Los simuladores están especialmente diseñados para facilitar el entrenamiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles destinados a misiones internacionales de mantenimiento de paz bajo el mando de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con esta nueva adjudicación, el Ejército de Tierra certifica los resultados obtenidos hasta la fecha de otros dos equipos de idénticas características instalados a principios de 2010 en la Base Álvarez de Sotomayor, en Viator (Almería), y en la base Príncipe, en Paracuellos del Jarama (Madrid).
Los simuladores integran las últimas tecnologías disponibles para adaptar los ejercicios y escenarios a las nuevas necesidades de adiestramiento y garantizar la seguridad, tanto de los equipos de intervención como de la población. Su diseño y desarrollo ha sido realizado en el Centro de Excelencia de Sistemas de Seguridad de Indra en León y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y la Junta de Castilla y León.
Se trata del primer sistema de sus características desarrollado con tecnología totalmente española que realiza la simulación del fusil H&K G36 -que es el que usan las Fuerzas Armadas españolas- así como de otras armas de uso común. Entre sus ventajas destaca la flexibilidad que ofrece a los instructores del Ejército para diseñar los ejercicios en función de sus necesidades y de la operación para la que se entrenen.
Los soldados pueden utilizar sus armas reales, convenientemente adaptadas para interactuar con el simulador. Esto quiere decir que el aspecto, distribución de pesos, capacidad para el uso de accesorios o retroceso constituyen una fiel reproducción de la realidad. Además, la ausencia de conexiones exteriores y cables aumenta el realismo en la simulación y facilita el desplazamiento de los miembros de la escuadra dentro de la sala de entrenamiento para adoptar la postura y posición más adecuadas en el ejercicio que realicen.
La tecnología y el software empleado por Indra permiten representar en una pantalla de grandes dimensiones un mundo virtual formado por escenarios y personajes en tres dimensiones con los que el alumno interactúa. De esta forma, el soldado deberá responder de forma proporcionada a la acciones de los personajes virtuales, adecuando su respuesta a los acontecimientos decididos por el instructor en cada ejercicio. Así, por ejemplo, en un ejercicio de avance por calle estrecha de un poblado en conflicto, la escena irá avanzando en función de las dificultades determinadas por el instructor, tales como el tipo de ataque o el momento en que éste se llevará a cabo.
Asimismo, incorpora un dispositivo que lanza proyectiles de goma de forma coordinada con el desarrollo del entrenamiento y que somete al alumno al estrés propio de una misión real.
Experiencias reales sin riesgo
Gracias a este sistema, los alumnos tienen la posibilidad de adiestrarse sin riesgo en la práctica totalidad de los escenarios en los que pueden actuar las Fuerzas Armadas españolas destinadas a velar por la paz en zonas de conflicto. Ello es posible gracias a que el simulador está dotado de un entorno táctico inteligente que reproduce experiencias ya acontecidas relacionadas con la seguridad pública, protección de enclaves críticos (ayuda humanitaria, abastecimiento de agua, centros electorales) o cooperación con otras fuerzas.
Además, desde su puesto de control, el instructor planifica los ejercicios y crea las condiciones de entrenamiento que considere más oportunas para la instrucción de los protocolos de actuación. De esta forma, puede modificar fácilmente distintos parámetros de la escena como el tipo de blanco, el modelo balístico, las condiciones ambientales, así como añadir todo tipo de movimientos o simular distancias. El sistema también permite el entrenamiento nocturno con uso de intensificadores de luz reales.
Otra importante aportación es que el simulador podrá ofrecer en el futuro a los alumnos la posibilidad de realizar entrenamientos conjuntos con compañeros de otros emplazamientos que estén realizando la misma misión gracias al protocolo de comunicación denominado Arquitectura de Alto Nivel (HLA). Esta tecnología permite que los simuladores se conecten entre sí para reunir en un mismo escenario virtual a los participantes en la misión.
Indra es uno de los principales fabricantes de simuladores del mundo. Ha entregado 147 simuladores a 15 países y 39 clientes para pilotos de aeronaves civiles y militares, conductores y operadores de maquinaria. También ha entregado numerosos sistemas de simulación para controladores aéreos. Los simuladores de Indra han cubierto más de 700.000 horas de entrenamiento.
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