Las opiniones son unánimes, y Defensa ya ha tomado una decisión: ante el exitoso debut del Buque de Proyección Estratégica, el Cuartel General de la Armada ha trasladado a Pedro Morenés que el portaaviones 'Príncipe de Asturias' puede darse de baja sin problema. Su sustituto es "aún mejor".
“No cambiará en nada la operatividad de la Armada. Las capacidades del BPE igualan, e incluso llegan a superar, al ‘Príncipe de Asturias’”. Eso es, según las oficiales de la Armada consultados por El Confidencial Digital, lo que se ha transmitido desde el cuartel general de la Marina española al Ministerio que dirige Pedro Morenés.
Pese a que la decisión última es más política que militar, y que la decisión de paralizarlo ya estáoficiosamente tomada, el Ministerio decidió que no sería oficial hasta cerciorarse de que la medida contaba con el visto bueno de la cúpula militar de la Armada.
Según trasladan a ECD fuentes militares que trabajan con este asunto, el tema de la paralización definitiva se ha venido tratando durante los últimos meses en diversas reuniones de la sede central de la Armada. Esta paralización, en un principio temporal según adelantó Pedro Morenés, será a todas luces definitiva: el coste de volver a activarlo sería mayor aún que el que generaría mantenerlo actualmente.
Tal y como precisan estas voces, los análisis de las primeras experiencias con el ‘Juan Carlos I’, el mayor buque de la historia de la Armada, son del todo satisfactorios. ECD ya constató estas percepciones a nivel de tropa, tras contactar con infantes de Marina que conocieron de cerca las ‘tripas’ y la operatividad del BPE durante unas recientes maniobras militares en Cádiz.
Ese optimismo, como ha constatado ECD, es compartido también por los altos círculos de la Armada, y así ha sido transmitido al equipo del ministro.
¿Qué hacer con el Príncipe de Asturias?
Mientras tanto, los mandos de la Armada continúan discutiendo qué hacer con el ‘Príncipe de Asturias’ una vez quede paralizado. El coste de desguazarlo sería bastante elevado, por lo que hay otras opciones en estudio.
Una de ellas, la idónea, sería la de su venta a una marina extranjera. ECD ya se hizo eco de estos planes, y destacó lo complicado de esta operación. “Casi imposible”, aseguraban por entonces mandos consultados.
El problema esencial reside en que el ‘Príncipe de Asturias’ debería atravesar un periodo de actualización y remodelación, cuyo coste, en principio, no está dispuesto a asumir ninguna marina extranjera.
La solución sería que fuese España quien corriese con esos gastos, que recuperaría más adelante cuando se concretase la venta –o “cesión con costes”- del portaaviones. De hecho, el Gobierno ha recibido el ofrecimiento de los astilleros gaditanos para hacerse cargo de las tareas, en vista de la disminución de la carga de trabajo.
El encargo, de concretarse, supondría la creación de algo más de 400 empleos en el sector, tal y como precisan fuentes sindicales. La pelota ahora está en manos del Ministerio.
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