Fuente: AP
Las fuentes achacan la ausencia de un requerimiento oficial a las reticencias de la OTAN a equiparar la estancia del contingente soviético en ese país y la actual misión de la Alianza.
Varias fuentes de la Alianza han explicado simultáneamente que los representantes de la OTAN se han interesado por los materiales de la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán. Esta información ha sido confirmada por una fuente del Alto Estado Mayor de la Federación Rusa.
Según sus declaraciones, a finales de marzo la OTAN hizo una petición extraoficial “por canales militares diplomáticos” al Ministerio de Defensa de la Federación Rusa para que le concediera acceso a la información sobre la retirada de las tropas de la URSS de Afganistán en el año 1989.
Concretamente, la Alianza está interesada en reunirse con quienes participaron en aquellos acontecimientos y analizar conjuntamente los documentos del Ministerio de Defensa de la URSS sobre el periodo afgano.
Además, según ha explicado el interlocutor del periódico Kommersant, la OTAN quiere comparar el potencial de movilización de la URSS a finales de la campaña afgana con el suyo propio actual, con tal de formarse “un cuadro más claro” y “entender dónde, en qué momento y qué errores se cometieron”.
“En el fondo, no existen causas para denegárselo, a nuestros socios – dice el interlocutor de la institución militar. – Si la información les puede ser de ayuda, podremos fortalecer el diálogo”. También ha recordado que estabilizar la situación de Afganistán “no solo es una prioridad para la OTAN, sino también para la Federación Rusa y la OTSC”.
Según las declaraciones de los interlocutores rusos afines al Consejo Rusia-OTAN, el interés de la Alianza por esta temática no es nuevo.
En el ámbito laboral, los integrantes de la OTAN ya se habían interesado anteriormente por la experiencia de la URSS en Afganistán. A finales de 2011 este tema se debatió durante el encuentro del entonces gobernador de la Provincia de Moscú, el coronel general Borís Grómov (que dirigió la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán) y la delegación de la Alianza, encabezada por el Comandante General de la OTAN en Europa, el almirante James Stavridis.
Con todo eso, los representantes de la OTAN no hacen pública de manera oficial su intención de recurrir a la experiencia soviética para la retirada de Afganistán de los contingentes de las Fuerzas Internacionales de Asistencia para la Seguridad en 2014.
El Jefe del Comité de la OTAN, el general Knud Bartels, que visitó Moscú en diciembre, anunció en público que la Alianza no había hecho uso de la experiencia de la URSS para planificar la retirada de Afganistán.
Los interlocutores rusos creen que esa postura se debe a que “la OTAN, probablemente, no quiera que se asocie la actual campaña en Afganistán con la presencia de las tropas soviéticas en ese país, un periodo que en Occidente se define como “ocupación”. Parece ser que fue por este motivo que la petición que la Alianza hizo en marzo no tuvo un carácter formalizado.
Cabe destacar que justamente a finales de marzo los medios de comunicación británicos se hicieron eco de los extractos de un informe encargado por el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña titulado, “Lecciones de la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán”, en el que se afirma que durante su misión afgana, la OTAN está repitiendo los mismos errores que la URSS.
En el documento se dice que el objetivo de ambas campañas militares ha sido tratar de imponer una ideología extraña: en el caso de la presencia soviética, la comunista; en el caso de la OTAN, la democrática. Según la opinión de los analistas británicos, en ambos casos el gobierno central, apoyado por las fuerzas exteriores, era “corruptible e impopular”, mientras que los rebeldes gozaban de un apoyo significativamente mayor entre la población.
Por su parte, según los expertos rusos, está plenamente justificado que la OTAN tome en consideración la experiencia soviética.
“Se trata de una línea de cooperación muy prometedora. Otra cosa es hasta qué punto se hará pública”, ha anunciado el jefe del Departamento de Seguridad Europea del Instituto de Europa de la Academia Rusa de las Ciencias, Dmitri Danílov.
“La experiencia de Moscú en Afganistán supondrá tener acceso a información muy importante y conocer la situación interna, incluyendo el equilibrio de poder y las relaciones intertribales. Desde los tiempos soviéticos allí han cambiado muchas cosas, pero la herencia se mantiene, por lo que no hay que subestimar esa experiencia”.
La experta del Centro de Estudios Modernos de Afganistán, Natalia Jánova, también opina que “la Alianza está recurriendo a la experiencia de la URSS porque teme que la situación en Afganistán acabe recordando a la que se produjo tras la retirada de las tropas soviéticas”.
Según los datos disponibles, las negociaciones de fondo sobre ese tema podrían tener lugar durante la Conferencia Internacional de Seguridad, organizada por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, y celebrará los días 23 y 24 de mayo en Moscú.
Artículo publicado originalmente en ruso en
Kommersant.