WASHINGTON, 20 Mar. (Reuters/EP) -
El jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) y de las fuerzas estadounidenses en el país centroasiático, el general del Cuerpo de Marines estadounidense John Allen, ha asegurado este martes que trece militares de la misión de la OTAN han muerto en 2012 por ataques de agentes de las fuerzas de seguridad y militares del Ejército afganos.
El general Allen ha revelado este dato en el discurso que ha pronunciado ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes estadounidense, en la que ha dejado claro que Estados Unidos y sus aliados se encuentran en la senda de garantizar que Afganistán no volverá a convertirse en un refugio de la red terrorista Al Qaeda ni volverá a estar sometido al dominio de los talibán.
La comparecencia del general Allen ante la Cámara de Representantes llega después de dos hechos protagonizados por militares estadounidenses que han provocado críticas internacionales y del Gobierno afgano, la quema de ejemplares del Corán en la Base Aérea de Bagram y la masacre de 16 civiles afganos la semana pasada a manos de un sargento del Ejército norteamericano.
"Sólo desde comienzos de enero, la coalición ha perdido a 60 valientes militares en acción, de seis países distintos", ha admitido el general. "Trece de ellos murieron a manos de lo que parecen ser miembros de las fuerzas de seguridad afganas, algunos de ellos motivados en parte, creemos, por un mal manejo de materiales religiosos", ha afirmado, en referencia a la quema de ejemplares del libro sagrado musulmán.
Sobre el nivel de "absorción" de los "golpes" que suponen las bajas de militares aliados a manos de las fuerzas afganas en las relaciones bilaterales, el jefe de la ISAF ha hecho hincapié en que las relaciones entre las fuerzas de la OTAN y las afganas siguen siendo estrechas a pesar de esos últimos hechos.
El jefe de la misión aliado también se ha referido al papel de Irán en la región y no ha dudado en acusar al régimen de los ayatolás de seguir dando "apoyo a la insurgencia" y de "alimentar las llamas de la violencia" en el país centroasiático.
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