Alfredo Embid
Una estrategia de los medios de desinformación masiva es no publicar nunca (o hacerlo de forma fragmentaria y sesgada) las opiniones de los que han sido estigmatizados como “malos”.
Por ello es importante saber lo que opinan los responsables del gobierno libio y darles la palabra.
Desde el comienzo de la fraudulenta operación “humanitaria” estuvo bien claro para muchos que se trataba de una forma de apoderarse completamente de las reservas de hidrocarburos libios (las más importantes de África) a pesar de que desde 2004 el gobierno había abierto a las compañías occidentales su explotación.
Pero este no es el único motivo y probablemente tampoco es el más importante.
La guerra contra Libia es una catástrofe económica para África y para Libia.
Mohammed Siala, Ministro de Cooperación y Director del fondo soberano libio en una entrevista de la Red Voltaire
[1] expone algunos de esos otros motivos para la agresión y a la vez describe hechos sobre la cooperación solidaria de su país con el resto del continente que no son conocidos e incluso se ocultan sistemáticamente. El título “La guerra contra Libia es una catástrofe económica para África y para Libia” ya es sugerente de que el objetivo de esta intervención no es solo Libia si no toda África y así es.
Foto: Mohamed Tahir Siala ministro de Cooperación y administrador del fondo soberano de Libia.
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El ministro resalta aspectos ocultados en occidente de la economía libia en relación con la africana. "Creamos la Autoridad Libia de Inversiones para proteger las riquezas de las futuras generaciones".
Un tipo de preocupación que brilla por su ausencia en los dirigentes occidentales y cuyo mejor ejemplo es la locura nuclear con la que comprometen su futuro.
Explica como Libia ha invertido más de 6.000 millones de dólares para fomentar el desarrollo de África en sectores básicos como la agricultura, el turismo, el comercio, la minería, etc.
En otro artículo de este boletín tienes el detalle de como Libia ha sido la pieza fundamental en el desarrollo de los sistemas de telecomunicaciones independientes de África.
[3]Libia ha financiado la construcción de carreteras, a través del Níger, a través de Sudán conectándolo con Eritrea, esta construyendo un ferrocarril que recorra todo el norte de África, en el que colaboran China y Rusia y otro transcontinental norte-sur.
Siala explica: "Nuestro objetivo es, en primer lugar, la autosuficiencia alimentaria de cada Estado africano y, sólo después de eso, la exportación”.
Por ejemplo, Libia ha financiado el cultivo de arroz en Mozambique y en Liberia, la construcción la irrigación de zonas agrícolas en Malí, la elaboración completa del café que produce Uganda.
Foto: Irrigación de zonas agrícolas en Mali
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Todo esto se ha detenido y no por casualidad, es uno de los objetivos de la intervención.
Como explica Mohammed Siala; “uno de los motivos de la guerra contra Libia es detener el desarrollo del continente africano, para permitir la instalación de la base militar de EE.UU. Africom en la Cirenaica, y lanzar la explotación colonial de África para el beneficio de los Estados Unidos.”
La rapiña del siglo: el asalto a los fondos soberanos libios
El geógrafo Manilo Dinucci ha mantenido (y sigue escribiendo) desde el comienzo del conflicto líbio una excelente columna en el periódico Il manifesto que ha sido reproducida en numerosos medios de contrainformación de muchos países.
Dinucci fue uno de los que desde el comienzo denunció que “A diferencia de Egipto y Túnez, sin embargo, el levantamiento libio se planificó y organizó con anterioridad.”
En el artículo “La rapiña del siglo: el asalto a los fondos soberanos libios”
[5] muestra como la apropiación de los fondos soberanos libios eran uno de los objetivos de la guerra.
En febrero 2011, Estados Unidos congeló 32.000 millones de dólares y la Unión Europea hizo lo mismo 45 000 con millones de euros del dinero libio depositado en sus bancos.
“El dinero congelado en los bancos occidentales representaba una amenaza para el monopolio del Banco Mundial y del FMI al financiar proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo. Ahora, en cambio, ese dinero sigue «trabajando», aunque ya no en forma de inversiones sino de garantías bancarias, y en provecho de los occidentales”.
