El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, contempló en el Salón Aeroespacial de Le Bourget los vuelos de los aviones rusos Be-200 y Sukhoi SuperJet. Los aparatos realizaron varios virajes. El Be-200 lanzó 12 toneladas de agua, lo que fue recibido por los espectadores con estruendosos aplausos. Este avión anfibio antiincendios despierta gran interés entre los especialistas. Se ha granjeado buena reputación durante la extinción de incendios naturales en el sur de Europa, y el año pasado obtuvo la certificación europea. El Sukhoi SuperJet, cuyo debut tuvo lugar dos años atrás, empezó a fabricarse en serie
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