Rossiyskaya gazeta
El primer prototipo del nuevo tanque ruso estará listo en 2013
El general Vladímir Chirkin, comandante en jefe del Ejército ruso de Tierra, confirmó que los plazos anunciados para el desarrollo y la fabricación del carro blindado ruso de nueva generación serán cumplidos, escribe hoy el periódico gubernamental Rossiyskaya gazeta.
“Hoy está desarrollándose a ritmo acelerado un carro de combate de nueva generación a base del módulo ‘Armata’. Se espera que el primer prototipo sea creado en 2013 y que desde 2015 el tanque empiece a completar los arsenales del Ejército ruso”, declaró el general.
El proyecto está a cargo de la empresa Uralvagonzavod, considerada el mayor fabricante mundial de carros de combate, que está ubicada en la ciudad de Nizhni Taguil (provincia de Sverdlovsk, región de los Urales). Los recursos financieros se destinan en el marco del Programa Nacional de Armamento hasta 2020.
Ya a principios del año en curso, el director de la empresa, Oleg Siyenko, comunicó que los principales sistemas del nuevo tanque se habían sometido a pruebas.
El nuevo tanque Armata destacará por sus características técnicas y tácticas nuevas. En particular tendrá un cargador automático con 32 proyectiles de distinto tipo y podrá disparar en plena marcha. Los canales de comunicación estarán bien protegidos de las interferencias que producen los medios radioelectrónicos del enemigo.
Además, el control se efectuará desde una cápsula blindada en el tanque de gran resistencia al impacto directo. La tripulación, instalada en esta cápsula, estará separada del compartimiento del motor y de las municiones. Según los diseñadores de Armata, esto ofrece una protección adicional a la tripulación y multiplica las probabilidades de supervivencia del propio vehículo en el escenario de operaciones.
La separación de los compartimientos y la alta resistencia a las explosiones de minas y proyectiles fueron las principales exigencias del Ministerio ruso de Defensa respecto al nuevo material bélico para el Ejército de Tierra.
Debido a la gran resistencia a los impactos, estos tanques podrían necesitarse en cantidades inferiores a las previstas por la estrategia militar contemporánea.
Según el servicio de prensa de Uralvagonzavod, si las pruebas del nuevo tanque se realizan con éxito y finalizan en los plazos previstos, las tropas terrestres de Rusia pueden incorporar a sus arsenales 2.300 vehículos de este tipo hacia 2020.
Nezavisimaya gazeta
Defensa planea destinar unidades del Ejército a las operaciones en el Cáucaso Norte
El Ministerio ruso de Defensa estudia la posibilidad de destinar unidades del Ejército para participar en los operativos especiales que se llevan a cabo en el Cáucaso Norte por las fuerzas del Ministerio del Interior y los servicios secretos, escribe en su edición de hoy el periódico Nezavisimaya gazeta.
Según las fuentes del diario en el departamento militar, estos planes se deben al aumento del número de bajas entre los militares. Solo durante la última semana de agosto de 2012 en la región murieron 15 soldados y oficiales, 11 fueron heridos. Estas cifras se igualan a las que reportaba el ejército a principios de la década de 2000, durante la segunda guerra chechena (1999 - 2009).
La decisión definitiva está aún por tomarse, pero según informó uno de los funcionarios del ministerio, “si los ataques contra los militares rusos en el Cáucaso continúan, el departamento militar está dispuesto a participar en las operaciones contra los grupos subversivos”.
A juzgar por la experiencia de años pasados, se podría tratar de unidades especiales de la Dirección General de Inteligencia (GRU), adjunta al Estado Mayor del Ejército ruso, integradas por militares profesionales.
Lo corrobora el teniente general Yuri Netkáchev, anataño Comandante adjunto del Grupo de las Fuerzas Rusas en Transcaucasia: “La misión principal del Ejército es, desde luego, rechazar la agresión externa. Sin embargo, la actividad de los grupos subversivos, especialmente en Daguestán (república norcaucásica rusa) se ha intensificado últimamente, por lo cual es posible e incluso conveniente que las unidades del ejército apoyen a las fuerzas del Interior”, comentó el experto.
