La primera década del siglo XXI se cierra con unas Fuerzas Armadas chinas más modernas y ágiles, que avanzan a grandes pasos hacia una mayor capacidad de proyección de fuerza. Aunque el Anschluss de Taiwán continúa destacando entre sus posibles objetivos, éstos son ahora mucho más amplios y ambiciosos. En el haber figuran algunos episodios que podrían haber alertado a sus vecinos y promovido su rearme. Una gran incógnita es si Beijing conseguirá que la Unión Europea levante su embargo armamentístico.
Una reforma militar en marcha.
Contemplando el año, y la década, que nos han dejado, es evidente que las Fuerzas Armadas chinas han cambiado, y mucho. Su volumen de tropas es más reducido pero el nivel educativo de éstas mucho más elevado. Se esfuerzan en alcanzar un nivel tecnológico puntero y una agilidad que les permita desplegar rápidamente fuerzas a miles de kilómetros de distancia.
Las lecciones de operaciones como Tormenta del Desierto continúan muy vivas entre sus máximos responsables, que han abandonado la mayoría de premisas ideológicas maoístas, que priorizaban el número de efectivos, la defensa en profundidad, y el combate asimétrico.
Rusia, embarcada también en una reforma militar de gran magnitud y enorme trascendencia histórica, observa con atención la experiencia china.
Una capacidad de proyección de fuerza en aumento. Las "Nuevas Misiones Históricas" fijadas por el presidente Hu Jintao en 2004 "para el nuevo siglo" exigen poder desplegar y sostener logísticamente una fuerza a grandes distancias.
En el mar, la lucha contra la piratería somalí ha permitido a China adquirir una valiosa experiencia. A lo largo del 2010 Beijing ha mantenido de forma permanente una flotilla de dos destructores (u otros buques de superficie) más un buque de apoyo logístico en la zona. Al ser considerados los piratas, como en tiempos romanos, "hostis humani generis" (enemigos de la humanidad), este despliegue no ha sido visto con suspicacia, sino juzgado como un paso adelante en la integración de China en el concierto internacional, con las responsabilidades que ello implica.
A nivel de transporte aéreo, destacan dos acontecimientos. En primer lugar la evacuación con éxito de 1.300 nacionales de Kirguistán en junio, durante los graves disturbios étnicos que azotaron el país. En segundo, las maniobras de la Shanghai Cooperation Organization Peace Mission 2010, llevadas a cabo en Kazajistán, y en las que China demostró una capacidad embrionaria de repostaje en vuelo.
Sin embargo, son claros retos para el futuro reforzar dicha capacidad, así como la de transporte de tropas y equipo por aire, aun muy limitada.
La capacidad de transporte de tropas anfibias, que se estima en una brigada, es también insuficiente para operaciones de gran envergadura.
Nuevas tecnologías al servicio de las Fuerzas Armadas chinas. El año ha comprendido una larga sucesión de noticias (en algunos casos más bien rumores) sobre dichos avances tecnológicos. Podemos destacar:
. Los misiles balísticos anti-buque (ASBM), que según palabras del almirante Robert F. Willard, comandante de las fuerzas norteamericanas en el Pacífico (COMPACOM), han sido objeto de "numerosos ensayos" y disponen ya de una "capacidad operativa inicial". Su función podría ser retrasar y hacer muy costosa la asistencia norteamericana a Taiwán en caso de guerra, ganando tiempo para imponer una solución política al conflicto.
. El batiscafo tripulado "Jiaolong" (en el folklore chino, dragón acuático de forma cambiante), que el 13 de julio descendió hasta los 3.759 metros en el Mar del Sur de China. Diseñado para alcanzar los 7.000 metros, podría aportar una capacidad clave en campos que van de la inteligencia al minado, pasando por actividades civiles como la exploración del Ártico, ese oscuro objeto de deseo chino.
. Los portaaviones, con algunas fuentes señalando que China ya estaría construyendo el primero, y otras apuntando a una opción más modesta consistente en finalizar el Varyag, vendido por Kiev sin acabar tras la caída de la Unión Soviética. Supondrían sin lugar a dudas un salto de primera magnitud en la capacidad china de proyección de fuerza, pero su coste de oportunidad es enorme y podrían despertar fuertes recelos en Asia y Washington.
. La misión humanitaria de tres meses del buque hospital "Anwei" (Arca de la Paz), de la clase 920 Daishandao, por Bangladesh, Oriente Medio, y África Oriental. Además de este tipo de viajes, destinados a potenciar la imagen china, esta clase de buques son imprescindibles para alcanzar una capacidad expedicionaria naval en el Mar del Sur de China.
Algunos pasos en falso que podrían obstaculizar los planes de Beijing. En el lado negativo para China, el año que acabamos de dejar atrás ha sido testigo de diversos episodios en que Beijing parece haber olvidado las palabras de Deng Xiaoping invocando la prudencia para hacer el país más fuerte sin llamar la atención.
Tensiones con varios países ribereños del Mar del Sur de la China, con Beijing describiendo sus aguas como un "interés central" (palabras normalmente reservadas al Tíbet, Xinjiang, y Taiwán), hasta que Washington dejó claro, por boca de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, que también lo consideraban una prioridad estratégica.
Un grave incidente en las islas Senkaku en septiembre, que ha proporcionado munición a los defensores de la "normalización" del Japón como potencia, y el uso burdo de las "tierras raras" como arma contra Tokio, que está incentivando a toda máquina la búsqueda de nuevos suministradores.
Las elecciones municipales de noviembre en Taiwán han supuesto también un cierto toque de atención, pudiendo haber influido en la decisión de Lien Chan, presidente honorífico del Guomindang y ex-vicepresidente de la isla, de no acudir a recoger el "Premio Confucio".
Un objetivo de primer orden: acceder a armamento europeo. Finalmente, es preciso recordar que el nuevo año, de la liebre según el calendario chino, se inicia con un renovado intento de Beijing por conseguir acabar con el embargo armamentístico impuesto por la UE tras la matanza de Tiananmen. Se rumorea que diversas capitales europeas podrían ser favorables a dicho paso.