La oposición también está intentando recibir armas antiaéreas y antitanques para los rebeldes del Ejército Sirio Libre y lograr el ingreso de oficiales retirados al país para coordinar la ofensiva militar contra el presidente Bashar el Asad.
La fuente habló en una reunión de naciones occidentales y árabes en Túnez, donde demandarán a Siria que permita la entrega de asistencia humanitaria a civiles desesperados, ante la ausencia de un consenso internacional para poner fin a la represión contra una revuelta de 11 meses.
"Estamos recibiendo armas defensivas y ofensivas (...) Llegan de todos lados, incluyendo de países occidentales, y no es difícil pasar todo a través de las fronteras", indicó la fuente a Reuters, hablando en condición de anonimato.
"No hay decisión de ningún país de armar a los rebeldes, pero las naciones están permitiendo que los sirios compren armas y las envían al país", agregó.
Ministros de Asuntos Exteriores de más de 50 países asistirán a la primera cita del grupo "Amigos de Siria", en medio de una ola de ataques del Gobierno en Damasco contra la ciudad de Homs y la indignación mundial ante la violencia que ha cobrado miles de vidas en el levantamiento contra Asad.
En Homs, el fuego de artillería del Gobierno causó la muerte de cinco personas en el distrito de Baba Amro, dijeron activistas de oposición, mientras el bombardeo a vecindarios de la ciudad en manos disidentes entraba el viernes en su cuarta semana.
"Baba Amro está siendo golpeada con artillería desde las zonas cercanas. Un padre y su hijo de 14 años están entre los muertos. Ellos estaban tratando de huir de los ataques cuando fueron alcanzado por una metralla en la calle", dijo a Reuters Mohammad al-Homsi.
POCAS OPCIONES
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo el jueves que la oposición siria en última instancia se armará y pasará a la ofensiva si la diplomacia no logra resolver la crisis.
Pero con las iniciativas a favor de una acción más enérgica en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estancadas por los vetos de Rusia y China y el escaso deseo por una acción militar, los delegados tienen limitadas opciones en Túnez.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, dijo a Reuters: "Es muy importante que hoy se realice el primer contacto del grupo porque envía un mensaje al pueblo sirio de que los apoyamos en su lucha por la libertad".
Un borrador de declaración de la cita llama a Siria a aplicar "un cese inmediato de toda la violencia" para permitir el acceso de Naciones Unidas a Homs, y lograr que las agencias entreguen ayuda a los civiles afectados por el baño de sangre.
En la última versión del borrador obtenido por Reuters, los "Amigos de Siria" se comprometen a entregar suministros de ayuda humanitaria dentro de 48 horas si el Gobierno "detiene su ofensiva sobre áreas civiles y permite el acceso".
Se espera que la enviada humanitaria de la ONU, Valerie Amos, asista a la reunión, junto con representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ya está trabajando con las autoridades sirias y la oposición para concertar treguas diarias a fin de lograr el envío de asistencia.
La Cruz Roja dijo que Siria no había respondido a su petición de una tregua para permitir la entrega de ayuda y evacuar a los heridos.
En una señal de que la comunidad internacional está buscando maneras de superar el estancamiento en el Consejo de Seguridad, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, dijo que enviaría a Siria al ex jefe del organismo Kofi Annan como enviado conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe.
DURA REALIDAD
El borrador del comunicado no menciona la posibilidad de una intervención militar extranjera en línea de la campaña de bombardeos de la OTAN que contribuyó a la caída del líder libio Muamar el Gadafi.
En su lugar, el texto llama a aumentar la presión diplomática sobre Asad para que dimita y apoya un plan de la Liga Árabe que plantea que entregue el poder a un segundo al mando como un preludio a unas elecciones.
El grupo también se comprometerá a aplicar las sanciones que intentan aumentar la presión sobre las autoridades sirias para que pongan fin a la represión, según el borrador de la declaración.
Estas incluyen prohibiciones de viaje, congelación de activos, vetos a las ventas de petróleo sirio, detención de inversiones en infraestructura y servicios financieros relacionados a Siria, además de reducir los lazos diplomáticos y evitar el envío de armas al Gobierno de Damasco.
Pero la retórica de la declaración reflejó una dura realidad: es poco lo que la comunidad internacional puede hacer o dejar de hacer para detener la violencia mientras China y Rusia, que declinaron invitaciones para acudir a Túnez, rechacen las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Otro problema que afrontan las potencias mundiales son las divisiones al interior de la oposición siria, las cuales buscarán superar antes de ofrecerles su total respaldo.(Reuters)
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