Estados Unidos podría ubicar una importante base de aviones no tripulados en España de prosperar las gestiones de Washington para buscar un nuevo emplazamiento para éstos. Y les gusta especialmente Galicia. Así se lo ha trasmitido el secretario de Defensa norteamericano a Pedro Morenés.
España podría convertirse en los próximos años en un aliado vital para la seguridad de los intereses de Estados Unidos en el Mediterráneo. Tras el acuerdo por el sistema de protección contra misiles, que se empezará a instalar en Rota este mismo años, Washington estudia la posibilidad de proyectar una gran base de aviones no tripulados modelo Global Hawk en la Península Ibérica.
Actualmente existen alrededor del mundo varios centros neurálgicos para las operaciones con este tipo de aviones. Dos de ellos están en Estados Unidos (Edwards y Maryland), Qatar (Doha), en la Isla de Guam (antigua posesión española en el Pacífico) y en Sigonella (Italia).
Los problemas de Sigonella
Ésta última es la base de operaciones para las misiones que se realizan en el área de influencia europea y mediterránea. Sin embargo, los mandos militares norteamericanos han detectado graves problemas operativos –sobre todo, durante la misión de Libia de 2011- derivados de la saturación del tráfico en esta zona: la base de la OTAN comparte espacio con varios aeropuertos civiles y ya se han producido algunos incidentes, debido a las complicaciones que entraña el vuelo de este tipo de aparatos.
Ante esta situación, Estados Unidos se ha planteado dejar de invertir en las mejoras de Sigonella –de hecho, ya se ha paralizado la construcción de un gran hangar, según ha sabido este confidencial de fuentes militares-. La Secretaría de Defensa estadounidense ya busca un nuevo emplazamiento para esta base.
Galicia, favorita
Según ha sabido ECD de fuentes del sector aeroespacial, y ha confirmado por fuentes militares, España es firme candidata para atraer este nuevo proyecto de la Defensa estadounidense, tal y como le transmitió el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, a Pedro Morenésdurante la cumbre de ministros de Defensa de la OTAN celebrada a principios de este mes enBruselas.
Panetta le transmitió a Morenés su decepción por la elección -del anterior Gobierno estadounidense- de Sigonella como base operativa de los UAV norteamericanos para Europa, a la vista de la experiencia con Líbia.
Además, durante esa reunión, al margen de la cumbre de la OTAN, el norteamericano confirmó queEspaña es una firme candidata para ubicar estos aparatos si prospera la ‘mudanza’ de Sigonella.
La ubicación que maneja el Pentágono es la del aeródromo de Trasmiras, en Orense. El fabricante del Global Hawk, Northrop Grumman Corporation, ya ha dado el visto bueno a esta pista y ha trasmitido sus referencias a la USAF.
ECD ha podido saber que la compañía aeroespacial estadounidense ya ha evaluado pormenorizadamente las características técnicas de estas instalaciones y ha dictaminado quecumplen con todos los requisitos necesarios para albergar una base de operaciones para estos aparatos. Y así se lo transmitió Panetta a Morenés.
Obstáculos legales
Sin embargo, tal y como se encuentra la situación actualmente, la llegada de los aviones no tripulados estadounidenses a Galicia sería imposible por cuestiones legales.
Trasmiras, que se mantiene en la terna de candidatos para albergar el futuro Centro de Excelencia de UAVs y que ha obtenido el visto bueno de la Junta de Evaluación Técnica de Defensa, es de momento una instalación ajena al Ministerio de Defensa.
Esto, según la legislación española, impide que pueda ser usada por Estados Unidos unilateralmente: se requiere que el aeródromo sea usado también por el Ejército del Aire español como centro de operaciones con vehículos aéreos no tripulados. Una decisión que está actualmente sobre la mesa del nuevo ministro de Defensa español ya que, pese a que Carme Chacón prometió que éstas instalaciones irían a parar a El Arenosillo (Huelva), la decisión aún no ha sido publicada y por tanto no es oficial.
Así es el Global Hawk
El Global Hawk RQ-4A, fabricado por la compañía estadounidense Northrop Grumman, es uno de los aviones no tripulados más grande del mundo. Tiene una envergadura de unos 35 metros, vuela a una altura máxima de 18.000 metros –los aviones comerciales no suelen llegar a los 13.000- y permite divisar objetivos situados a una distancia de 550 kilómetros.
Está equipado, además, con un completo sistema para ser utilizado en tareas de inteligencia y espionaje, como cámaras infrarrojas capaces de mostrar imágenes claras de la superficie terrestre en condiciones de nubes o tormentas de arena, radares de alto alcance, o sistemas que permitenescuchar comunicaciones enemigas. Además de la capacidad de guerra dad por los misiles Hellfire.
El Gobierno de Estados Unidos ya ha admitido recientemente que estos UAV se convertirán en la pieza fundamental de su estrategia de defensa, superando incluso a los cuerpos de infantería o de la Marina.
La extremada precisión de estos aparatos los hace especialmente eficaces en misiones antiterroristas, ya que pueden operarse de forma discreta desde miles de kilómetros de distancia sin comprometer la vida de ningún militar, y a un precio ‘relativamente’ bajo: 35 millones de dólares. Actualmente, su utilización es muy común en escenarios como Afganistán, Yemen, Somalia oPakistán.
El Global Hawk es capaz de volar desde la costa oeste de Estados Unidos hasta Australia sin realizar ninguna parada, manteniendo una velocidad de hasta 800 kilómetros por hora. Puede mantenerse en el aire hasta 35 horas ininterrumpidas.
Vea a continuación imágenes del Global Hawk durante su uso por parte de la Fuerza Aérea estadounidense:
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