Oceanhawk para la Armada española
El Gobierno español aprueba una partida presupuestaria de 24,51 millones de euros para la adquisición de los dos primeros helicópteros Sikorsky SH-60F para dotar a la Flotilla de Aeronaves de la Armada de un transporte táctico
Javier Sánchez 10/12/2012.- El Consejo de Ministros del pasado 30 de noviembre autorizó la celebración del contrato de adquisición de dos helicópteros SH-60F. Estos aparatos proceden de los excedentes de la Marina norteamericana y se encuentran a mitad de su vida operativa. La agencia gubernamental DSCA (Defense Security Cooperation Agency) hizo pública hace ya bastantes meses la solicitud de autorización ante el Congreso de los Estados Unidos para la posible venta y transferencia de 6 aparatos a España.
El lote, cuyo coste ascendería a unos 155 millones de dólares, incluiría 6 helicópteros SH-60F con los repuestos y el apoyo logístico necesario para su activación, así como un total de 13 turbinas T700-GE-401C nuevas, 2 por aparato más 1 de respeto. Las aeronaves serán entregadas por parejas, siendo las dos primeras las ya autorizadas por el Consejo de Ministros.
A pesar de tratarse de helicópteros de segunda mano, con el equipo propulsor nuevo y el mantenimiento adecuado pueden alargar su vida operativa más allá de 2025. Ante la previsible baja a corto plazo de los helicópteros de la 5ª Escuadrilla de Aeronaves, las pretensiones de la Armada pasarían por completar la media docena de unidades y aspirar a la adquisición de un segundo lote de 6 SH-60F adicionales.
Los SH-60F adquiridos por la Armada paliarán la baja disponibilidad de aeronaves debido a la modernización de los Bell-212 y la baja de los SH-3 Sea King de la Armada (Foto: Xoán Porto/Revista Naval)
SH-60F Oceanhawk
El Sikorsky SH-60F o Foxtrot (Oceanhawk) es una versión simplificada del SH-60B o Bravo (Seahawk). Diseñado para reemplazar a los Sikorsky SH-3 Sea King como helicóptero embarcado y plataforma principal en misiones de guerra antisubmarina (ASW) y de búsqueda y rescate (SAR), entró en servicio a finales de la década de los 70 del pasado siglo a bordo de los portaviones de la US Navy y de sus grupos de combate.
Para la localización de submarinos utilizaban un sónar calable AQS-13F y contaban con un lanzador de sonoboyas con capacidad para alojar hasta 14 ingenios. En cuanto a panoplia, podían ser configurados con torpedos Mk-46 y un par de ametralladoras montadas en los costados para autodefensa. La tripulación de cabina de un SH-60F en su configuracion ASW estaba formada por un piloto, un copiloto, un operador TSO (Tactical Sensor Operator) y un operador ASO (Acoustic Sensor Operator).
A partir de 2007 los escuadrones antisubmarinos basados en el SH-60F comenzaron una transformación para adaptarse al nuevo rol de helicóptero de control marítimo HSC (Helicopter Sea Control) para hacer frente a las nuevas necesidades operativas de la US Navy en la lucha contra el terrorismo internacional, la piratería marítima o el tráfico de ilícitos.
El acople de semialas permite configurar los aparatos para el apoyo al combate (Foto: Oficial US Navy)
Transportes tácticos para la Armada española
Las aeronaves adquiridas por España serán configuradas como transportes tácticos, es decir, se reciben desposeidos de sus equipos especializados de lucha antisubmarina. Complementarán las misiones que actualmente realizan los Agusta-Bell AB-212 de la Tercera Escuadrilla, inmersos a su vez en un proceso de modernización, y a corto plazo habrán de asumir interinamente las misiones de transporte de los veteranos helicópteros Sikorsky SH-3D Sea King, que cuentan con más de cuarenta años de incesante servicio y se hallan al límite de su vida operativa.
Además de cubrir las necesidades operativas de la Armada española, la integración de estos aparatos, diseñados desde su origen para operar en ambientes marinos, puede simplificar el escalón de mantenimiento y la cadena logística asociada de la Flotilla de Aeronaves, que ya cuenta en la actualidad con una flota de 12 aparatos del modelo SH-60B.
SH-60B de la Armada, nótese el montaje artillero en la cabina del aparato (Foto: Xoán Porto/Revista Naval)
Los SH-60F reconfigurados como helicópteros de transporte pueden embarcar a 11 soldados totalmente equipados y 3 tres tripulantes, superando la capacidad de transporte de los AB-212, pero muy por debajo de la capacidad y el alcance de los Sea King.
Estos aparatos pueden para intervenir en misiones de guerra anfibia como transporte táctico de tropas; en misiones SAR (Search And Rescue), CSAR (Combat Search And Rescue), para ello cuentan con un montacargas de rescate; CAS (Close Air Support); apoyo de fuego y logístico, entre otras.
En cuanto al armamento, los SH-60F pueden actuar como helicópteros de ataque ligeros, en apoyo a la Infantería de Marina, mediante el acomodo de distintos modelos de lanzacohetes o misiles anticarro, acoplados bajo sendos soportes alares externos. También puede instalar ametralladoras de 7,62mm y 12,7mm en la cabina.
Helicóptero SH-60B de la Décima Escuadrilla de Aeronaves lanzamiento de chaff/flare (Foto: José Hermida/Revista Naval)
Pueden ampliar su autonomía mediante la instalación de depósitos de combustible auxiliares. También pueden configurarse como transportes MEDEVAC para la evacuación médica, con la instalación de cuatro camillas o utilizando el suelo del habitáculo interior. Este habitáculo permite el transporte de algo más de 1,5 toneladas de carga, capacidad que asciende hasta las 2,7 toneladas utilizando el gancho de anclaje situado bajo del fuselaje, y que permite el transporte y trasvase mediante VERTREP (aprovisionamiento vertical) de todo tipo de cargas.
Análisis | La paradoja del helicóptero común
Largamente ansiada por los estrategas del Ministerio de Defensa, la tantas veces pregonada unificación de la flota de helicópteros de las tres armas de las Fuerzas Armadas españolas en torno a la plataforma común del NH-90 es por el momento más un deseo que una realidad. Lo cierto es que la larga gestación técnica del proyecto -mención aparte a su variante navalizada NH-90 NFH- y no en menor medida las dificultades presupuestarias, están poniendo en jaque el desarrollo del programa, que queda ya lejos de las previsiones iniciales, al menos en lo que a número de aparatos se refiere, debido a la escalada del coste unitario.
Si por el lado económico e industrial el panorama es borrascoso, desde el frente operativo la situación no es más halagüeña para la Armada: los helicópteros Bell-212 supervivientes serán sometidos a modernización, por lo que el número de unidades activadas se reducirá en los próximos años. Por otra parte los venerables SH-3D Morsasde la Quinta Escuadrilla hace tiempo que demandan la jubilación definitiva. Es difícil pedir más a unos helicópteros que han rendido -seguramente- por encima de lo exigible.
Ante esta tesitura, por la fuerza de los hechos y la necesidad, con la adquisición de estas dos unidades -que podrian alcanzar la docena de aparatos- la Armada comienza a estandarizar de facto su flota de helicópteros en torno al Sikorsky SH-60B/F, y todo ello a la espera de un sustituto que iguale o mejore las capacidades de transporte y alcance de los Sea King. X.P.
SH-60B a bordo de la fragata F-103 «Blas de Lezo» durante el ejercicio Loyal Mariner 2008 de la OTAN (Foto: Fernando Rivera/Revista Naval)
http://www.revistanaval.com/
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