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sábado, 12 de marzo de 2011

Cuatro heridos en la explosión de la central nuclear de Fukushima



En el día posterior a la tragedia, Japón amanece envuelta en la desolación. Las cifras de fallecidos y desaparecidos no paran de aumentar y el estado de emergencia no abandona al país asiático. La explosión ocurrida en una de las plantas nucleares de Fukushimaafectada por el fuerte terremoto ha subido el nivel de alerta.

La fuerte detonación ha causado al menos cuatro heridos y destruido un muro de contención, dejando el reactor a cielo abierto en la central nuclear. Según la televisión local NHK, que cita a la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, la explosión ha tenido lugar a las 15.36 hora local (06.36 GMT), al parecer cuando un equipo trataba de enfriar un reactor nuclear de la planta número 1.

El Ejecutivo japonés ha realizado una llamada a la calma y ha asegurado que la explosión no ha sido en el reactor ni ha producido una fuga radiactiva importante. En una rueda de prensa, el ministro portavoz, Yukio Edano, ha explicado que la detonación tampoco ha dañado la estructura de protección de su reactor y que se ha producido a causa de una reacción química entre hidrógeno y oxígeno. Además, ha afirmado que ha bajado el nivel de radiactividad en la zona. Los servicios médicos están almacenando grandes cantidades de yodo para tratar cualquier caso de contaminación.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ya ha pedido «urgentemente» información a las autoridades niponas. Irán tiene preparados varios equipos de ayuda especializada para accidentes nucleares y está dispuesto a enviarlos de inmediato a Japón, si Tokio así lo solicita, según ha anunciado el director de la Media Luna Roja iraní, Mahmud Muzafar.

El nivel de radiación se había elevado en la planta número 1 de Fukushima, cuyo sistema de refrigeración quedó dañado tras el seísmo de 8,8 grados Richter de ayer. También se habían detectado anomalías en una segundo centro adyacente al primero, la planta número 2 de Fukushima, en la que no se consigue rebajar la temperatura de tres de sus cuatro reactores nucleares, según el operador de las instalaciones, Tokyo Electric Power.

Ambas plantas han sido puestas bajo estado de emergencia por primera vez en su historia. Mientras efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) han evacuado a cerca de 45.000 residentes en un radio de 10 kilómetros alrededor de las instalaciones -otras 3.000 personas abandonaron ayer sus hogares-, los expertos han logrado rebajar la presión en las campanas que contienen los reactores mediante la apertura controlada de válvulas. El proceso implica la posible difusión de vapores radiactivos y se ha visto dificultado por problemas con el suministro eléctrico, que permanece cortado en varias de las zonas afectadas por el seísmo.

La planta ha sido visitada por el primer ministro, Naoto Kan, esta mañana. La Agencia Nacional de Seguridad Nuclear señala que la radiación en la sala de control de uno de los reactores de la planta número 1 alcanzó hasta mil veces su nivel habitual. También indica que se ha detectado un nivel de radiación ocho veces superior al normal en la entrada principal de la planta. La planta número 1 de Tokyo Electric Power en Fukushima, con el nombre de Daiichi, está situada a unos 270 kilómetros al noreste de Tokio, y opera desde hace cuatro décadas, con permiso para continuar activa al menos otros diez años.
Devastación y muerte

Mientras el Gobierno aborda la situación en la central nuclear, la Policía ofrece un nuevo balance de víctimas. El potente terremoto y el tsunami habrían ocasionado más de 1.000 muertos y desaparecidos, aunque los datos oficiales hablan de 600 desaparecidos y 564 fallecidos, por los más de 1.600 estimados en al menos nueve provincias niponas por los medios japoneses. Después de facilitar estos datos, la Policía ha informado del hallazgo de entre 300 y 400 nuevas víctimas mortales del terremoto y posterior tsunami en la localidad japonesa de Rikuzentakata (prefectura de Iwate, en el noreste del Japón), que dispararía la cifra oficial de muertos.

Además, la cadena pública japonesa ha informado del hallazgo de entre 300 y 400 cadáveres en la prefectura de Miyagi. De confirmarse por las autoridades, la cifra actual de fallecidos "podría rebasar fácilmente el millar", según el medio. Según la agencia Kyodo, unas 300.000 personas han sido evacuadas en cinco provincias del noreste de Japón.

Los daños causados en territorio japonés son, ahora mismo, incalculables. Un tercio de la ciudad de Kesennuma se encuentra bajo las aguas y la ciudad de Sendai ha quedado prácticamente arrasada por las olas de hasta 10 metros de altura desatadas por el seísmo.
Labores de rescate

El primer ministro, Naoto Kan, ha informado de que 50.000 militares se dedicarán a las labores de rescate en las provincias afectadas del noreste de Japón. Unos 190 aviones y 25 barcos ya han sido desplegados para las tareas de búsqueda, en las que EEUU colaborará con sus barcos para el transporte de efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército nipón).

Hay al menos 3.400 edificios destruidos en Japón por el terremoto, que además causó al menos 200 incendios. En la provincia oriental de Iwate, algunas ciudades fueron prácticamente barridas del mapa por el tsunami provocado por el seísmo. Más de 5,5 millones de viviendas japonesas se quedaron sin electricidad tras el seísmo y otro millón de hogares no tienen agua.

El Gobierno ha pedido a la población que reduzca el gasto de electricidad, pues el suministro podría verse amenazado en ciudades como Tokio debido a que algunos generadores quedaron dañados por el fuerte seísmo de 8,8 grados en la escala abierta de Richter.

El embajador japonés en Reino Unido, Keiichi Hayashi, ha admitido en una entrevista a la BBC que es imposible establecer un balance aproximado de víctimas y que el Gobierno aún está «en proceso» de determinar lo que ha ocurrido en los lugares afectados por los temblores y el posterior tsunami. En este sentido, el propio ministro de Economía japonés, Yoshihiko Noda, ha reconocido que será «muy difícil» preparar siquiera un presupuesto de emergencia antes de que termine este mes, mientras los analistas estiman que la pérdida total para las aseguradoras podría ser de hasta 15.000 millones de dólares (unos 10.780 millones de euros).



El Banco de Japón ha asegurado que continuará haciendo «todo lo posible» para garantizar las estabilidad financiera del país, lo que incluye la provisión de liquidez, y se mostró dispuesto a adoptar las medidas que sean oportunas, según informó la institución japonesa en un comunicado; mientras la Bolsa de Tokio mantiene sus planes para operar con normalidad a partir del próximo lunes.

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