El ex presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, se ha pronunciado a favor de una "renovación" de la cúpula directiva de Rusia, ha acusado a sus actuales líderes de practicar una política de "retroceso" y ha reclamado "elecciones honestas". Gorbachov, que cumplió 80 años en marzo y fue operado de la columna vertebral en abril, ha protagonizado una concurrida y animada conferencia de prensa con motivo del 20 aniversario del intento de golpe de Estado que un grupo de dirigentes soviéticos llevó a cabo entre el 19 y el 21 de agosto de 1991. Aquella acción, de la cual Gorbachov ha dicho haber sido advertido previamente, aceleró el fin de la Unión Soviética y del poder de Gorbachov.
Gorbachov ha enumerado una serie de puntos, equivalentes en la práctica a un programa político mínimo para el cambio. Ha dicho que deben restablecerse las elecciones a gobernadores y también las elecciones por distrito mayoritario, dos elementos del sistema político que fueron abolidos en época de Vladímir Putin (2000-2008). "La gente debe sentir que algo depende de ella y no que le toman el pelo", ha afirmado. Gorbachov ha explicado que había apoyado y apoya a Putin, "especialmente en Occidente". Este dirigente ha sido popular por haber "sacado a país del caos después de Boris Yeltsin", y, si se hubiera marchado tras su primer mandato como presidente (2000-2003) "y no se hubiera dedicado a nada más, ya hubiera pasado a la historia por esto", ha opinado. "Apoyo a Putin", continuó Gorbachov, pero "esto no vale", ha sentenciado, refiriéndose a las elecciones y a la creación del Frente Popular, una organización informal con la que el partido mayoritario en el poder, Rusia Unida (RU), espera renovar su imagen y atraer más votos. Putin dirige RU sin ser miembro de este partido y son muchos los que piensan que el actual primer ministro está pensando en recuperar la presidencia en las elecciones del próximo marzo.
En relación a los comicios, Gorbachov ha manifestado que la administración del Kremlin, y en concreto el vicejefe de esta institución Viacheslav Surkov, se dedican a manipularlas, "distribuyendo tareas y los porcentajes a conseguir en las diferentes regiones". En cuanto al Frente Popular, se trata de una "organización innecesaria inventada", ha dicho. Y ha añadido que también podían inventarse algo así como "los diez golpes de Putin", una alusión a los "diez golpes de Stalin", que era una expresión empleada durante la segunda guerra mundial para referirse a las ofensivas militares soviéticas. Preguntado quién puede sustituir a Putin y a Medvédev, Gorbachov ha matizado que la renovación no debe reducirse a estos dos políticos. RU debe renunciar al monopolio político que, según él, existe en el país. "No hay que repetir la peor variante del Partido Comunista de la URSS", ha exclamado, aludiendo al papel dirigente del Partido Comunista, que estaba fijado en la constitución de la URSS hasta que fue abolido durante la "perestroika".
"Estoy a favor de que nuestro país continúe desarrollándose por la vía democrática. Ahora nos encontramos a medio camino", ha dicho. Afirmando la necesidad de un programa de desarrollo del país, Gorbachov ha mencionado la alta tasa de mortalidad de Rusia, "equiparable a los países africanos". También se ha referido al alto nivel de pobreza y al bajo nivel de la educación y el carácter cada vez más restringido de ésta en la medida en que, en contra de lo que afirma la constitución, hay que pagar por ella. "Solo los ricos podrán recibirla", ha sentenciado Gorbachov recordando las oportunidades que el sistema soviético le brindó a él, hijo de una familia campesina del norte del Cáucaso, de estudiar derecho en Moscú. El ex líder de la URSS se ha referido también a los deficientes servicios sanitarios, a los hospitales atestados de camas hasta en los pasillos, a las largas listas de espera y los medicamentos caros. "Mientras siga existiendo el sistema actual de formar el poder no podremos resolver estos problemas", ha dicho.
Preguntado si había concebido alguna esperanza de formar un tandem eficaz con Yeltsin tras el golpe de agosto cuando volvió a Moscú tras haber sido retenido en su dacha de Forós, en Crimea, Gorbachov ha sido categórico: "nunca me vinieron tales pensamientos a la cabeza". El ex líder soviético ha acusado al ex presidente de Rusia, Boris Yeltsin, de haber mantenido un doble juego, también en las negociaciones del Tratado de la Unión, el documento que debía ser firmado el 20 de agosto de 1991 y con el que se pretendía atajar el proceso de desintegración del Estado. "Siempre sucedía lo mismo, nos sentábamos a la mesa, nos poníamos de acuerdo y había total comprensión", pero luego Yeltsin "mantenía otras conversaciones a espaldas". "La política debe ir unida a la moral" ha afirmado.
Gorbachov ha evitado pronunciarse sobre la terminología democrática evocadora de la perestroika que utiliza en ocasiones el presidente Medvédev y dijo considerarse feliz por haber estado en el "epicentro de grandes acontecimientos en los que tomé decisiones que llevaron a cambios positivos" y que continúan todavía. "Critican a Gorbachov por haber sido débil, flojo. Eso es lo que dicen. Pero si en vez de haber alguien flojo en aquellos momentos en aquel puesto (presidente de la URSS), sabe Dios qué hubiera podido hacer", ha exclamado, aludiendo a la violencia que, a diferencia de Yugoslavia, la URSS consiguió evitar en gran medida en su derrumbe final. Gorbachov ha dicho seguir siendo un seguidor de Lenin y ha afirmado que las enseñanzas de éste habían sido deformadas en época de Stalin.