Publicado: 09 sep 2011 | 15:25 MSK
Ultima actualizacion: 09 sep 2011 | 15:30 MSK
El Consejo Nacional de Transición (CNT) ha conformado una unidad especial para que capture a Muammar Gaddafi. Las nuevas autoridades aseguran que el conflicto en Libia no concluirá mientras queden focos de resistencia de los partidarios del coronel, uno de los cuales se encuentra en la ciudad de Beni Walid.
Esta localidad es una de las últimas zonas dominadas por el Ejército de Gaddafi y se ha convertido en uno de los centros de atención durante la revolución libia, pero nadie sabe con exactitud qué es lo que realmente pasa en su interior. La ciudad está cercada por las fuerzas del CNT, pero RT intentó acceder a ella.
En las casi dos horas que hay de camino desde Trípoli, la capital del país, los controles de seguridad son constantes y a unos 45 kilómetros del deseado destino topamos con uno más, el último al que podemos acceder los periodistas cuando intentamos llegar a Beni Walid.
Los rebeldes que vigilan en esos puntos de control no permiten el paso de periodistas porque aseguran que "no es seguro" ya que "el conflicto está activo".
Lo cierto es que Beni Walid lleva varios días en alerta por un anunciado asalto de las fuerzas de las nuevas autoridades libias. Desde entonces, en este punto de control conviven militares y periodistas. Pero, ¿qué hay en esta nueva frontera que se ha erigido para poder acceder a esa ciudad?.
En medio del extenso desierto localizamos un pequeño bar y una mezquita donde los soldados voluntarios se reúnen a charlar en uno y a rezar en la otra. Un panorama algo esperpéntico si nos queremos imaginar el estereotipo de un lugar en guerra.
Solo en los momentos de oración los soldados dejan a un lado las armas. Aquí, encontramos también un taller. Los 50 grados de temperatura solo hacen posible que sus trabajadores puedan conversar a la sombra.
Aquellos que viven junto a los puntos de control están contentos porque aseguran que brindan seguridad a la zona.
Husein, un residente local, dice estar tranquilo con este nuevo escenario pero cada vez tiene menos clientes. Son pocos los vehículos que circulan a esta altura de la carretera desde que los antigaddafistas tomaron la zona. Y es que están presentes día y noche, vigilando sin parar. Cada uno de estos voluntarios pasa entre 6 y 7 horas al día en su puesto, armado.
Imad tiene 20 años. Hasta hace unas semanas era un estudiante más en Beni Walid pero dice que su odio hacia Gaddafi lo llevó a tomar parte en la revolución. Ahora, pasa los días entre su casa y este punto de control, donde mata el tiempo practicando con su nueva arma.
"La vida de la gente en Beni Walid está destrozada. No hay ni comida, ni agua, ni gas, ni televisión... ya no podemos llevar una vida normal", lamenta Imad.
Las nuevas autoridades libias reiteran que tienen controlada la situación en esta ciudad y que quedan menos de 200 hombres de Gaddafi dispuestos a aguantar las acometidas. Pero cuando preguntamos a Imad, su respuesta es bien diferente.
"Hay mucha gente en Beni Walid que apoya a Muammar Gaddafi y a ellos les gustan las armas", asegura el joven revolucionario.
Muchos se preguntan por qué se está demorando tanto el asalto si el CNT afirma con seguridad tener la ciudad muy controlada. Pero las palabras de Imad podrían aclarar algunas de estas dudas respecto a esta declaración. El hermetismo que envuelve a Beni Walid da pie a las especulaciones y es posible que las fuerzas de la nueva autoridad no tengan la situación todavía bajo control. Una cosa si es segura: este ejército de voluntarios pretende permanecer en sus puestos los días y noches que hagan falta con el fin de acabar con los defensores de Gaddafi y, quién sabe, quizá con el propio coronel.
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