PARTE 1
El MIG-29 en Alemania del Este
Durante la Guerra Fría Alemania era la línea fronteriza donde las Superpotencias se enfrentaban. Y dado que Alemania se convertiría en el teatro principal de operaciones si la Guerra Fría se volvía caliente, la OTAN concentraba lo mejor de sus fuerzas en este escenario, preparadas para resistir el avance blindado de hasta cinco ejércitos de tanques soviéticos. Del otro lado de la Cortina de Hierro la URSS concentraba sus unidades mejor equipadas, entrenadas y efectivas en Alemania del Este. Si hubiera habido una guerra las tropas de elite terrestres serían apoyadas por lo mejor que la Fuerza Aérea Soviética (VVS) tuviera. Aviones especializados en la supresión de defensas hubieran creado “hoyos” por donde masivas formaciones de cazabombarderos y bombarderos hubieran pasado. En el corazón de estas unidades se encontraba el 16° Ejército Aéreo basado en Alemania y con cuartel general en Zossen, cerca de Berlín. Esto proveía al Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania de una fuerza aérea táctica propia.
En el pasado ha sido criticado el sugerir que el rol primario del 16° Ejército Aéreo era la disuasión (al menos en los últimos años) y por sugerir que la política soviética era dictada por una irrazonable, pero genuina, paranoia, por el miedo de ser atacados o subyugados económicamente por el Oeste. Desde el punto de vista de Stalin, su régimen había sido insultado por la prensa occidental hasta la invasión alemana de 1941, y la alianza de la URSS con los Aliados Occidentales había sido una cuestión de conveniencia, una decisión con algo de cinismo necesaria para derrotar al enemigo en común. Después de 1945 Stalin observó como los Aliados combinaban y reconstruían sus zonas de Alemania, en lo que vio una directa y provocativa contravención de los acuerdos de guerra.
Quizás hubo políticos en Rusia que creían que la expansión del comunismo era su deber sagrado, incluso algunos que hubieran presionado por acciones militares contra el Oeste y la OTAN. Pero no es menos cierto que estas actitudes jamás fueron mayoritarias y que para los 80’, la mayoría de los rusos se veían a sí mismos como víctimas de la hostilidad, guerra económica e imperialismo Occidental.
Pero en el Oeste todavía hay quienes, al intentar dar una explicación de las complejas actitudes de la URSS, ven un apologismo de eso y prefieren verla como un genuino “Imperio del Mal” con la intensión de dominar al mundo y subyugar militarmente al Mundo Libre.
Es cierto, que el plan del Pacto de Varsovia en Europa estaba basado en un ataque masivo sobre la OTAN, pero era la respuesta a un ataque de la OTAN que se esperaba siguiera a la agonía del Capitalismo. Los documentos que han salido a la luz después de la reunificación alemana muestran como hubiera sido una guerra en los 70’. El conflicto hubiera comenzado con un ataque nuclear masivo sobre las instalaciones de la OTAN en Alemania. La frontera holandesa fue marcada como el límite operacional y estratégico de los ataques nucleares utilizando algo así como 320 cabezas nucleares. La URSS presumiblemente esperaba que la respuesta nuclear de la OTAN tuviera limitaciones geográficas similares. Los ejércitos del Pacto de Varsovia hubieran combatido con sus equipos NBQ ocupando toda Alemania en tres días llegando hasta el Canal de la Mancha y los Pirineos. El Pacto de Varsovia incluso imprimió y almacenó una moneda de ocupación para reemplazar al Marco Alemán, junto con 300.000 documentos de identidad para administradores de Alemania del Este que tomarían el control de la Vieja Alemania del Oeste. Incluso diseñaron cientos de medallas de la invasión!!!
Para los 80’ se enfatizaba en tácticas defensivas y el uso de armas convencionales, pero cuando un oficial de Alemania Oriental fue preguntado por un oficial del Bundeswehr sobre sus planes defensivos, el Alemán Oriental simplemente contestó: “Antwerp!”(Amberes!).
Pero el uso primario de armas nucleares fue abandonado en una etapa temprana, poniendo más importancia en la neutralización del poder aéreo de la OTAN. En 1987 Gorbachev declaró explícitamente que el Pacto de Varsovia jamás conduciría operaciones ofensivas a menos que fuera atacado, garantizando el no uso del primer ataque con armas nucleares y renunciando o negando cualquier reclamo territorial en Europa o cualquier otro lugar. Las fuerzas rusas en Alemania Oriental continuaban utilizando unas 1.000 barracas, aeropuertos y otras instalaciones que cubrían el 10% del territorio de la República Democrática Alemana, y para octubre de 1990 incluía 363.690 militares, 5.880 tanques, 698 helicópteros de combate y 625 aviones de combate.
Los cazas siempre disfrutaron de una desproporcionada preferencia en el 16° Ejército Aéreo, ya que tenían la vital misión, en tiempos de paz, de interceptar los vuelos de reconocimiento occidentales y realizar misiones defensivas y ofensivas en tiempos de guerra.
El MIG-29 comenzó a reemplazar al MIG-23 (y algunos MIG-25) desde enero de 1986, reequipando regimientos aéreos en Wittstock, Putnitz (Damgarten), Zerbst, Kothen, Merseburg, Nobitz (Altenburg), Alt Lonnewitz, y Eberswalde (Finow) para 1989. Un regimiento aéreo todavía retenía MIG-23 para cuando los soviéticos comenzaron a retirarse de Alemania Oriental.
El multirol MIG-29M fue diseñado específicamente para cumplir los requerimientos del 16° Ejército Aéreo, podría haber reemplazado al SU-17 y MIG-27, así como a los MIG-29 de primera generación. Mientras aparentemente reequipaba a sus unidades con un caza defensivo, el 16° Ejército Aéreo incrementaba dramáticamente su capacidad de ataque ofensivo, SEAD, y ataque aéreo cercano (CAS). Pero los planes entraron en crisis el 7 de noviembre de 1989 con la caída del Muro de Berlín. Mientras el retiro soviético se organizaba y comenzaba, las unidades de MIG-29 continuaban realizando sus misiones de instrucción normales, pero oficialmente la Guerra Fría había terminado.
Cuando las dos Alemanias se reunificaron el 3 de octubre de 1990, el 16° Ejército Aéreo comprendía los Cuerpos Aéreos Tácticos del Norte y del Sur. El cuerpo del Norte controlaba a la 16° División de Cazas de la Guardia, con cuartel general en Putnitz, y al 125° División de Caza-Bombarderos con cuartel general en Rechlin. Contaba con tres regimientos de MIG-29 en Wittstock, Putnitz y Eberswalde, y dos regimientos de cazabombarderos de SU-17 y uno de MIG-27. El cuerpo del Sur contralaba otra división de cazabombarderos (la 105° IAD) con tres regimientos de MIG-27, y dos divisiones de cazas. La 6° División de Cazas de la Guardia en Merseburg contaba con regimientos con MIG-29 en Alt Lonnewitz, Merseburg y Nobitz mientras que la 126° División de Cazas de la Guardia en Zerbst contaba con regimientos de MIG-29 en Zerbst y Kothen y un regimiento de MIG-23 en Altes Lager. Otras unidades incluían divisiones de transporte y reconocimiento y dos regimientos “Shturmovik”. Todos los helicópteros de combate pertenecían a la aviación del Ejército.
http://www.zonamilitar.com.ar/foros/threads/como-volar-y-combatir-en-el-mig-29-fulcrum.27641/
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