El que será el mayor buque en toda su historia de la Armada española está realizando las pruebas de mar, previas a su próxima entrega. El 24 mayo, el LHD (Landing Helicopter Deck), o buque con pista de helicópteros y dique, Juan Carlos I, zarpó desde los muelles del astillero de Navantia de Ferrol donde se ha construido, efectuando a lo largo de cinco días una larga serie de pruebas de mar.
El personal embarcado ha comprobado las virtudes de las mejoras realizadas en el carenado del navío, a fin de que tenga una hidrodinámica óptima. Estas últimas modificaciones también se incorporarán en los otros dos anfibios, muy similares, que los astilleros de Navantia de Fene-Ferrol construyen para la Real Marina de Australia, que se bautizarán como Adelaida y Canberra. Igualmente, se están comprobando los equipos de radar, comunicaciones, control de plataforma, aletas estabilizadoras, sistema de maniobra, estiba y el correcto funcionamiento del dique, etc. El Juan Carlos I fue botado en Ferrol el 9 de marzo del 2008, tras ser amadrinado por la Reina Sofía, en presencia del Rey y los príncipes de Asturias. Entre sus funciones están las de portaaviones y en éstas tendría que haber sustituido temporalmente al Príncipe de Asturias tras su entrada en servicio. Este último buque, navío insignia de la Armada española, fue entregado en 1988 y necesita ser sometido a un ciclo de mantenimiento y, sobre todo, a una profunda modernización. Estos necesarios trabajos, desgraciadamente, se ha pospuesto debido a los cortes presupuestarios que tan duramente están afectando al Ministerio de Defensa y a la industria naval española (Julio Maíz Sanz).
defensa.com
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