Libia había efectuado inversiones para fomentar el desarrollo en más de 25 países de África la mayoría en el África subsahariana, y tenía previsto aumentarlas en los próximos 5 años, en sectores productivos y en el establecimiento de los 3 órganos financieros creados por la Unión Africana, cuyo desarrollo les haría independientes del Banco Mundial y el FMI y “pudiera significar el fin del franco CFA, la moneda que 14 ex colonias francesas todavía se ven obligadas a utilizar.”
No hay que sorprenderse ya que desde el comienzo de su revolución, Libia intentó que se crearan los Estados Unidos de África y que el continente se independizase de la dictadura colonialista que lo desangraba. Ese proyecto nunca fue abandonado.
Ahora la situación se ha puesto peor aún, llegando a límites surrealistas. Según acuerdos recientes ese dinero libio congelado por los bancos occidentales, servirá para seguir financiando a los “rebeldes” en contra del gobierno al que se le ha robado.
¿Por qué un cambio de régimen en Libia?
Ismael Hossein-Zadeh, profesor de economía de EE.UU. en su artículo ¿Por qué un cambio de régimen en Libia? se centra también en los aspectos de guerra económica.
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Recuerda que la población libia disfrutaba de las mejores condiciones de vida de África según datos de la ONU antes de la agresión. Por ejemplo: “El gobierno proporciona a todos los ciudadanos atención médica gratuita y ha conseguido una gran cobertura en las áreas de salud más básicas”.
¿Propaganda del dictador Gadafi?
No
Como en Cuba y en Venezuela en Libia la sanidad es gratuita y esa política ha tenido sus resultados.
La esperanza de vida era de 74,5 años, la más alta de África.
La tasa de mortalidad infantil era de 17 muertes por 1000 nacimientos, más baja que en la supermultimillonaria Arabia Saudita que es de 21.
Ahora esto se ha acabado gracias a la intervención humanitaria de la OTAN.
Libia ha conseguido este bienestar para la mayoría de su población, resistiéndose a entrar en el orden del FMI, manteniendo el control estatal de sus recursos petroleros y la propiedad pública de su banco central.
Pero el gobierno libio también ha hecho cosas mucho mas graves:
Libia ha promovido un Fondo Monetario Africano en Yaoundé (Camerún) donde los países occidentales están excluidos que sustituiría totalmente las actividades en África del Fondo Monetario Internacional.
Además de un Banco Central Africano que imprimiría moneda en Abuja, Nigeria y un Banco de Inversiones Africano en Sirte (Libia).
Libia ha utilizado el dinero del petróleo en promover proyectos de comercio, desarrollo e industrialización a nivel africano como ya explicó su Ministro de cooperación anteriormente. Por ejemplo, gracias a la financiación Libia, África consiguió su primer satélite de comunicaciones en 2007 y con la ayuda de China y Rusia un segundo en 2010.
Y eso no es todo.
Además ha hecho crecientes acuerdos comerciales y de inversión más allá de África con los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
Foto: Consejero de Estado chino Tang Jiaxuan (R) y Mohammed Siala, entonces viceministro de Relaciones Exteriores de Libia en Beijing, capital de China, 24 de enero de 2008.
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Solo con China Libia tenía 50 grandes proyectos y contratos por valor de 20.000 millones de dólares según el ministro libio.
[8] Al inicio de la intervención occidental China tuvo que evacuar a sus más de 30.000 trabajadores.
Dinucci ha resaltado también desde el comienzo que el objetivo geopolítico de la intervención apunta incluso más allá de África y en especial a China.
“La creciente potencia asiática, con la presencia en África de cerca de 5 millones de gerentes, técnicos y trabajadores, construye industrias e infraestructuras a cambio de petróleo y otras materias primas. EE.UU., que no puede competir en ese terreno, puede utilizar su influencia sobre las fuerzas armadas de los países africanos importantes, que entrena mediante el Comando África (AFRICOM), su principal instrumento para la penetración del continente.”.
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Esta creciente confrontación, entre China y EE.UU. está alimentando un clima de tensión peligroso. Al contrario que Europa y los EEUU que siguen acumulando sangrientas guerras coloniales como la que está en curso actualmente en Libia, China ha utilizado siempre medios pacíficos y comerciales para extender su influencia y aprovisionarse de materias primas en otros continentes.
