Rusia exhortó hoy a los observadores de las Naciones Unidas a continuar su misión en Siria, poco después de que el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) reivindicó la explosión ocurrida cerca de un hotel en Damasco, donde se hospedan los monitores.
“La misión podría ser modificada, pero no debe darse por terminada, ya que la presencia de la ONU en Siria constituye una importante fuente de información de primera mano sobre el terreno”, informó un vocero de la cancillería rusa, citado por la agencia de noticias Interfax.
Precisó que el formato de la misión, cuyo mandato expira el próximo 19 de agosto, debe ser modificado para adaptarse a la actual situación en el país, ya que es una arma disuasoria contra la violencia entre los rebeldes y las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad.
Rusia advirtió que en las actuales circunstancias, la salida de los observadores de Siria tendría consecuencias muy negativas, no sólo para el país, sino para toda la región.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrará esta semana consultas sobre la posible extensión del mandato de la Misión de Supervisión de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), frente a la que son reticentes algunos países occidentales.
Rusia admitió que los miembros del Consejo de Seguridad tienen diferentes posiciones al respecto. “La decisión final dependerá de la capacidad de los miembros del Consejo de Seguridad para llegar a un consenso sobre la extensión”, dijo el portavoz de la cancillería rusa.
Desde Bielorusia, donde se encuentra de visita, el canciller ruso, Serguei Lavrov, instó a las potencias occidentales no sabotear el acuerdo de transición política en Siria, alcanzado a finales de junio pasado en la conferencia internacional de Ginebra.
Acusó a las naciones occidentales de fomentar la violencia apoyando abiertamente a la oposición siria.
El 30 de junio pasado, los miembros del Grupo de Acción para Siria (China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Turquía, la Liga Árabe, las Naciones Unidas y la Unión Europea) acordaron un plan de transición en Siria.
Ese acuerdo prevé un gobierno transitorio integrado por miembros del gobierno y la oposición, pero no pide explícitamente la partida del presidente al-Assad.
Las declaraciones de vocero ruso tienen lugar poco después de que el Ejército Libre Sirio (ELS) se responsabilizó de la explosión ocurrida cerca del hotel de los observadores de las Naciones Unidas en Damasco, pero aseguró que el objetivo era atacar a funcionarios del régimen.
Al menos cinco personas resultaron heridas por la explosión, mientras todos los observadores alojados en el hotel “Dama Rose”, que se encuentra cerca de la sede del jefe del Estado Mayor, se encuentran en buen estado.
El consejero de comunicación de la Comandancia del ELS, Fahd al Masri, sostuvo que la explosión no iba dirigida contra los observadores, sino contra “un grupo de oficiales fieles al régimen sirio”, según la cadena árabe Al Arabiya.
El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Maqdad, calificó la explosión cerca del hotel de los observadores como un “acto terrorista” que buscaba desestabilizar el país.
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