El incidente con la Flotilla de la Libertad volvió a centrar la atención de la comunidad mundial. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está dispuesto a examinar un informe en el que el grupo de expertos de este organismo condena el ataque israelí contra la misión humanitaria.
A finales de mayo pasado las fuerzas especiales de Israel atacaron barcos que intentaron romper el bloqueo de la Franja de Gaza. El asalto dejó nueve muertos y varios heridos entre los miembros de la misión humanitaria.
En el reciente informe de la ONU, las acciones de militares israelíes se califican como desmesuradas y excesivamente crueles. Israel, a su vez, reprueba las conclusiones de los expertos y vincula a los organizadores de la misión con el terrorismo internacional.
La organización no gubernamental turca IHH o “Fundación de ayuda humanitaria” por primera vez apareció en los medios hace cuatro años. Está prohibida en Israel al igual que en Alemania, donde además creen que está vinculada con el movimiento radical Hamás que controla Gaza.
El israelí Eli Karmon, colaborador científico del instituto de contraterrorismo, sigue las acciones de esta entidad desde hace mucho tiempo. Dice que recluta a extremistas, provee armas, dinero y documentos falsos en Chechenia, Bosnia y Afganistán.
“Lo sabemos gracias a las investigaciones de la inteligencia francesa, del juez francés Jean Luk y también de las autoridades estadounidenses que previnieron la tentativa de bombardear el aeropuerto de Los Ángeles”, dijo el experto.
La última cosa que haría Ismail Yilmaz, voluntario de IHH, sería declararse terrorista. Tiene tres hijas y dice que por ellas estuvo a bordo de una de las embarcaciones de la flotilla rumbo a Gaza.
“Los niños de Gaza deben tener derecho a vivir libremente, es algo que deseamos mucho. Por eso he ingresado en esta organización. Y lo volvería a hacer otra vez si fuera necesario”, explicó el voluntario.
La escritora palestina Ghada Kami asegura que Israel intenta presentar a la institución como vinculada con el terrorismo para justificar su toma mortal de la flotilla.
“Después de la crítica mundial sobre las acciones de Israel, ellos lanzaron una campaña de defensa muy bien pensada pero que definitivamente no se basa en los hechos”, resaltó Karmi, colaboradora científica del instituto árabe e islámico de la Universidad de Exeter.
Ahora, son los investigadores quienes decidirán. Turquía, Israel y la ONU van a exponer sus posturas e intentar que con todos los datos en la mano se tome una decisión que explique lo ocurrido.
http://ahoraesltiempo.blogspot.com/
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