Pero no está claro cual será su actitud en el futuro si se la sigue estrangulando económicamente. Su anuncio hace unos meses de que “toda nueva injerencia de Estados Unidos en Pakistán será interpretada como un acto no amistoso contra China”, apoyado por el envío de aviones de combate a este país
[10], es un claro indicio de ello.
La guerra contra Libia también es una guerra contra los europeos
Las inversiones libias para la autosuficiencia alimentaria en África, para el desarrollo del continente, para que los productos se elaboren localmente y los comercialicen los propios africanos son fundamentales para crear empleos locales y por lo tanto también son beneficiosas para los ciudadanos europeos.
Pero el robo perpetrado por los bancos occidentales ha paralizado estos proyectos.
Como explica el ministro Siala "Si el congelamiento se mantiene, habrá rápidamente un problema de alimentación y la población reanudará y acelerará la migración hacia Europa."
Tiene razón.
Lo que beneficia a las multinacionales europeas no beneficia forzosamente a los europeos. Beneficia a sus super ricos propietarios y al complejo militar industrial, pero no a los trabajadores.
Los europeos deberían recordar esto y no prestar su inconsciente apoyo a esta nueva guerra colonialista disfrazada de humanitaria que va en contra de los intereses de la mayoría de la población.
Referencias
[1] La guerre contre la Libye est une catastrophe économique pour l'Afrique et l'Europe
[5] La rapiña del siglo: el asalto de los voluntarios a los fondos soberanos libios
Manlio Dinucci. Red Voltaire | Roma (Italia) | 22 de abril de 2011
[8] La guerra contra Libia es una catástrofe económica para África y para Europa.
Thierry Meyssan . Red Voltaire | Tripoli (Libye)
[9] En camino a la nueva partición de África. Libia en el gran juego. Manlio Dinucci
Il Manifesto/Global Research. Il Manifesto, 25 de febrero de 2011. Traducido del italiano por John Catalinotto.
La guerra contra Libia es una catástrofe económica para África y para Libia
Entrevista de la Red Voltaire a Mohammed Siala, Ministro de Cooperación y Director del fondo soberano libio.
Thierry Meyssan
Entre los objetivos de la guerra contra Libia se cuentan detener el desarrollo de África, permitir la instalación de la base militar del AfriCom estadounidense en Cirenaica y emprender la explotación colonialista del continente africano en beneficio de Estados Unidos. Para una mejor comprensión de esos objetivos, que nunca se mencionan, la Red Voltaire entrevista a Mohammed Siala, ministro de Cooperación y administrador del fondo soberano de Libia.
Foto: Mohammed Siala recibe a los investigadores de la Red Voltaire
© Mahdi Darius Nazemroaya / Red Voltaire
Red Voltaire: Libia es un país rico en gas y petróleo. Este país creó la Autoridad Libia de Inversiones, con un capital de 70 000 millones de dólares. ¿Cómo utilizan ustedes ese capital?
Mohammed Siala: Es cierto que disponemos de importantes recursos, pero no son renovables. Así que creamos la Autoridad Libia de Inversiones para proteger las riquezas de las futuras generaciones, como por ejemplo los noruegos. Sin embargo, dedicamos parte de esos fondos al desarrollo de África. Eso significa que hemos invertido más de 6 000 millones de dólares en [la realización de] acciones [a favor del] desarrollo del continente [africano] en sectores como la agricultura, el turismo, el comercio, la minería, etc.
El resto de los fondos lo hemos invertido en diferentes sectores, en diferentes países, en diferentes monedas, en todas partes, incluso en Estados Unidos y en Alemania, lo cual, desgraciadamente, les ha permitido congelar parte de esos fondos.
Red Voltaire: ¿Cómo se aplica ese congelamiento en el plano técnico?
Mohammed Siala: El congelamiento de los fondos se rige por las leyes bancarias de los países donde se encuentran. La regla es que congelan nuestras cuentas, pero podemos lograr que [los fondos] sean liberados si llevamos el litigio ante un Comité de Reclamaciones y podemos probar que estaban destinados a determinados fines. Por ejemplo, en este momento acabo de argumentar el descongelamiento de fondos destinados al otorgamiento de becas a los 1 200 estudiantes que hemos enviado a Malasia. Estamos tratando de hacer lo mismo con todo lo que tiene que ver con las subvenciones sociales o con los gastos de hospitalización de nuestros ciudadanos en el extranjero.
