La industria militar en Colombia toma vuelo
(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Aunque suene paradójico, el conflicto en Colombia tiene una dimensión positiva.
Para satisfacer las necesidades de adaptación a las difíciles y particulares circunstancias en que se desarrolla la confrontación, en las que siempre está en juego la vida humana, en el país se vienen construyendo desde aviones y patrulleras oceánicas hasta pequeños dispositivos para trompetillas de fusil.
Si bien la mayoría de esos adelantos se caracterizan por la relación que guardan con el estruendo (motores, bombas y disparos, en buena parte de los casos), se trata de una industria que avanza con silencio y discreción.
De esa forma, viene articulándose con el sector productivo colombiano y estrecha lazos con empresas del exterior.
Genéricamente, se le conoce como la industria militar del sector defensa, que incluye a entidades como la Industria Militar (Indumil), la Corporación de Ciencia y Tecnología de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar) y la Corporación de la Industria de Aeronáutica de Colombia (CIAC). La Policía, por su parte, también avanza en sus propios desarrollos tecnológicos.
Por ejemplo, Cotecmar produjo la Patrullera de Apoyo Fluvial, una embarcación diseñada para fortalecer la capacidad de control territorial que ejerce la Armada Nacional en los cerca de 17 mil kilómetros de ríos navegables con los que cuenta el país.
También, sobre el diseño de una firma internacional, construyó una Patrullera de Zona Económica Exclusiva, que fortalece la capacidad de la Armada para ejercer soberanía y protección del medio ambiente de la industria pesquera, así como de las aguas territoriales y sus potencialidades de desarrollo. Esta embarcación también está diseñada para atender misiones de búsqueda y rescate en altamar.
En el caso de Indumil, aunque son variados sus productos, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, destaca el desarrollo del fusil Galil ACE, a partir del trabajo conjunto con la empresa productora de esa arma en su versión original. "Es el resultado de un proceso de transferencia de tecnología, complementado por el desarrollo propio a partir de las necesidades de las Fuerzas Armadas de Colombia", dice.
LA FUERZA DEL AIRE
En esta nueva dinámica en la que avanza el país, está escribiendo un capítulo especial la CIAC, una empresa del Estado que hace el mantenimiento mayor a varias aeronaves, construye aviones de entrenamiento y no tripulados, lo mismo que un simulador de vuelo de helicóptero Black Hawk.
Los aviones C-130 o Hércules los repara en su totalidad, pues sus piezas sufren y se estresan por las resistencias y fuerzas a las que son inducidas y llevadas durante todas las fases de vuelo: los aterrizajes, la máxima potencia en decolajes, las turbulencias y el mal tiempo, que estremecen la estructura. Por eso es necesario desarmar totalmente el Hércules y revisar parte por parte, hacer pruebas de rayos X y otras no destructivas (ultrasonido, corriente, partículas magnéticas y otros) para verificar que está en condición de seguir en el avión.
"La duración de ese mantenimiento depende de cada avión, y en el caso del Hércules está entre ocho y nueve meses", explica el general Hugo Enrique Acosta Téllez, director de la CIAC.
"Tenemos 11 Hércules, y comenzamos el programa hace dos años. Le estamos entregando el cuarto avión a la FAC y a los otros que faltan también les vamos a hacer el mantenimiento", dijo el oficial.
Aseguró que la CIAC también hace el mantenimiento a los aviones CASA 235 y 295, unos turbohélices de transporte táctico de entre 50 y 70 pasajeros usados para el transporte de carga y de tropa. "Los produce Air Bus Military, empresa con la cual la CIAC está en proceso de certificación, y estamos realizando el mantenimiento completo de esas naves".
Como la FAC necesita aviones con características especiales para entrenar sus pilotos, la CIAC fabrica los T-90 Calima, con la proyección de venderlos en el exterior. "Hasta hoy hemos entregado a la FAC diez aviones de estos y a diciembre 31 debemos entregar el número 13. Para diciembre de 2013 tenemos que haberle entregado en total 25 aviones, fabricados en la base aérea de Madrid, Cundinamarca, y con personal colombiano", remarca el oficial.
En el caso de los helicópteros, las necesidades también son grandes porque, por ejemplo, Colombia es el segundo operador en el mundo del equipo Black Hawk UH-60, que todos los días están en combate. Aparte de realizarle el mantenimiento estructural a esos aparatos en la base de Rionegro, Antioquia, la CIAC desarrolló un simulador de vuelo de UH-60 de tres ejes, que está en Melgar, Tolima. Es una cabina que recrea los ruidos, los movimientos, y en general todas las condiciones de vuelo de ese helicóptero.
Otro equipo que concentra la atención de la CIAC es el avión Embraer T-27 o Tucano, cuyo tiempo de vida, por la intensidad de las operaciones militares en el país se cumple rápido. Para eso, se estableció un proceso de rejuvenecimiento.
"Le expusimos la situación a Embraer, nos aliamos con ellos y desarrollamos toda la ingeniería. A nuestros T-27 les estamos cambiando trenes de aterrizaje, planos (alas), cableado, toda la aviónica. Y la dueña de esa licencia es la CIAC. Eso lo puede hacer Embraer para los aviones de la fuerza aérea brasileña, pero no en el resto del mundo. Si lo quiere hacer, tiene que hacerlo con nosotros, que somos los dueños de esa certificación", explica Acosta Téllez.
