Teherán, 6 ago (EFE).- Teherán negó hoy la presencia de militares del cuerpo especial de los Guardianes de la Revolución entre los 48 peregrinos iraníes secuestrados el pasado sábado en Siria, como han afirmado los rebeldes que les capturaron.
El Gobierno iraní, que ha tratado con gran reserva el caso y se ha limitado a apuntar sus gestiones con Siria, Turquía y Catar para conseguir la liberación de los secuestrados, ha reaccionado hoy airado ante la información de que hay militares entre ellos y calificado de irresponsables a los medios árabes que la difundieron.
Ayer, el grupo rebelde armado Ejército Libre Sirio (ELS) dijo que entre los secuestrados había varios miembros de los Guardianes de la Revolución de Irán, en un vídeo difundido por la emisora de televisión emiratí Al Arabiya, que mostraba imágenes de los capturados.
Unos supuestos miembros del grupo rebelde sirio decían en el vídeo que los secuestrados eran "shabiha" o paramilitares del régimen sirio y que, entre ellos, había miembros de los Guardianes de la Revolución, cuerpo militar especial de defensa de la República Islámica de Irán.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, desmintió hoy tajantemente que los secuestrados sean militares y acusó a los captores de haber ejecutado "un plan premeditado" para capturar peregrinos iraníes junto a un santuario musulmán chií de las afueras de Damasco.
En una entrevista difundida hoy por la cadena oficial de televisión iraní en lengua árabe, Al Alam, Abdolahian explicó que "el autobús que transportaba a los peregrinos iraníes entró en Siria bajo el control y coordinación de la Organización de Peregrinaciones de Irán".
En febrero pasado, tras varios secuestros de ciudadanos iraníes en Siria, Teherán anunció que quedaban prohibidos los viajes por tierra de peregrinos iraníes a ese país, que cada año visitan unos 700.000 fieles chiíes de Irán.
Sin embargo, de declaraciones posteriores se deduce que se han organizado viajes en autobús bajo el control de las autoridades iraníes para grupos de peregrinos, como los 48 secuestrados el sábado pasado, que se encontraban junto al santuario de Zeinabiyah, muy cerca del aeropuerto de Damasco.
Desde el día del secuestro, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, se ha movilizado para pedir a sus colegas catarí, jeque Hamad ben Jasim al Zani, y turco, Ahmet Davutoglu, que hagan todos los esfuerzos posibles para ayudar en la liberación de los 48 peregrinos iraníes.
Tanto el ministro de Turquía como el de Catar, cuyos países respaldan a la oposición siria, prometieron, según IRNA, tomar medidas urgentes para procurar que los peregrinos iraníes sean liberados.
Comentaristas políticos y diplomáticos occidentales residentes en Teherán dijeron a Efe que este secuestro puede aumentar aún más la tensión entre la República Islámica de Irán, aliada fiel del régimen de Damasco, y los países que respaldan a los rebeldes sirios que pretenden derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad.
En una región donde las tensiones son múltiples y muy fuertes, en especial en el caso de Irán con EEUU, Israel, los países occidentales y parte de sus vecinos musulmanes, una "mala salida" de un caso como este podría ser el "detonante de enfrentamientos incontrolables", precisó un diplomático europeo.
Los rebeldes sirios y Estados Unidos han acusado reiteradamente a Irán, el principal aliado del Gobierno de Damasco en Oriente Medio, de apoyar militarmente al régimen sirio con armas, personal y asesoramiento.
Por su parte, Irán ha asegurado que EEUU, sus aliados occidentales y algunos gobiernos musulmanes coaligados con Washington, arman a los grupos opositores sirios, a los que considera terroristas.
Las autoridades turcas ya han mediado para la liberación de 27 de los al menos 32 ciudadanos iraníes capturados en Siria desde diciembre pasado por grupos armados opositores al régimen de Damasco, antes del nuevo secuestro del pasado sábado. EFE
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