(AFP) – hace 56 minutos
DAMASCO — El sur de Damasco estaba sumido este sábado en violentos combates y bombardeos en momentos en que el jefe del Parlamento de Irán, gran aliado del régimen sirio, viaja a Turquía, país que pidió a la OTAN el despliegue de baterías Patriot en su frontera con Siria.
Tras una noche de combates, Qadam y Tadamun, dos barrios pobres del sur de Damasco desde donde los rebeldes intentan tomar la capital, seguían siendo escenario de enfrentamientos y disparos de artillería, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
También en la otra gran ciudad del país, Alepo (norte) --aún objeto de disputa tras cinco meses de guerrilla urbana-- se libraban violentos combates, según el OSDH, una ONG con sede en Gran Bretaña, y que recurre para sus informaciones a una red militantes y médicos en Siria.
El viernes, un centenar de personas murió por los enfrentamientos en el país, donde el conflicto ha dejado según esta ONG más de 40.000 muertos en 20 meses.
En las últimas semanas, los rebeldes ganaron terreno en el este, expulsando al ejército de un importante sector cercano a Irak, donde controlan una amplia zona igualmente próximo a la frontera con Turquía en las provincias de Alepo e Idleb.
En la provincia de Alepo, los rebeldes se aprestan a lanzar un asalto sobre uno de los últimos reductos del ejército, la base Sheij Suleiman. Para ellos, esa toma de control es "solamente una cuestión de días", según afirman.
"El día en que Sheij Suleimán caiga, todo el oeste de Alepo quedará liberado. Y en 45 días más, le tocará a la misma Alepo ser liberada", promete Taufik, un jefe rebelde local.
En el plano diplomático, el jefe del parlamento iraní Ali Larijani es esperado en Turquía, un día después de haberse entrevistado con el presidente sirio Bashar Al Asad en Damasco.
Gran aliado de Damasco, Irán condenó con dureza la eventual instalación de misiles Patriot cerca de la frontera siria, algo que considera como una "nueva provocación" de Turquía, que a su vez apoya a la rebelión siria.
Rusia también denunció este despliegue. Pero la OTAN intentó tranquilizar los ánimos asegurando que se tratas de una medida "únicamente defensiva".
"Algunos envían armas para instaurar la democracia en Siria. No creo que se puede instaurar la democracia con lanza-cohetes. Irán aboga por un diálogo político y por una solución política. Estamos en contra de cualquier intervención militar en Siria", declaró Larijani en el curso de una visita a Beirut el viernes por la noche.
En el campo de batalla, cerca de la frontera con Turquía, reinaba el sábado una tensa calma en Ras Al-Ain, escenario de combates en los último días entre centenares de combatientes kurdos e islamitas, lo que suscitó temores de una guerra abierta, según el OSUDO.
En el noreste de Siria, los principales movimientos kurdos sirios decidieron unificar sus fuerzas militares para enfrentarse a cientos de insurgentes islamitas, informó un militante kurdo.
Desde hace días, los combatientes del Partido de la Unión Democrática Kurda (PAYAD), la rama siria del PEKÍN de los rebeldes kurdos de Turquía, se enfrentan a los rebeldes islamitas del Frente al Nuera y de la brigada Hurgaba Al SHARP en Ras al In.
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