- Los 27 ampliarán este jueves las sanciones contra Damasco
MADRID, 18 (OTR/PRESS)
Después de que la semana pasada llegara a Siria un posible barco ruso cargado de armamento, EEUU no tardó en pedir explicaciones sobre lo ocurrido e intentó aclarar las circunstancias de este envío. Sin embargo, este miércoles, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha considerado "inadmisible" la entrega de armas a los grupos opositores sirios, ya que esto empuja al país hacia una espiral de violencia. Y es que el dramático conflicto que vive el país ha provocado que la Unión Europea, como ya ha advertido en numerosas ocasiones, siga reforzando las sanciones contra el régimen de Bashar al Assad.
Tras las duras acusaciones vertidas por EEUU, en las que Rusia ha sido criticada por vender armamento a Siria, Lavrov ha considerado "inadmisible" la entrega de munición a los grupos armados que se enfrentan a las fuerzas de seguridad gubernamentales. "Es un hecho que nadie puede negar: Siria recibe armas destinadas a los insurgentes y a los extremistas religiosos que se aprovechan de los movimientos de contestación para apoderarse del poder", ha denunciado, citado por la agencia RIA Novosti.
"Es inadmisible y completamente contraproducente, ya que esto empuja (al país) hacia una espiral de violencia y nosotros defendemos el cese de toda violencia en Siria, venga de donde venga", ha afirmado el ministro ruso.
Y es que Rusia no tiene ninguna intención de justificar sus acciones ante Estados Unidos, ha asegurado este miércoles su ministro de Exteriores. "No consideramos necesario dar explicaciones o justificarnos, porque no estamos violando ningún acuerdo internacional o ninguna resolución del Consejo de Seguridad" de la ONU, ha defendido Lavrov durante su rueda de prensa anual.
Los acontecimientos ocurridos la semana pasada provocaron una fuerte reacción por parte de EEUU, por eso, la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, dijo este martes que Washington está "muy preocupado por el flujo de armas a Siria desde cualquier fuente". Según Rice, es una desgracia que no exista un embargo de armas contra el país, donde según la ONU han muerto más de 5.000 civiles desde que comenzaron las protestas contra el presidente Bashar al Assad a mediados del pasado mes de marzo.
Por otra parte, Lavrov se ha mostrado escéptico respecto a la posible introducción de una zona de exclusión aérea en Siria. "Nuestros colegas en Occidente lo están discutiendo", ha afirmado, dando por hecho que el asunto también está siendo abordado en el seno de la OTAN.
El ministro ruso ha considerado que una medida de este tipo no sería útil en el caso de Siria ya que "al contrario que en el escenario libio, Siria no ha usado a sus fuerzas aéreas contra ciudadanos pacíficos".
Igualmente, Lavrov ha dejado claro que Moscú no considera legítimas las sanciones unilaterales que algunos países occidentales han impuesto contra el régimen. "Las sanciones unilaterales son siempre una desviación de los esfuerzos colectivos de Siria (...) si alguien quiere usar el Consejo de Seguridad de la ONU, es necesario discutir todo allí, necesitemos o no sanciones (...) y qué métodos al margen de sanciones emplear", ha aseverado.
OPOSITOR SIRIO DESCARTA LA OPCIÓN ARMADA
Incluso opositores sirios han descartado la opción armada que buscan algunos soldados desertores en Siria frente al régimen de Al Assad. El activista opositor sirio Michel Kilo, en una entrevista concedida al diario francés "Le Fígaro", ha considerado que el consejo militar creado por el general Mostafá Ahmad al Sheij, el oficial de más alto rango que ha desertado del Ejército, para coordinar los ataques del Ejército Libre Sirio no es la solución.
"Con unos miles de soldados (desertores), que no constituyen un ejército, quiere atacar a un Ejército de 400.000 soldados", ha subrayado, advirtiendo de que si lo hace, "va a sumir el país en un caos sin fin".
"Es una locura", ha insistido Kilo, para quien está bien que el Ejército Libre Sirio proteja a los manifestantes pero "no se puede crear la ilusión de una guerra contra el régimen". Además, ha añadido, "no queremos que, después de la victoria, volvamos a ser gobernados por los militares". "Los militares deben obedecer a los políticos", ha subrayado.
En cuanto al presidente, Kilo ha considerado que "es un hombre desesperado" que lo único que promete es "una guerra contra el terrorismo" --Damasco atribuye a grupos terroristas armados la muerte de miembros de las fuerzas de seguridad y manifestantes-- con la que "cree conseguir el apoyo de Occidente o darle miedo". Preguntado sobre si considera que la marcha de Al Assad es inevitable, Kilo ha opinado que "es necesaria para encontrar una solución" a la actual crisis en Siria.
LA UE AMPLIARÁ SANCIONES CONTRA DAMASCO
La UE había advertido que seguiría reforzando las sanciones contra el régimen del presidente hasta que cesara la violencia contra su pueblo. Tras un nuevo día de represión, los embajadores permanentes de los Veintisiete tienen previsto, este jueves, aprobar nuevas sanciones contra otros 22 dirigentes del régimen sirio y otras ocho empresas y asociaciones en respuesta a la política de represión de Damasco contra la población civil, según han avanzado fuentes diplomáticas europeas.
Sin contar con esta ronda, las sanciones europeas --congelación de activos financieros y prohibición de entrada a la UE-- afectan ya a 86 dirigentes del régimen, incluidos el presidente y su hermano Maher, identificado como el principal responsable de la represión contra la población civil en Siria y un total de 30 empresas y sociedades.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron en diciembre prohibir dar nuevos "créditos y préstamos concesionales" al Gobierno sirio excepto por motivos humanitarios y "comerciar con bonos públicos" de deuda siria. También prohibieron a las entidades bancarias sirias abrir nuevas sucursales en la UE o impulsar nuevas fusiones conjuntas con entidades europeas y acordaron restringir su apoyo financiero al comercio.
Asimismo, prohibieron las exportaciones de cualquier equipo y tecnologías clave para los sectores de la refinería, exploración y producción de petróleo y gas y para la licuefacción de gas y que las empresas europeas participaran en la construcción de "nuevas plantas eléctricas" en Siria, incluida la asistencia técnica, la financiación de proyectos e inversiones en compañías que participen en dicha construcción.
Igualmente, prohibieron "la exportación de equipos y software" destinados a "supervisar Internet y las telecomunicaciones telefónicas por el régimen sirio".
La UE ya había suspendido previamente su cooperación con el régimen y los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en rondas de sanciones anteriores. También acordó un embargo de armas y de petróleo sirio y prohibir las nuevas inversiones europeas en el sector energético del país con el objetivo de aumentar la presión sobre el régimen para parar la violencia contra la población civil.
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