Algunos países nos autorizan a utilizar fondos para la compra de alimentos o de medicamentos. En principio, estamos en nuestro derecho, pero muchos se niegan a descongelar las sumas necesarias o demoran el proceso. Por ejemplo, en Italia, el Estado nos niega toda forma de utilización de nuestros fondos. En Alemania, el Estado nos autoriza su uso con fines humanitarios, pero algunos bancos se niegan a descongelar los fondos necesarios. Las interpretaciones de la resolución son completamente diferentes según los Estados. Nosotros exigimos una regla clara: lo que se permite está autorizado y lo que no, está prohibido. Por el momento, la interpretación es política y se está imponiendo la fuerza en lugar del derecho.
Red Voltaire: ¿Es el único problema que están enfrentando ustedes para garantizar el aprovisionamiento?
Mohammed Siala: También estamos enfrentando el bloqueo marítimo que la OTAN ha implementado y que carece de toda base legal. Impiden la llegada de nuestros suministros o los retrasan, incluyendo los envíos de alimentos. Se esfuerzan ante todo por impedir que obtengamos gasolina, aunque eso no está estipulado en las resoluciones de la ONU.
Hace un mes que tenemos un barco cargado de petróleo en espera en Malta. Por cada barco nos cuestionan la doble utilidad de lo que transporta. La gasolina es para los vehículos civiles, pero ellos dicen que también puede servir para los vehículos del ejército. Nosotros les respondemos que no tienen derecho a impedir que utilicemos nuestras ambulancias, etc.
En todo caso, desde el comienzo del conflicto nos impiden el aprovisionamiento en gasolina y nosotros dependemos de las refinerías extranjeras para garantizar alrededor de la tercera parte de nuestras necesidades. Eso es lo que ha generado la actual escasez. Teóricamente, sólo tienen derecho a inspeccionar los barcos para garantizar que no transporten armas. En la práctica, sin embargo, han desplegado ilegalmente un bloqueo marítimo.
Han impedido el paso a barcos rusos y chinos. Esos Estados deben presentar una denuncia al Comité de Sanciones de la ONU para cuestionar la interpretación de las resoluciones. Es un procedimiento interminable y disuasivo. No existe ninguna base legal que los autorice a actuar así, pero lo están haciendo por la fuerza, seguros de su impunidad.
A pesar de todo, nosotros logramos obtener suministros por vía terrestre, pero eso es ínfimo. Se necesita un mes para transportar por camión todo lo que podríamos descargar en nuestros puertos en un solo día.
Red Voltaire: Libia ha emprendido numerosas construcciones en materia de infraestructura, como las gigantescas obras de irrigación del Man Made River.
Red Voltaire: ¿Qué proyectos están en vías de realización?
Mohammed Siala: Existe una vía de ferrocarril que recorre el norte de África, exceptuando Libia. Nosotros queremos completarla para integrarnos a la economía regional y hacerla más dinámica. Los chinos están construyendo el tramo entre Túnez y Sirta y los rusos están a cargo del tramo que va de Sirta a Benghazi. Había una negociación en marcha con Italia sobre el tramo Benghazi-Egipto y las locomotoras. También habíamos emprendido la construcción de una vía transcontinental norte-sur, con el tramo Libia-Yamena. Son inversiones considerables y de interés nacional y creíamos que podíamos contar con la ayuda del G8. Ya nos lo habían prometido y nos tomaron desprevenidos.
Somos duros en cuestiones de negocios y recurrimos al sistema de licitaciones para que los aspirantes a la obtención de los contratos tengan que bajar sus precios. Durante su visita a nuestro país, Vladimir Putin estuvo de acuerdo en alinear las tarifas de las empresas rusas con las de sus competidoras chinas. Así logramos una diversificación de nuestros asociados.
Red Voltaire: ¿Qué va a pasar con esos proyectos ahora que hay guerra?
