La familia Gadafi ha decidido presentar una demanda contra la OTAN por «crimen de guerra» en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. El clan del exdictador libio, enterrado ayer en un lugar secreto del desierto, va a presentar batalla legal por la muerte de Gadafi en Sirte basándose en el que la operación militar que permitió su captura fue «una operación homicida programada por la OTAN», según ha afirmado el abogado francés de los Gadafi, Marcel Ceccaldi, a la cadena francesa «Europe 1».
«Fueron helicópteros de la OTAN los que dispararon contra el convoy en el que se encontraba Gadafi. El convoy no presentaba ningún riesgo para la población», asegura Ceccaldi, que recuerda que «el homicidio voluntario está definido como un crimen de guerra en el artículo 8 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional».
La familia Gadafi cree que el exdictador fue víctima de una ejecución sumaria. «Herido tras la intervención de los helicópteros, fue tratado de forma abominable por los bárbaros que son los rebeldes del CNT», asegura el abogado francés.
Y lo que es aún peor para sus familiares, no se respetó su cadáver. «Su cuerpo fue profanado y la profanación es la marca de los islamistas para que un muerto no pueda alcanzar el paraíso», deplora Ceccaldi que remite a la última declaración del huido Seif al-Islam: «Vengará a su padre y a la memoria de su padre».
La última voluntad de Gadafi era «morir como musulmán» y, como tal, ser despedido conforme a la tradición. «En las ropas que llevaba en el momento de mi muerte, y mi cuerpo sin lavar, en el cementerio de Sirte, junto a mi familia», según su testamento.
Claudio Cordone, director de Amnistía Internacional, ya recordó el pasado 21 de octubre que «si el coronel Gadafi fue asesinado tras su captura, esto constituiría un crimen de guerra y los responsables deberían ser llevados ante la justicia».
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