RTVE.es 16.03.2011 - 12:09h
Los cientos de miles de japoneses que han sido evacuados de sus casas o tienen orden de permanecer en sus domicilios para evitar las radiaciones se sumen en la "inquietud y la cólera" mientras el Gobierno dacada vez más sensación de haber perdido el control de la alerta nuclear en la central de Fukushima tras retirada temporal de los operarios y de un helicóptero que iba a echar agua al reactor con más problemas.
"La inquietud y la cólera en el pueblo de Fukushima está en su punto álgido", ha asegurado el gobernador de la provincia, Yuhei Sato, que ha pedido al conjunto de Japón que muestra su solidaridad con los evacuados.
"Hay 500 refugios en los que está instaladas 100.000 personas. Definitivamente necesitamos combustible para mantener el calor, pero la comida, los productos básicos y el combustible no llegan", ha ñadido.
Mientras, el ejecutivo se esfuerza en tranquilizar a la población asegurando que los niveles de radiación en los alrededores de la planta son estables aunque, en una señal de estar sobrepasado por los hechos, ha pedido a compañías privadas que le ayuden a hacer llegar las cientos de toneladas de ayuda a los evacuados por la alerta nuclear.
No hay peligro de radiación
"La gente no debería sufrir un peligro inmediato si sale a la calle con estos niveles, quiero que lo entiendan", ha declarado el jefe de gabinete del Gobierno, Yukio Edano, en una rueda de prensa televisada, en referencia a los que viven fuera de la zona de exclusión de 30 kilómetros. Los que viven entre los 20 y los 30 kilómetros de la zona -unas 140.000 personas- tienen orden de quedarse en casa.
Los 50 operarios que trabajan en la central han vuelto a trabajar al bajar ligeramente los niveles de radiación mientras la prioridad de esta jornada parece ser el reactor número tres, donde la alta radiación ha evitado que un helicóptero que buscaba lanzar agua sobre él -su techo fue destruido por una explosión- con el objetivo de bajar la presión de su combustible nuclear cumpliese con su objetivo.
Esta planta cuenta con plutonio dentro de su mezcla de combustible, al contrario de otros con problemas, lo que ha desatado de nuevo las alarmas debido a que este material es muy tóxico en humanos y una vez es absorvido por el flujo sanguíneo puede estar latente durante años en el hígado o la médula espinal hasta provocar cáncer.
Peligro en el reactor tres
“Es posible que salga vapor a través de la estructura” del núcleo, ha dicho el portavoz del Ejecutivo, Yukio Edano, para explicar la causa “más probable” del aumento súbito de la radiación detectada en la entrada de la planta.
Sin embargo, la televisión NHK ha informado posteriormente de que la agencia de seguridad nuclear nipona atribuían más bien ese aumento de la radiación aemanaciones del reactor 2, el otro cuyo núcleo resultó dañado por una explosión el martes.
Mientras, la situación en el reactor cuatro, donde se produjo otro incendio a primera hora de la mañana, no es "muy buena", según TEPCO, la empresa operadora de la central.
Además, también se ha conocido que las barras de combustible atómico de los reactores número 1 y 2 están dañadas en un 70 y un 30 % respectivamente tras quedar expuestas al aire por la bajada del nivel del agua que las mantiene estables y refrigeradas.
Finalmente, continúa bajando el nivel del agua en el reactor 5. Por tanto, el único que parece estable es el reactor 6, aunque también aquí se está inyectando agua.
Expertos nucleares consultados por Reuters consideran que las soluciones propuestas para acabar con las filtraciones son de último recurso en lo que puede ser recordado como uno de los grandes desastres industriales de la historia.
"Es una pesadilla a cámara lenta", ha asegurado Thomas Neff, físico y analista de la industria de uranio en el prestigio Instituto de Tecnología de Massachusets (MIT, en inglés).
Para ver los extraordinario de la situación solo hay que tener en cuenta que elemperador japonés Akihito ha hecho una muy inusual comparecencia televisiva en la que se ha dirigido por primera vez a la población para decir: "Rezo por la seguridad de un gran número de personas".
Frustración internacional
Mientras, en el exterior crece la frustración y la preocupación por la información que llega desde Japón. El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el japonés Yukiya Amano, ha pedido por primera vez una información más constante y detallada a sus compatriotas.
"No tenemos todos los detalles de la información por lo que lo que podemos hacer es limitado. Estoy tratando de mejorar la comunicación", ha añadido.
Cientos de vuelos rumbo a Japón han sido paralizados o desviados mientras los turistas evitarn Tokio por temor a las radiaciones. Algunos países, como Francia, han pedido a sus nacionales que salgan del país al apreciar que las autoridades japonesas han perdido el control de la situación.
En la misma línea se expresó el pasado martes la Comisión Europea.
Precisamente el martes se produjo un movimiento nada esperanzador: las autoridadesretiraron 750 de los 800 operarios que trabajaban en Fukushima, a los que luego brevemente se les sumaron los 50 que quedaban, aunque éstos volvieron.
"Esta evacuación es una señal de que quizá están tirando la toalla", ha señalado Arnie Gunders, un veterano de la industria nuclear que trabaja en reactores como los de la central de Daiichi, que asegura que 50 personas no pueden cuidar de seis reactores.
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