Cabe recordar que desde el agosto de 1999, cuando comenzó la segunda guerra chechena y el ejército ruso entró en la república de Daguestán, vecina de Chechenia. Limitando con el mar Caspio por oriente, y fronteriza con Chechenia por occidente, Daguestán fue invadida por grupos guerrilleros chechenos y mercenarios bajo el mando del jefe guerrillero Shamil Basáev y el mercenario de origen árabe Amir Hattab. Entonces, fue el Estado Mayor del Ejército el que coordinaba las operaciones antiterroristas en el territorio de la región.
Además, el Ministerio de Defensa instituyó en Chechenia 46 comandancias, que cumplían también las funciones de administración local. Solo en 2004, tras concluirse la fase activa de la guerra, la lucha contra la subversión se fue transfiriendo paulatinamente al Ministerio del Interior. A partir de 2006 las unidades del ejército dejaron de participar en las operaciones antiterroristas en el Cáucaso Norte.
“El nuevo brote de subversión y el aumento del número de bajas ponen de manifiesto que en el Cáucaso del Norte la guerra continúa y está lejos de su fin. Parece que la participación de las unidades del Ejército podría mejorar la situación temporalmente. Pero las causas de la guerra son de índole religiosa, social y económica, así que tendrán que ser solucionadas por métodos humanitarios en lugar de los militares”, señala el experto ruso, historiador Vladimir Popov.
Novie izvestia
Rusia está dispuesta a conceder ayuda financiera a Chipre
Rusia aprobó un crédito a Chipre por un monto de 5.000 millones de euros, escribe hoy el periódico Novie izvestia.
Según la información publicada por los medios de comunicación de Chipre, hace varios días las autoridades del país recibieron la confirmación sobre la toma de esta decisión política por parte de Rusia. Ahora se espera el anuncio oficial de Moscú.
Los expertos destacan que el dinero que se asigna al país, que junto con otros países europeos vive tiempos difíciles, puede ser gastado en balde. El estado isleño puede resultar incapaz de devolver las deudas. Pero parece que el apoyo político para Chipre es un argumento más importante para el Kremlin, especialmente teniendo en cuenta los intereses de altos funcionarios y empresarios rusos en las llamadas ‘empresas offshore’ de Chipre.
A finales de junio pasado, el Gobierno de Chipre solicitó a la UE asistencia financiera para recapitalizar la banca local y reforzar los presupuestos de Estado. Pero posteriormente el presidente de de Chipre, Dimitris Christofias, declaró que las condiciones del nuevo crédito ofrecidas por Rusia eran más favorables para la economía chipriota que las que estaban discutiendo con los fondos anticrisis de la zona del euro, vinculadas siempre a la necesidad de introducir las medidas de austeridad y reducir el déficit presupuestario.
La economía de Chipre sufre enormes dificultades. La deuda pública del país aumenta drásticamente, los ritmos de crecimiento se ralentizan y el Producto Interno Bruto (PIB) de Chipre es de 18.000 millones de euros. El Banco de Chipre, así como el Banco Popular de Chipre sufrieron enormes pérdidas vinculadas a su posesión de bonos griegos. Si Chipre no recibe ayuda financiera, entrará en la bancarrota.
A principios de julio, el gobierno de Chipre se dirigió a Rusia para pedirle un crédito de 5.000 millones de euros.
El año pasado, Rusia ya otorgó a Chipre un crédito de 2.500 millones de euros a una tasa de interés del 4,5% anual por cuatro años y medio. En aquella época, Rusia ofreció a Chipre una tasa de interés más baja, en comparación con la de 15% anual que pedían los países europeos.
Varios expertos creen que Rusia debería otorgar este nuevo crédito a Chipre porque su cantidad no es muy alta para el presupuesto ruso, mientras que puede causar un buen efecto político, en particular reforzando el papel de Rusia en la respectiva región y mejorar sus relaciones con Chipre.
Según otros expertos, se podría estar más tranquilo si el mundo no estuviera ante la amenaza de una nueva oleada de la crisis económica. El Gobierno ruso está desarrollando medidas anticrisis dirigidas a salvar a la economía rusa y a cumplir sus obligaciones sociales. En estas condiciones, la concesión de créditos a otros países supone un cierto riesgo.
RIA Novosti no asume la responsabilidad por los artículos de prensa