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En Rusia se inicia el llamamiento otoñal de reclutas a las filas del ejército, o el segundo llamado, también conocido como 'El llamado de octubre'. Esta nueva campaña se caracteriza por una serie de novedades, destinadas a aliviar la vida de los soldados y sus parientes. Se espera el aumento del número de reclutas, con el fin de superar el déficit de personas que están cumpliendo el servicio obligatorio en el país.
Este primero de octubre, todos los hombres de Rusia que tengan entre 18 y 27 años comenzarán a presentarse en los diversos cuarteles de reclutamiento del país, para cumplir con el año de instrucción militar correspondiente. Son varias las reformas que el servicio militar ha llevado a cabo con tal de que los jóvenes se vean más atraídos a cumplir con este deber.
Uno de estos cambios es justamente la reducción del tiempo de reclutamiento, dos a un año. Con esta medida, los jóvenes no temerán más a los ya conocidos malos tratos hacia los 'novatos' por parte de quienes cursan el segundo año de servicio.
Para el recluta Alexánder Diákov, el ejército es una experiencia de vida única. Los reclutas aprenden a luchar contra distintas dificultades, así como a convivir con los compañeros en pequeños espacios y a comprenderse unos a otros.
Sin embargo, a pesar de todas las medidas y toda la profesionalización en busca de los jóvenes, uno de los problemas más grandes se relaciona con un asunto más general, que tiene que ver con las bajas tasas de natalidad.
Vasily Smirnov, el viceministro de Defensa, dice que hay un problema en la elección de los jóvenes que hacen el servicio militar, debido a las consecuencias del bajón demográfico. “Hace 18 años nacieron cerca de 800 mil personas y en 1980, en cambio, en todo el territorio de Rusia la tasa de natalidad rondaba cerca de un millón y medio”, explicó.
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