Una situación extraordinaria obligó a las autoridades militares de Estados Unidos a cerrar por casi 12 horas un polígono de pruebas de armas químicas y bacteriológicas en Dugway, estado de Utah.
La desaparición de una cantidad reducida de un agente nervioso de la clase VX, “una cuarta parte de la cucharilla”, según los jefes militares detallaron ante la agencia AP, provocó la declaración de una situación de emergencia en el territorio del centro de pruebas. A todos los empleados que se encontraban dentro de las alambradas (entre las 1.200 y 1.400 personas, acorde a las fuentes accesibles) les fue prohibido salir. Los puntos de control también fueron cerrados para entrada.
La situación cambió a las 5 de la madrugada, cuando a los empleados primero les permitieron entrar y una media hora más tarde les dejaron abandonar sus lugares de trabajo. El mando denunció para el público que el agente nervioso resultó hallado sin mayores incidentes.
El problema, según los expertos independientes, concluye en que los venenos químicos combativos de la clase VX en su estado de agregación ordinario deberían ser gaseosos y no sólidos, por lo que quedaba en duda que pudieran medirse en cucharillas. Tampoco sería fácil recuperar o como se ha dicho 'hallar' la indicada cantidad del agente en su estado normal.
El polígono de Dugway ocupa 3.244 kilómetros cuadrados (tiene dimensiones que lo equivalen al estado de Rhode Island) y se ubica a 140 kilómetros al suroeste de Salt Lake City. Más de 2.000 personas residen constantemente en el área secreta. Tiene en su territorio una escuela primaria, otra de secundaria y también una de educación superior, además de una lavandería, estafeta de correos y clínica veterinaria que es supuestamente una parte integrante del regimiento secreto.
El último episodio conocido en este centro secreto ocurrió en 1968, cuando por culpa de la dispersión al aire libre de la prueba realizada sobre el suelo con un gas nervioso perecieron unas 6.400 ovejas. Hace varios años el Ejército realizó una inspección del probable impacto de las pruebas militares químicas y biológicas al medioambiente de Utah. Entonces fue revelado que ellas no habían producido ningún daño sobre la naturaleza, al igual que hasta el momento las autoridades consideran el polígono como un objeto altamente protegido y seguro.
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