Noruega vive su día más negro. Dos horas después de que una gran explosión sacudiese el distrito gubernamental de Oslo -destrozando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y otros edificios gubernamentales-, ha sufrido un segundo ataque. Un hombre -que ya ha sido detenido- ha abierto fuego en un campamento del gobernante Partido Laborista a las afueras de Oslo, donde el primer ministro debía dar una conferencia este sábado. La Policía cree que ambos ataques -que han dejado numerosos heridos y al menos 16 muertos- están relacionados.
Las cifras sobre el número de víctimas mortales que han dejado estos"ataques sangrientos y cobardes" -según ha dicho Stoltenberg en una rueda de prensa ofrecida por la noche- todavía son confusas. En el corazón de la capital, se han confirmado por ahora siete muertos, aunque "esos números pueden ser más altos", según ha reconocido el ministro de Exteriores, Jonas Gahr Store, a la BBC. Fuentes hospitalarias hablan ya de más de un centenar de heridos y el Banco Noruego de Sangre se ha apresurado a pedir a la población que haga donaciones sanguíneas. Ningún miembro del gobierno resultó herido.
Según la Policía, en Oslo se han producido "una o varias explosiones potentes en el distrito gubernamental. Hasta ahora, la Policía no puede decir nada sobre el alcance de los daños". "Puede haber sido un coche bomba", dijo un alto mando policial, Thor Langli. Ante uno de los edificios gubernamentales atacados había un vehículo completamente destrozado.
Dos horas después de esta explosión (registrada a las 15:26), unhombre armado que se hizo pasar por policía ha atacado un campamento del gobernante Partido Laborista en la isla de Utoya (a 40 km de Oslo), donde medio millar de jóvenes se reunían con políticos.
La Policía asegura que el agresor -que ya ha sido detenido- estávinculado con la explosión de Oslo y, de hecho, fue visto en el lugar de la explosión antes de que ésta se produjese. El ministro de Justicia ha confirmado que el sospechoso es de nacionalidad noruega y ha dicho que, en estos momento de la investigación, no saben si actuó solo.
"Encontraremos a los culpables y los detendremos", dijo el primer ministro, que envió un mensaje al autor o autores: "No nos destruiréis. Somos una nación orgullosa. Nadie nos disparará para callarnos (...) Nuestra respuesta es más democracia. Debemos esto a las víctimas".
Detenido el autor del tiroteo
La cifra de víctimas en Utoya sigue subiendo. Si las primeras informaciones hablaban de cuatro víctimas, la Policía ha confirmado ya la muerte de nueve o 10 personas, aunque numerosos testigos hablan ya de una veintena: "Hay muchos muertos en la orilla... Hay unos 20 o 25 muertos". El propio ministro Gahr Store ha dicho que el trágico balance es de "un número grande de fallecidos y muchos, muchos heridos".
Algunas fuentes han dicho que el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se encontraba en la isla cuando comenzaron los disparos. La policía no ha querido revelar su ubicación pero ha indicado que "está a salvo". También estaba prevista la presencia de la ex mandataria Gro Harlem Brundtland.
"Hay una situación crítica en Utoya", dijo poco después del ataque Stoltenberg, que debía dar una conferencia en la isla. La policía noruegateme que en la isla se hayan colocado una o varias bombas.
Varios testigos indican que el asaltante llegó al recinto y se identificó como policía, alegando que había llegado como refuerzo tras las explosiones en la capital y, poco después, empezó a dispararindiscriminadamente.
Ataque al distrito gubernamental
La Policía dice que tiene "buenas razones" para creer que este tiroteo está conectado con la explosión (o explosiones) en el centro de Oslo, donde se han confirmado siete víctimas mortales y 15 heridos, aunque el responsable del hospital principal de la ciudad estima que la cifra de heridos puede alcanzar el centenar.
La "situación es grave", ha dicho el primer ministro Stoltenberg, que ha anunciado una reunión de crisis de su Gobierno. La explosión ha hecho desaparecer por completo la primera y la segunda planta del edificio donde está su sede, de 15 plantas. El vidrio ha volado como misiles en la zona, mientras una nube de humo se elevaba sobre la ciudad. También la sede del periódico VG está completamente destrozada. El lugar arde como el infierno. Las mesas de un café cercano están llenas de sangre.
Según ha declarado el ministro de Presidencia noruego, Hans Kristian Amandsen, a la BBC hay gente atrapada en los edificios. "Veo reventadas las ventanas del edificio del VG y las de la sede del Gobierno.Hay gente sangrando tumbada en la calle", explicaba un reportero de la radio NRK.
Miedo a nuevos ataques
En el distrito gubernamental había muchísima gente en 'shock' y con ataques de pánico. En la zona se ha organizado un amplio despliegue de bomberos y policía porque aún había focos con fuego debido a la explosión y mucho humo en la zona.
"Hay cristales por todas partes, es el caos total. Las ventanas de todos los inmuebles circundantes han estallado", dijo un periodista de la cadena, que dice que ha sido como "un terremoto".
Poco después de la explosión, la Policía ha acordonado cinco manzanas desde el lugar de la explosión, mientras se evacuaban las dependencias gubernamentales de la zona por miedo a nuevas explosiones.
Durante la tarde, se han registrando las inmediaciones del lugar en busca de otros posibles artefactos. Tras el tiroteo, el Ejército ha tomado posiciones en el centro de Oslo y la Policía ha pedido a la población que abandone el centro de la capital. "La situación está bajo control, pero ha sido un día terrible", ha declarado a la CNN el alcalde de Oslo, Fabian Stang.
La Policía ha lanzado un llamamiento a la población, pidiendo que eviten las grandes congregaciones de gente y a no acudir al centro de Oslo. También pidió que la gente no utilice los teléfonos móviles para no sobrecargar la red.
Después de que la policía haya confirmado que se trata de, al menos, una bomba, este es el primer atentado terrorista en la historia del país escandinavo.
Sin embargo, todavía existe confusión sobre la autoría del atentado. Aunque inicialmente el grupo terrorista Ansar al-Jihad al-Alami -Colaboradores de la Yihad Global- emitió un comunicado reivindicando la responsabilidad del ataque, después se retractó. Según la policía, citada por la agencia estatal NTB, la policía no cree que sea terrorismo internacional.
Noruega, que es miembro de la OTAN, había sido amenazada en algunas ocasiones en el pasado por parte de líderes de Al Qaeda por su presencia en Afganistán. No obstante, la violencia política es prácticamente desconocida en este tranquilo país escandinavo.
David Lea, analista de Risks Control, explicó a Reuters que "es muy difícil saber lo que ha sucedido y sin duda no hay grupos terroristas nacionales de Noruega, aunque ha habido algunas detenciones vinculadas a Al Qaeda de vez en cuando". En cualquier caso, insistió, es muy pronto para sacar conclusiones.
*John Magnus es periodista del tabloide VG
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