Por Dr. Ismail Salami
De la guerra silenciosa a las armas ruidosas, de las operaciones encubiertas a las operaciones abiertas, el gobierno de EE.UU. ha recurrido y recurrirá a cualquier medio posible, en sus esfuerzos por incapacitar a una nación cuyo pecado es la naturaleza misma de su política de no sumisión a la fuerza.
En línea con su guerra silenciosa contra Irán, un tribunal de EE.UU. en Manhattan puso en rídiculo a la justicia, emitiendo una sentencia en rebeldía en contra de Irán, y acusó a Teherán de estar involucrado en los ataques
terroristas del 11/9, una acusación que está en marcado contraste con la razón, en vista de la gran cantidad de evidencias que apuntan con fuerza y lógica, al papel conjunto de la CIA y el Mossad en el trágico incidente.
La yuxtaposición de Irán con los talibanes y Al Qaeda, es un movimiento tremendamente deliberado, pensado para arrastrar aún más a Irán a los márgenes del aislamiento, por un lado y para influir en la simpatía de la comunidad internacional a apoyar una invasión liderada por Estados Unidos a Irán, por el otro .
Cada vez que hay una nueva acusación contra Irán, no se debe ignorar el papel destacado que el lobby sionista juega en la materia. También en este caso, un bufete de abogados de Birminghan, financiado por los sionistas, tuvo un papel importante que desempeñar para contribuir a la urdimbres y tramas de este complot. Entre los ocho bufetes de abogados que conspiran en este caso, se encuentra Wiggins Childs Quinn & Pantazis. .
Dennis Pantazis, un abogado, de estrechas relaciones con los sionistas, dice, “Hemos trabajado durante ocho años, consultando a cientos de expertos en inteligencia, analizando miles de documentos e informes y viajando a tres continentes y varios países para entrevistar a testigos oculares. El fallo reafirma que no importa cuán grande o poderoso sea el mal, siempre va a ser revelado. ”
Con abundantes conexiones en los EE.UU., el régimen sionista ha financiado al bufete de abogados de Birmingham desde hace ocho años “para establecer en el fallo, que Irán ha sellado los pasaportes de 10 de los secuestradores, un detalle que habría alertado a las
autoridades de EE.UU. del alcance de sus viajes por el mundo. ”
En la declaración de su alegato, Pantazis muestra una extraordinaria cantidad de fuerte insolencia, acusando a los niveles más altos del gobierno iraní de tener conocimiento y financiar los atentados, acusando también a la nación iraní de ser promotora y profesional del terrorismo.
“¿Qué entristecedor fue haberme dado cuenta de que esto no fue un acto aislado de unos pocos radicales trastornados, sino un esfuerzo concertado por miles de personas, incluyendo el estado de una nación, Irán. No creo que este caso sea una denuncia contra la gente de una cierta fe, sino más bien una acusación a los extremistas de ciertas sociedades, incluyendo a los países que usan el terrorismo como parte de su política pública “.
Esclareciendo como pudo ser, sus conclusiones se basan en las entrevistas que realizó con los “desertores de las agencias de inteligencia de Irán”, es decir, los miembros anti-Irán de la MKO, que están ampliamente catalogados como un grupo terrorista y que siempre está disponible para corroborar las acusaciones dirigidas contra la República Islámica.
El tribunal de Manhattan decidió a fines de diciembre, que Irán y Hezbollah directamente financiaron materialmente y apoyaron a al-Qaeda en los ataques, por lo que fueron señalados como legalmente responsable por daños y perjuicios, a un monto a determinar, ante los miembros de las familias.
Cualquier persona con un poco de conocimiento político es conciente de las actividades terroristas del MKO, quienes cumplieron la tarea de asesinar a sus propios compatriotas que van desde figuras políticas a los combatientes voluntarios que lucharon por su país durante los ocho años de guerra entre Irak e Irán Es fácil imaginar qué tipo de truco barato ha realizado este griupo terrorista anti-iraní, respaldado por Estados Unidos, y que “la henna es carente de cualquier color válido” como dice el proverbio persa.
Las actividades de sabotaje y espionaje de los EE.UU. van en aumento en Irán. El sábado, 17 de diciembre, el Ministerio de Inteligencia de Irán arrestó a un espía de la CIA de origen iraní, frustrando así una complicada trama dirigida a la realización de actividades de espionaje en el país. El agente de la CIA, Amir Mirzaei Hekmati, confesó el domingo que se unió al Ejército de los EE.UU. en 2001 y recibió entrenamiento en inteligencia sofisticada. Según su confesión, había sido enviado a la base aérea de Bagram, dirigida por Estados Unidos en Afganistán, para recibir información clasificada antes de viajar a Teherán. Su misión era, al parecer, infiltrarse en un aparato de inteligencia de Irán. Hekmati se había reunido con agentes de inteligencia iraníes tres veces, cumpliendo con su misión, sin saber que había sido identificado.
Aparte de la guerra silenciosa de EE.UU. contra Irán, que gradualmente se va revelando en todas las áreas imaginables, como las acciones de sabotaje a los sistemas informáticos de inteligencia iraní contratando espías y asesinos,
Washington otra vez renueva la amenaza de una invasión
militar contra el país. Cada bit de información inventada se convierte en una herramienta en manos de los belicistas de EE.UU. y los sionistas para darle entusiamos y gusto picante a la afirmación de la amenaza que representa Irán para la comunidad internacional.
Un ejemplo de tales amenazas insolentes vino del General Martin Dempsey,
jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., que ha dicho recientemente que Washington estaría dispuesto a participar en un conflicto con Irán, si el presidente
Barack Obama diera la señal, diciendo que los
militares de EE.UU. han llegado a un punto en el que están listos para ejecutar la fuerza contra Irán si es necesario. En una entrevista con los medios de comunicación
estadounidenses en Afganistán, dijo, “Estamos examinando una serie de opciones. Estoy satisfecho de que las opciones que estamos desarrollando están evolucionando a un punto que serían ejecutables en caso necesario.”
Sólo recientemente, Leon Panetta,
Secretario de Defensa de los EE.UU., había dicho: “No se descarta ninguna opción para impedir que Irán desarrolle un arma
nuclear”.
Además, el general Dempsey reveló que había estado silenciosamente detrás de los bastidores, realizando los preparativos para un ataque contra Irán, y agregó que una guerra con Irán tendría consecuencias trágicas.
“Mi mayor preocupación es que (Irán) pueda calcular mal nuestra decisión. Cualquier error de cálculo podría significar el ingreso a un conflicto, que sería una tragedia para la región y el mundo”, dijo.
Sin embargo, cuando se le preguntó si el ejército de EE.UU. estuvo recopilando información sobre Irán a través de aviones espía sobre un probable ataque (en referencia a los aviones no tripulados espía que Irán acaba de derribar), se negó a hacer comentarios.
Por el contrario, Dempsey puso de relieve el papel del Mossad israelí en la recopilación de información sobre Irán y dijo: “No hay garantías de que los israelíes informarán a los EE.UU. antes de lanzar un ataque.”
La guerra silenciosa de EE.UU. contra Irán ya no es silenciosa. Gradualmente, se está convirtiendo en ruidosa y ensordecedora. De hecho, la literatura amenazante de Washington cierra la ventana para cualquier diálogo significativo con Irán. Además, los más altos niveles en Washington han decidido: están empeñados en causar el peor infierno y llevar el fin del mundo a la región e Irán esta seguro de conjurar un Gólgota ante sus ojos.
Dr. Ismail Salami es un autor y analista político iraní. Escritor prolífico, ha escrito numerosos libros y artículos sobre Medio Oriente.