El astillero ruso SNSZ fabricó por método de infusión un casco de plástico reforzado con fibra de carbono para un navío cuyo desplazamiento ronda 1.000 toneladas, una operación sin precedentes en el mundo, comunicó hoy Román Trotsenko, presidente de la corporación unificada de construcciones navales OSK.
Trotsenko afirmó que “el logro de diseñadores e ingenieros navales de SNSZ entrará tanto en el Libro Guinness de los Récords como en todas las revistas especializadas del mundo, por tratarse de un importante hito en el desarrollo de tecnologías de cascos no metálicos para la industria de construcciones navales”.
El director general de SNSZ, Vladímir Seredojo, aclaró por su parte que el récord fue establecido durante la construcción del dragaminas del proyecto 12700 para la Armada rusa.
“Será un navío ultramoderno, con un casco compuesto enteramente de plástico reforzado con fibras de carbono, mediante infusión. Sus características técnicas serán superiores a las de todos los proyectos existentes o en fase de desarrollo en esta clase”, aseguró.
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