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China, Rusia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, varios países árabes y hasta la oposición siria deploraron los ataques de Israel del viernes y de ayer, que en éste último caso tuvieron por blanco el complejo de investigaciones militares de Jamraya, que ya había sido atacado por Israel en enero pasado.
El gobierno sirio no dio una cifra de muertos o heridos en los bombardeos, pero la prensa estatal dijo que provocaron "víctimas", sin dar más detalles.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres, dijo que al menos 42 soldados sirios murieron en el ataque en Jamraya, el segundo israelí en Siria en 48 horas, luego de que el viernes bombardeara instalaciones militares en el aeropuerto de Damasco.
El gobierno israelí no confirmó oficialmente su relación con los bombardeos, pero la prensa local e internacional citó a múltiples funcionarios israelíes que hablaron "en off" y que afirmaron que los ataques buscaron impedir el envío de armas de avanzada israeníes a Hezbollah, enemigo de Israel y aliado de Irán y Siria.
Aún sin admitir haber estado detrás del bombardeo, el gobierno y el ejército israelíes buscaron hoy rebajar las tensiones con Siria e insistieron con que no se busca debilitar a Al Assad ante la insurgencia, que está hegemonizada por grupos islamistas más hostiles a Israel que el mismo gobierno de Siria.
No obstante, por las dudas, el ejército israelí desplegó dos baterías de su sistema antimisiles en el norte de su territorio.
"Junto a la disposición y al alerta, siempre es bueno prepararse y entrenarse... pero no hay vientos de guerra", dijo hoy a periodistas el jefe de la comandancia militar del norte de Israel, general Yair Golan, informó la agencia de noticias DPA.
Por la tarde, el ejército israelí informó que dos cohetes disparados desde Siria cayeron hoy en los Altos del Golán, territorio capturado por Israel a Siria en 1967.
El ejército dijo que el bombardeo no provocó heridos y que al parecer estuvo vinculado con la guerra civil en Siria y no con la versión de los ataques aéreos israelíes.
Un legislador israelí cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu dijo hoy que la meta de Israel es "mantener armas de avanzada lejos de Hezbollah y evitar tensiones con Siria".
"Así que si hay actividad, entonces es sólo contra Hezbollah y no contra el régimen sirio", dijo Tsahi Hanegbi a Radio Israel.
Hezbollah disparó unos 4.000 cohetes contra Israel durante una guerra en 2006, y el Estado judío cree que el movimiento islamista libanés posee decenas de miles de misiles.
Sin embargo, el canciller sirio, Wallid al Moallem, reafirmó hoy la posición de su gobierno de que los ataques israelíes buscan envalentonar a la insurgencia que quiere derrocar a Al Assad desde hace más de dos años, en el marco de un conflicto cuyas víctimas mortales ya superan las 70.000, según cálculos de la ONU.
"La agresión criminal israelí contra sitios de Siria demuestra la naturaleza de los objetivos que vinculan a Israel con los grupos terroristas de Siria", dijo el canciller durante una conversación telefónica con su par de Rusia, Serguei Lavrov, según informó la agencia de noticias estatal siria SANA.
Al Moallem acusó a Israel, Estados Unidos y Europa occidental de querer debilitar a Siria y de complicidad en el derramamiento de sangre y la violencia en su país, agregó SANA.
"Siria tiene el derecho, conforme a la ley internacional (...), de responder a tales agresiones", añadió el canciller.
Ayer, el ministro de Información sirio, Omran al-Zohbi, prometió también una "respuesta" a los bombardeos israelíes, a los que calificó de "declaración de guerra".
Irán, que ayer condenó los ataques, desmintió hoy que el arsenal que Israel atacó en Siria proceda de su país.
"Es pura propaganda y guerra religiosa, pues Siria no necesita apoyo militar de Irán y puede defenderse por sí sola", dijo el vicecomandante de las Fuerzas Armadas iraníes, Massud Yayeri.
En Siria, el principal bloque opositor, CNFROS, condenó el ataque en un comunicado que acusó a Al Assad de hacer que el Ejército sirio esté luchando contra su propio pueblo y a la vez de ser demasiado débil para defender el país.
"El momento del ataque es sospechoso, pues da al régimen el tiempo suficiente para apartar la atención de los crímenes y las masacres que está cometiendo en la región costera", dijo CNFROS.
El ataque desató hoy fuertes reacciones de la comunidad internacional e hizo subir los precios del petróleo.
Tras la condena del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la Unión Europea (UE) dijo hoy que observa "con gran preocupación" la situación en Siria, según un comunicado de la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton.
China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, llamó a todas las partes a salvaguardar la paz y la estabilidad en la región y a evitar cualquier acción que pudiera provocar una escalada de la situación.
Por su parte, Lavrov dijo a al Moallem que Rusia está "especialmente preocupada" por los recientes ataques aéreos de Israel, informó la agencia de noticias rusa Interfax.