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Filipinas y Estados Unidos reforzaron una serie de medidas militares ante la amenaza que supone el régimen de Pyongyang a la seguridad y estabilidad de la región, tras el lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte, que calificaron este jueves de "provocativo".
El jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Jessie Dellosa, y el representante de las Marina estadounidenses en el Pacífico, Samuel Locklear, se reunieron este jueves con el objetivo de reafirmar los lazos militares que unen a ambos países desde la firma en 1951 del "Tratado de Mutua Defensa".
"Ambas partes condenamos enérgicamente (el lanzamiento) la utilización de tecnología de misiles balísticos y destacamos que este acto altamente provocativo es una violación directa de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", indicaron en un comunicado conjunto.
Los dos países acordaron reforzar sus lazos comunes en materia de seguridad marítima, respuesta a los desastres naturales, aplicación de la ley y la seguridad cibernética y la no proliferación de armas nucleares.
"Teniendo en cuenta esta amenaza actual (de Corea del Norte) a la seguridad regional, las dos partes quieren fortalecer y aumentar su coordinación de estrecha alianza", apuntaron en el comunicado.
Corea del Norte lanzó su cohete de largo alcance Unha-3 desde la base septentrional de Donchang-ri, en una operación que el país comunista ha definido como "un éxito".
Pyongyang defiende que el lanzamiento tenía como objetivo poner en órbita un satélite científico, pero Corea del Sur, EE.UU. y sus aliados consideran que encubre una prueba de misiles de largo alcance y por tanto viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra el programa armamentístico del país.
El lanzamiento del cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte es el segundo de este año, tras una operación fallida en abril en el que el proyectil terminó en el Mar Amarillo hecho pedazos poco después de despegar.
Filipinas y Estados Unidos reforzaron una serie de medidas militares ante la amenaza que supone el régimen de Pyongyang a la seguridad y estabilidad de la región, tras el lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte, que calificaron este jueves de "provocativo".
El jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Jessie Dellosa, y el representante de las Marina estadounidenses en el Pacífico, Samuel Locklear, se reunieron este jueves con el objetivo de reafirmar los lazos militares que unen a ambos países desde la firma en 1951 del "Tratado de Mutua Defensa".
"Ambas partes condenamos enérgicamente (el lanzamiento) la utilización de tecnología de misiles balísticos y destacamos que este acto altamente provocativo es una violación directa de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", indicaron en un comunicado conjunto.
Los dos países acordaron reforzar sus lazos comunes en materia de seguridad marítima, respuesta a los desastres naturales, aplicación de la ley y la seguridad cibernética y la no proliferación de armas nucleares.
"Teniendo en cuenta esta amenaza actual (de Corea del Norte) a la seguridad regional, las dos partes quieren fortalecer y aumentar su coordinación de estrecha alianza", apuntaron en el comunicado.
Corea del Norte lanzó su cohete de largo alcance Unha-3 desde la base septentrional de Donchang-ri, en una operación que el país comunista ha definido como "un éxito".
Pyongyang defiende que el lanzamiento tenía como objetivo poner en órbita un satélite científico, pero Corea del Sur, EE.UU. y sus aliados consideran que encubre una prueba de misiles de largo alcance y por tanto viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra el programa armamentístico del país.
El lanzamiento del cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte es el segundo de este año, tras una operación fallida en abril en el que el proyectil terminó en el Mar Amarillo hecho pedazos poco después de despegar.
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