Por Leonel Rodríguez y Aurelio Tomás para LA NACION
Una de las naves más modernas de la fuerza (??????) cayó en Santiago del Estero durante una maniobra de entrenamiento
El A4-AR, tal como quedó después de estrellarse ayer a la mañana. Foto: Gentileza El Liberal
Un avión de la Fuerza Aérea, del tipo Douglas A4-AR, uno de los más modernos de la flota militar, se estrelló ayer en el Aeropuerto Vicecomodoro Ángel de la Paz Aragonés de Santiago del Estero. La aeronave biplaza, parte del último material adquirido por la Argentina, quedó completamente destruida, pero sus dos pilotos lograron salvarse, gracias a que se eyectaron.
El siniestro ocurre en un contexto en el que se sucedieron varios episodios que exhiben el progresivo deterioro del material de las Fuerzas Armadas, como los incidentes con la corbeta Espora en Sudáfrica y el hundimiento del Santísima Trinidad en Puerto Belgrano. Parte importante de la flota de aviones A4-AR, las últimas aeronaves que compró el país, están en depósito por falta de presupuesto.
La unidad siniestrada forma parte de una compra de 36 aviones (sólo 4 de ellos biplaza) en un acuerdo con los Estados Unidos, concretado en 1995, por valor de 282 millones de dólares, durante el gobierno del ex presidente Carlos Menem. El objetivo original era adquirir cazas F-16 más modernos, pero finalmente esta operación no se concretó.
La modernización de los aviones fue realizada por la empresa Lockheed Martin, que adquirió la actual Fábrica Argentina de Aviones ubicada en Córdoba, que tras 15 años de gestión privada fue renacionalizada en 2010. La aeronave tiene los instrumentos más avanzados de la Fuerza Aérea.
Los pilotos David Machado, mayor de la Fuerza Aérea, y el teniente Esteban Bossi salvaron su vida gracias a las modernas sillas eyectoras del A4-AR, a pocos segundos de la colisión del avión.
El doctor Juan Carlos Vittar, encargado del SEASE 107, afirmó por Radio Exclusiva que los dos pilotos fueron trasladados al hospital Ramón Carrillo de la capital santiagueña "con politraumatismos varios, pero en estado de total conciencia, lo cual es un buen aliciente", y anticipó que "su mejoría será satisfactoria".
El hecho generó gran conmoción en la zona y movilizó a una importante cantidad de unidades de bomberos. El accidente, según pudo saber LA NACION, ocurrió durante un ensayo previo a iniciar una operación de patrullaje rutinario, como parte de la operación Fortín II. Los pilotos intentaban realizar una maniobra de acercamiento a pista, simulando un aterrizaje que debía interrumpirse, aplicando plena potencia con los trenes de aterrizaje desplegados. En ese momento sufrieron una parada de motor a 50 metros de la superficie y debieron activar los mecanismos eyectores.
"El avión venía muy bajo y tuvieron pocos segundos para accionar el sistema de eyección. Los paracaídas sólo se abrieron en el momento en el que los pilotos estaban por tocar tierra. Por esa razón sufrieron un duro golpe que, sin embargo, no les provocó heridas de peligro", informó una fuente de la Fuerza Aérea. La investigación de las causas del fallo se encuentra "bajo secreto de sumario". Esta misma fuente afirmó que la aeronave en cuestión había cumplido todas las reglas de mantenimiento, pero admitió que el material militar aéreo argentino está en franco deterioro.
En diálogo con LA NACION, el ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena evaluó que, a pesar de que no conoce los pormenores, este incidente tiene "como telón de fondo los incidentes con los barcos de la Armada y un presupuesto militar del 0,9 por ciento del PBI, lo que nos deja con Surinam en el puesto más bajo de la región". Con este presupuesto, evaluó el ex ministro, "es imposible el mantenimiento del material. Además, entre un 85 y un 90 por ciento del presupuesto se dedica a sueldos".
Jaunarena confirmó también que "la mayoría de los A4-AR se encuentran en tierra, y lo mismo ocurre con la totalidad de los Mirage, porque ya no hay repuestos en el mundo, al tratarse de un modelo obsoleto".
Además, afirmó que una situación similar se da con los aviones de carga, "de los cuales tan sólo uno o dos, dependiendo del momento, están en condiciones de volar". Recordó como ejemplo "cuando ocurrió el accidente de los gendarmes que volvían en autobús de Cerro Dragón, la opción del traslado en tierra se había tomado porque no había ninguna aeronave disponible en ese momento".
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