El ejército chino contará este año con un 12,7% más de presupuesto para acometer la modernización de equipos y tropas, según anunció hoy el gobierno comunista del país asiático. La partida defensiva pasará así de 58.100 millones de euros el año pasado a 65.570 millones en 2011, aunque otros gobiernos vecinos, y también el Pentágono, han señalado en el pasado a Pekín por publicar sólo una fracción de su presupuesto militar.
Según los analistas, China trata de equiparar su poderío militar a la velocidad con la que crece su economía y su influencia en el mundo, pero también como respuesta a la presencia militar de Estados Unidos en la región del Pacífico.
A pesar de que el Ejército de Liberación Popular (ELP) es la mayor fuerza marcial del mundo por número de efectivos –con alrededor de 2,3 millones de reclutas-, Pekín insiste en que su naturaleza es puramente defensiva.
También suele destacar que el presupuesto de sus fuerzas armadas es una fracción del estadounidense. En febrero, el Pentágono anunció una partida récord de 553.000 millones de dólares (396.230 millones de euros) para el año fiscal 2012.
Sesión legislativa anual en Pekín
La partida anunciada por Pekín para el próximo ejercicio supone regresar a los aumentos de doble dígito efectuados durante la última década, después de que el crecimiento del presupuesto marcial se rebajase a un 7,5% en 2010.
El anuncio llega a 24 horas de la apertura de la Asamblea Nacional Popular, el principal órgano legislativo del país, que se reúne en la capital una vez al año para aprobar las principales leyes del país comunista. En esta ocasión, el denominado 'parlamento chino' debe votar las líneas maestras de la política económica y social para el próximo lustro, recogidas en el duodécimo Plan Quinquenal del país comunista.
El despertar militar de China es fuente de ansiedad entre sus vecinos y en Washington, que mantiene acuerdos de defensa con varias naciones de la región, incluidos Japón, Corea del Sur y Taiwán, la isla autogobernada que China reclama como propia.
Japón: 'Causa de preocupación'
India, vecina también de China y situada en el escenario mundial como otra potencia emergente de influencia creciente, gastará este año en asuntos militares un 11,6% más que en 2010, cuando el aumento del presupuesto militar se situó en un 7,6%.
Por su parte, Japón, que a pesar de mantener un ingente intercambio comercial con la segunda economía del mundo mantiene unas delicadas relaciones diplomáticas con Pekín, ha sido el primero en expresar su preocupación. El secretario del ejecutivo nipón, Yuki Edna, señalaba el jueves que "la creciente actividad y la modernización del ejército por parte de China es, junto con la falta de transparencia, una causa de gran preocupación".
El J-20, un caza camuflable a los radares de fabricación china, fue presentado por el ELP hace poco más de un mes coincidiendo con la visita a Pekín del secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, que insite en que la presencia militar estadounidense en el Pacífico resulta "esencial" para frenar la agresividad de China.
Una pujante industria defensiva trabaja en el país asiático en el desarrollo de sistemas de misiles avanzados y la construcción del que será el primer portaaviones del país, un vacío histórico que resulta sangrante para un ejército con voluntad de superpotencia.
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