Publicado: 07 dic 2011 | 12:53 MSK
Última actualización: 07 dic 2011 | 19:16 MSK
El Ejército ruso empieza a tomar las medidas de carácter técnico-militar anunciadas por el presidente del país, Dmitri Medvédev, como respuesta al despliegue del escudo antimisiles de EE. UU. en Europa. Moscú asegura que estos pasos no afectarán a los compromisos internacionales con sus socios.
"Rusia no quiere una nueva carrera armamentista, aunque nos están forzando a empezarla", anunció el jefe del Estado Mayor General de Rusia, el general Nikolái Makárov.
En un encuentro anual con los agregados militares internacionales en Moscú, el general explicó que Rusia está dispuesta a reaccionar "de manera adecuada" al desarrollo de la situación con el sistema antimisiles en Europa. Agregó que "algunos elementos del escudo, por ejemplo en Polonia, ya pueden amenazar a nuestro potencial nuclear estratégico".
El problema, según el jefe del Estado Mayor General, es que "Estados Unidos no hace más que asegurar que el sistema antimisiles no amenaza a Rusia" pero sin dar garantías jurídicas.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, por su parte, aseguró que la instalación de armamento en la región de Kaliningrado, en particular, no violará los acuerdos que tiene Rusia con sus socios internacionales.
"En los últimos años hemos retirado mucho armamento pesado y ahora vamos a sustituirlo con armas modernas", dijo el canciller, destacando que dicha región es "territorio soberano ruso".
Según Lavrov, el diálogo con la OTAN – ahora prácticamente paralizado – puede reiniciarse si la Alianza empieza a tomar en consideración los intereses y propuestas de Moscú, pero de momento "la situación no provoca optimismo".
La respuesta de Medvédev
El pasado 23 de noviembre, el presidente Medvédev había comunicado que Rusia podría salir del Tratado ruso-estadounidense de reducción de armas estratégicas ofensivas si Estados Unidos sigue adelante con su política en Europa sin prestar atención a las propuestas de Moscú. Entre las medidas concretas enumeró:
- La puesta en funcionamiento del sistema de alerta de ataques de misiles ubicado en la ciudad de Kaliningrado (puerto ruso en el Mar Báltico enclavado entre Lituania y Polonia).
- El fortalecimiento de la defensa de objetos estratégicos de armamento nuclear.
- El equipamiento de los misiles balísticos estratégicos con complejos capaces de superar el escudo antimisiles.
- El desarrollo por parte de las Fuerzas Armadas rusas de medidas que permitan eliminar sistemas de información y de control del escudo.
- La instalación de misiles móviles Iskander, tanto en el oeste como en el sur de Rusia, para poder responder al potencial del escudo estadounidense en Europa.
En su declaración sobre el escudo, el mandatario ruso reiteró que en todo caso Moscú está abierta al diálogo sobre este tema. Recordando esta parte del discurso, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció este 7 de diciembre que la Alianza también prefiere negociar y dijo que es preferible "no invertir el dinero en un enemigo imaginario". Para Rasmussen, un posible escenario para el diálogo es la cumbre de Chicago (EE. UU.), en mayo de 2012.