Una noticia difundida desde la locuacidad de un directivo de FADEA, el nuevo nombre de la ex Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, sobre consultas que la empresa mantiene con diversos productores internacionales para fabricar piezas, componentes de helicópteros, hizo correr la nueva sobre el interés en materiales de procedencia china, entre ellos el helicóptero liviano Z-11.
Años atrás una de estas máquinas recorrió el país para interesar a organismos e instituciones en sus capacidades técnicas y operativas. Con los colores del Ejército Argentino, fue extensamente probado por los expertos aviadores militares, varios de ellos veteranos de guerra, quienes dieron un demoledor veredicto en cuanto a sus prestaciones. Como sabemos, el Z-11 es una copia –legal o no- del helicóptero francés Ecureuil, con menores prestaciones, costo similar al original galo, con lo que no justifica la inversión en una aeronave copiada y sin garantía de posventa, máxime cuando ni siquiera se conoce fehacientemente si es un producto legal o no lo es.
La inmediata reacción de la delegación comercial francesa en la región fue un duro cuestionamiento sobre las supuestas licencias de este producto de Pekín, incluso en los medios de prensa locales. El informe negativo del Ejército del Aire fue lapidario y definitivo y solamente un negocio político podía lograr que esta aeronave pudiera ingresar al servicio en alguna de las FFAA.
La durísima negativa de la fuerza terrestre, sobre la base de una evaluación técnica rigurosa, dio por tierra con la historia del Z-11.Para más el EA está negociando la llegada de una partida de helicópteros usados para tareas de enlace y reconocimiento AB-206 italianos, que aún con sus palas gastadas son mejores que el producto chino y con más facilidades de mantenimiento y adquisición de toda la cadena logística. En varias oportunidades a lo largo de la historia, la planta aeronáutica de Córdoba se interesó en las máquinas de vuelo vertical.
Alguna vez se firmó un pre acuerdo con Agusta para producir máquinas A-109 y piezas para otros modelos también, en otro momento, se firmó para montar bajo licencia los Bell 212. Nada de esto fructificó y pasó a ser una anécdota más entre tantas de la amarga vida de esta industria nacional. Los fuertes intereses chinos en el país,
China es uno de los principales clientes de Argentina, provocan rumores o comentarios sobre posibles adquisiciones bajo el paraguas de un crédito de proporciones que permitiría compras de material bélico de magnitud y de todo tipo. Por ahora, y en vista de los resultados a través de los años, podemos suponer que será una nueva intención, una más…de las tantas operaciones comerciales fallidas de la hoy FADEA, para más con un vendedor del calibre de la potencia asiática, especialistas en cuentos chinos.
Luis Piñeiro http://www.defensa.com/
Publicado por Sergio Arocha