Corbis Un científico ruso ha propuesto crear un ascensor desde la Tierra a la Luna en busca de abaratar el transporte de cargas. Alexander Bagrov, investigador del Instituto de Astronomía ruso, ha presentado su modelo de construcción de un elevador por cable fabricado con nanotubos de carbono que haría posible transportar carga o incluso personas desde la Tierra a la Luna, hecho que, según el científico, representa un "asunto clave" para la explotación de los recursos naturales en el subsuelo del satélite.
¿Cómo será?
Según el experto, para elevar o bajar el ascensor espacial, se debe fabricar un cable de características excepcionales, es decir, extremadamente ligero y al mismo tiempo mucho más resistente que el acero. Este cable puede ser hecho con nanotubos de carbono de apenas un milímetro de diámetro, que por su enorme longitud tendría un peso aproximado de 20 toneladas. "Se podría tender un elevador por cable desde la Luna hasta la Tierra de 400.000 kilómetros. Lo importante es que el elevador no llegue hasta la superficie, sino que quede suspendido a una altura de 50 kilómetros", especificó Bagrov, afirmando que su modelo representa " la única variante viable a las naves espaciales" para abaratar el coste del transporte. El experto asegura que "para transportar la carga desde la Tierra hasta el elevador se pueden utilizar cohetes ligeros, mientras que la carga que venga desde la Luna se puede lanzar en paracaídas". 400.000 kilómetros en 3,5 horas Según los cálculos previos, el sistema sería capaz de transportar cargas de hasta cinco toneladas, mientras que la duración de una partida de carga en una dirección puede durar hasta un mes o menos. "Si el aparato se mueve a una velocidad de 380 kilómetros por hora, la mercancía será transportada desde la Tierra a la Luna en un mes. Pero si se usa una levitación magnética en el ascensor, habrá una aceleración constante de 10 metros por segundo. En este caso, la velocidad máxima en el punto medio llega a 60 kilómetros por segundo, y todo el camino a la Luna ocupará tan solo 3,5 horas", sostiene Bagrov. Mucho por hacer Antes que todo, afirma el experto, la ciencia habría de solucionar ciertos problemas técnicos, tales como el desarrollo de la tecnología para unir o tejer las nanofibras de carbono a nivel industrial para obtener cables ultra delgados y de varios centenares de miles de kilómetros de longitud, que, al unirse alcancen los necesarios 400.000 kilómetros. Además, el investigador ha apuntado la necesidad de construcción de un recubrimiento superconductor de ultra altas temperaturas que envolverá el cable para el elevador. No es la primera vez que los científicos tratan de materializar la idea del ascensor espacial, introducida en las obras de ficción por Arthur C. Clarke. Así, en el marco de la conferencia que finalizó este 27 de agosto en Seattle (EE.UU.), un grupo de diseñadores industriales también presentó su propio modelo del elevador lunar. Afirman que para 2020 podría estar listo.
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