Mohammed Siala: Todos esos trabajos están detenidos por causa del congelamiento de nuestros fondos. Pero seguimos adelante con las licitaciones para los tramos que quedan porque estamos seguros de que la guerra es una cuestión momentánea y que los trabajos van a reanudarse. Estamos preparándonos para continuar con los contratos temporalmente interrumpidos por razones de «fuerza mayor».
Nuestros asociados están desesperados con el problema de la guerra. Los chinos tienen aquí contratos por un monto de 20 000 millones de dólares y los turcos por 12 000 millones. Les siguen los italianos, los rusos y los franceses. Esta agresión no favorece sus intereses, y todavía menos su participación en ella. Es probable que algunos hayan recibido compensaciones por debajo de la mesa, pero no tenemos información precisa sobre ese tema. Otros esperan beneficiarse más conquistando nuestro país y se atribuyéndose a sí mismos los contratos de reconstrucción.
Red Voltaire: ¿Qué consecuencias tiene para África el congelamiento de los fondos libios?
Mohammed Siala: Al bloquear nuestros fondos han bloqueado también nuestras acciones en pro del desarrollo de África. El continente no logra exportar otra cosa que productos no elaborados. Nosotros invertimos para que esos productos se elaboren en África y para que los comercialicen los propios africanos. Se trata de crear empleos y de mantener la plusvalía en África. Por un lado, los europeos nos animan [en ese sentido] porque esa política disminuye el flujo migratorio. Pero por otro lado se oponen porque tienen que tendrían que renunciar a la explotación colonial.
Los occidentales quieren mantener a África en posición de exportador de productos no elaborados, de materias primas.
Por ejemplo, cuando el café que produce Uganda se exporta hacia Alemania, donde finalmente se comercializa, la plusvalía se queda en Alemania. Nosotros hemos financiado instalaciones que permiten realizar la torrefacción del café, molerlo, empaquetarlo, etc. La remuneración de los ugandeses pasó así del 20% al 80%. Claro, nuestra política entra en conflicto con la de los europeos. Y eso es un eufemismo.
Nosotros financiamos el cultivo de arroz en Mozambique y en Liberia a razón de 32 millones por cada proyecto, y creamos en cada caso 100 000 empleos. Nuestro objetivo es, en primer lugar, [alcanzar] la autosuficiencia alimentaria de cada Estado africano y, sólo después de eso, la exportación. No cabe duda de que eso no le conviene a los que producen y exportan arroz, sobre todo si lo utilizan para especular.
También construimos carreteras, por ejemplo, desde Libia a través del Níger. Ya conectamos Sudán con Eritrea, lo cual constituye un gran cambio para la economía regional y abre perspectivas de desarrollo. Ahora es posible la circulación de mercancía por carretera y por mar.
Red Voltaire: ¿Puede decirse que Libia tiene pocas alianzas diplomáticas pero que ustedes han establecido alianzas económicas que los protegen? ¿Podemos hablar de una diplomacia de las inversiones?
Mohammed Siala: Sí.
Por ejemplo, nosotros dedicamos 50 millones de dólares a financiar la construcción –por empresas chinas– de un canal de 32 kilómetros para la irrigación de zonas agrícolas en Malí.
El congelamiento de nuestros fondos interrumpe importantes proyectos agrícolas en ese país. Si [el congelamiento] se mantiene, habrá rápidamente un problema de alimentación y la población reanudará y acelerará la migración hacia Europa. En definitiva, los europeos no pueden darse el lujo de detener nuestro trabajo a favor del desarrollo del continente [africano]. No tienen ninguna alternativa que ofrecer ante nuestra política.
Red Voltaire: ¿Disponen ustedes de algún sistema que les permita pagar sus pedidos al mercado internacional a pesar del congelamiento de sus fondos? Su país está siendo agredido, así que me refiero, por supuesto, a la compra de armas y municiones.
Mohammed Siala: Ya llevamos 4 meses y medio de resistencia. Nosotros aprendimos la lección del embargo y ya estábamos preparados desde el primer día. Muchos Estados nos observan y ellos también quieren tomar medidas similares para protegerse del imperialismo.
Thierry Meyssan
Fuente :
La guerra contra Libia es una catástrofe económica para Africa y para Europa.
Thierry Meyssan . Red Voltaire | Tripoli (Libye)