón no se exhibirá uno de los aparatos de prueba, sino un avión fabricado en serie, que realiza vuelos regulares bajo la bandera de la compañía “Aeroflot – Línea Aéreas Rusas”.
En Farnborough se exhibirán asimismo ingenios espaciales rusos. La corporación espacial ruso Energía presentará en el salón copias de modelos de la Estación Espacial Internacional en su configuración 2016 y una nave de nueva generación, que debe sustituir a las naves Progress. La nueva nave no llevará alas y tendrá un módulo de regreso de uso múltiple.
Lamentablemente, esta vez los espectadores no verán en el cielo de Londres a los “Russkie Vitiazi”. Por cuestiones burocráticas el grupo de pilotaje no pudo volar a Farnborough. Hace poco más de veinte años los “Vitiazi” de Rusia causaron furor en Gran Bretaña. Seis Su-27, del grupo “Russkie Vitiazi” recientemente formado, pasaron a baja velocidad en vuelo rasante sobre la residencia de la Reina Madre en Escocia. El grandioso vuelo fue entonces altamente valorado por toda la familia real.