También desarrollan un prototipo de avión no tripulado, que está en la fase final de pruebas en tierra y tiene capacidad de vuelo de diez horas seguidas a 17 mil pies de altura, con una estación de control remoto. "Vienen modificaciones: conversión de metal (en lo que está hecho) a materiales compuestos, más radio de acción y nuevos sistemas de navegación. Debe estar volando en febrero del año entrante", asegura Acosta.
El propósito, según el ministro Pinzón, es que la industria militar se convierta en un motor de desarrollo en cuanto a innovación, investigación en Colombia y otras naciones. "Los adelantos de la industria militar deben transferirse a la industria privada civil generando espacios colaborativos y fomentando la producción nacional tanto en apoyo de la industria militar como en usos y aplicaciones civiles a partir de tecnología de uso militar".
En el primer caso, ya se puede dar cuenta de empresas civiles colombianas que trabajan con la CIAC y han desarrollado la capacidad de producir partes y equipos de uso militar. "En concreto, empresas civiles colombianas producen los paracaídas de frenado de la aviones Kfir, los paracaídas de salto táctico militar, los computadores de armamento aéreo de aviones como A-37 y OV-10, miras para aeronaves y simuladores para artilleros de helicóptero", cuenta Pinzón.
OTROS ADELANTOS TECNOLÓGICOS
SILLAS DE HELICÓPTEROS
Un adelanto más que desarrolla la Fuerza Aérea, pero esta vez a partir de una tesis de grado hecha en la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, de Cali, es el sistema de reducción de vibraciones para silla de los helicópteros UH-1H y Huey 2, que busca minimizar la transmisibilidad de las vibraciones de la aeronave al piloto y el copiloto.
La silla está montada sobre cuatro resortes y un fuelle neumático con acelerómetros y sensores de posición que envían la información a un computador que analiza los datos y transmite una señal al compresor para que el fuelle neumático, dependiendo de la cantidad de aceleraciones y vibraciones a que está sometida la aeronave, amortigüe. El equipo para hacer las pruebas físicas estaría listo para final de este año. Ya tiene patente y si da resultado la idea es implementarlo en los helicópteros de la FAC y otras fuerzas.
VEHÍCULO TÁCTICO LIVIANO (VTL)
El Ejército tiene listo un vehículo antitanque rápido, de fácil maniobrabilidad y económico en fabricación y consumo de combustible. Se trata del Vehículo Táctico Liviano (VTL), para terrenos de difícil acceso. Está dotado con tres armas: dos ametralladoras en la parte trasera y una punto 50 adelante, más un lanzagranadas, y tiene un lugar para un misil antitanque.
Es un anfibio híbrido pues tiene motor de camioneta Chevrolet Blazer de 4.200 cc, chasis y suspensión de Toyota Prado, transmisiones de Nissan y neumáticos de Hammer. Ya tiene patente y fue probado en Carimagua, cerca de Puerto Carreño (Vichada). Tiene tres plazas para el artillero, el comandante del vehículo y el conductor. En asfalto alcanza una velocidad crucero de 150 km por hora y en terrenos difíciles hasta 80 km.
PRESERVACIÓN DE INTEGRIDAD DEL SOLDADO
Hacia el 2005, las muertes y heridas entre soldados se producían más por fuera de combate que con ocasión de acciones dentro del conflicto. En ese tiempo la mayor accidentalidad era con armas de fuego, municiones y explosivos. Por eso, la Dirección de Preservación de la Identidad y Seguridad del Ejército investigó cómo se producían los accidentes y buscó factores de riesgo comunes.
Establecieron que para que no se produjeran disparos accidentales la munición debería ser inerte. Desarrollaron una palanca a la vista para el cartucho de seguridad, y eso ha bajado la accidentalidad en 80 por ciento. Por el éxito, también lo desarrollaron en otras armas como pistolas de diferentes marcas y calibres, subametralladoras, ametralladoras (punto 50, M-60), y el fusil Galil ACE.
Después estudiaron la accidentalidad con granadas de mano IM-26 y encontraron que en el área de operaciones el pasador y la argolla quedan expuestos y se enredan con el chaleco o con ramas. Hicieron una cubierta de seguridad. También protector para el lanzador de granadas MGL. Su más reciente desarrollo es el control de boca de fuego que previene la conducta relajada de los militares que descansan la mano en la trompetilla del fusil o ponen el cañón del arma sobre la punta del pie.
BALIZA MULTIPROPÓSITO
La Escuela de Telemática y Electrónica de la Policía está desarrollando una baliza multifuncional para poner encima de las radiopatrullas. Es una barra de luces de emergencia integrada a otros elementos como dos cámaras de video y audio (una delantera y otra trasera). La información se almacena en un dispositivo, pero se puede enviar a los centros de despacho o a los CAD, por telefonía móvil.
Funciona con la misma energía de la batería y presenta un sistema táctil para controlar las luces de emergencia y el zoom de la cámara. También tiene una luz exploratoria controlada a remoto.
VEHÍCULO PARA EXTRACCIÓN DE MATA DE COCA
Esta compuesto por tres sistemas: el de movilidad, que es un vehículo de tracción 4x4 de 500 cc; el mecánico, integrado por una unidad hidráulica con un motor de combustión para darle energía y unos cilindros que hacen la fuerza de extracción de la mata; y el electrónico, para control de las electroválvulas que energizan el flujo del aceite para el movimiento de los cilindros.
La erradicación manual se hace en donde por motivos legales y ambientales no se puede hacer la aspersión aérea, por lo que la Escuela de Telemática de la Policía desarrolló un tercer método que es la erradicación electromecánica, y este es el prototipo en proceso de patente. Se han hecho las pruebas en cultivos ilícitos.