El 27 y 28 de abril el presidente de Rusia Dmitri Medvédev estará de visita en Dinamarca, donde va a discutir con las autoridades de este país la colaboración ruso-danesa en distintas esferas, como la economía y la política. En visperas de esta visita, Dmitri Medvédev dio una entrevista al redactor y presentador del programa TV News and Current Affair de la Danmarks Radio.
KRETZ: Muchas gracias por habernos permitido llegar aquí para esta entrevista. Tenemos muchas ganas de verle en Dinamarca. Recientemente Dinamarca aprobó la construcción del gasoducto Nord Stream de Rusia a Alemania. ¿Qué significa para Rusia la luz verde que dio Dinamarca para la construcción del gasoducto?
MEDVÉDEV: La colaboración entre nuestros países es un indicio de buenas relaciones. Quisiera recordar que Dinamarca fue la primera en aprobar la construcción del gasoducto en sus aguas territoriales. Creo que fue una decisión acertada porque el gasoducto no es un proyecto que sólo la Federación Rusa necesite. Es una causa común, y además es lucrativa. Creo que su país fue realmente el primero en aprobarlo tras sopesar todas las ventajas y desventajas. Después de eso otros varios estados tomaron la decisión. En total hay cinco participantes en Nord Stream. De este modo, creo que la decisión fue crucial para arrancar el proyecto.
Hace poco visité Viborg, en la región de Leningrado, y los alrededores de San Petersburgo, donde, en efecto, dimos comienzo a las obras de Nord Stream -se empezaron a colocar los caños-. Así que este proyecto se está realizando. Está bien en todos los aspectos. Creo que creará posibilidades adicionales para el suministro de gas a nuestros socios. Todos quieren la diversificación de los suministros, todos cuentan con que haya bastantes fuentes de energía. Es la primera ventaja.
Hay una segunda ventaja y es que el gas, como combustible, es menos nocivo para la atmósfera que, digamos, el carbón. La transición al gas que harán varias centrales eléctricas reducirá el impacto en el medio ambiente. Todos estamos muy interesados en esto. A propósito, esta cuestión está dentro del marco de trabajo que realizamos con nuestros socios daneses y en el marco del complejo de asuntos que discutimos en la Conferencia de Copenhague.
KRETZ: Algunos en Europa creen que el viejo continente dependerá demasiado de Rusia si recibimos su gas. Otros dicen que es al contrario, que será Rusia quien dependerá de nuestro dinero. ¿Quién tiene razón, quién dependerá más de quién?
MEDVÉDEV: Es una pregunta muy buena y hay una respuesta muy buena. Dependeremos unos de otros. Será una dependencia más fuerte de lo que uno se pueda imaginar. El suministro de gas a Europa será provechoso para Rusia -y en este sentido Rusia depende de Europa-. Pero Europa, a su vez, al recibir energía de Rusia, se hace parcialmente dependiente de Rusia. ¿Para quién es más provechoso? Es una cuestión inútil ya que una vez estén firmados los acuerdos y se cumplan los compromisos, significa que es provechoso para ambas partes. Estoy absolutamente seguro de eso.
KRETZ: Déjeme preguntar algo sobre el papel internacional de Rusia. Hace varios decenios hubo dos superpotencias, la URSS y EE. UU. ¿Cómo es la situación actual de Rusia en el mundo?
MEDVÉDEV: Está muy bien que hayamos acabado con el modelo bipolar ya que impedía el desarrollo de la humanidad. Primero, lo que generalmente hicimos fue incrementar el arsenal militar por ambas partes. Es natural que eso no hubiera contribuido al progreso. Segundo. Ahora todos estamos de acuerdo con que el mundo debe ser multipolar: todos los actores económicos principales, todas las fuerzas políticas principales, todos los estados principales que tienen armas nucleares. La Federación Rusa también tiene este punto de vista. Queremos ser una parte orgánica del mundo. Pretendemos ocupar un lugar apropiado en el mundo: tanto en el ámbito económico como en el de la seguridad, que corresponde al potencial de Rusia, la historia rusa y el papel que Rusia jugó, por ejemplo, en la creación de la Organización de Naciones Unidas. Pero no es un lugar exclusivo. Todos tenemos que entender que el mundo es global, que tenemos que hacer todo lo posible para reducir el nivel actual de amenazas: militares, terroristas y medioambientales. Al final, Rusia simplemente quiere tener buenas relaciones con otros países, tanto los grandes como los pequeños. Así que consideramos que Rusia es una parte orgánica del mundo moderno y quiere desarrollarse junto con el resto del mundo.
KRETZ: Quisiera preguntar, ¿cómo debería ser el rostro de Rusia para el resto del mundo a diferencia del rostro que tenía la Unión Soviética? Hubo un periodo en el que los oligarcas, los superricos, representaban a Rusia. ¿Qué tipo de rostro debe tener ahora Rusia, según su punto de vista?
MEDVÉDEV: El mismo que tengo yo ahora (sonriente). Si Rusia tiene un rostro que sonríe a otros países, sería lo mejor, según creo. Pero los otros también deben sonreírnos. No debemos apretar los dientes, enfadarnos, creer que alguien nos insulta, empuja, arrincona. Por supuesto, eso no sólo depende de nosotros. Pero quisiera que nuestro rostro sonría y que sea moderno y joven ya que Rusia es una economía emergente. Estamos realizando una modernización de la economía, estamos creando un potencial innovador, es decir, creamos altas tecnologías.
Tratamos de crear un moderno sistema político teniendo en cuenta nuestras realidades políticas y nuestra historia, por supuesto. Creamos las bases hace unos 20 años al aprobar la Constitución, los documentos fundamentales. Ahora estamos desarrollando el sistema político, incluso el sistema de partidos.
Debemos mejorar nuestra legislación. Se ha hecho mucho en los últimos años. En este aspecto, creo que hemos logrado crear las bases de un moderno sistema legal. Debemos desarrollar las Cortes de Justicia. Aquí tenemos mucho que hacer todavía. Aunque los tribunales rusos actúan a base de una legislación bastante moderna, la práctica judicial de aplicación de las leyes debe ser mejorada, por supuesto. Los jueces también tienen que estar más calificados. Pero, creo que lo más importante es que la gente confía en las decisiones judiciales. Es otro de los elementos de la nueva imagen de Rusia.
Finalmente, y esto puede ser lo más importante, Rusia debe ser simplemente un país próspero, donde se den las condiciones para el desarrollo de la gente; donde haya ingresos normales, o altos, si es posible, buenos salarios; donde la gente tenga la posibilidad de no sólo organizar su tiempo laboral, sino el personal y familiar -tanto en su propio país como en el extranjero-. Quisiera que Rusia tenga un rostro así.
KRETZ: Sobre lo que ha dicho sobre la cooperación entre Rusia y el mundo, quisiera preguntar dos cosas concretas. El secretario general de la OTAN propuso la semana pasada la cooperación entre Rusia y la OTAN para crear un escudo antimisiles que cubra no sólo a Europa, sino también a Rusia. ¿Pueden decir que sí a esta propuesta?
MEDVÉDEV: Podemos, si es una propuesta seria. Hace mucho que apoyamos la idea de que el sistema de defensa antimisiles global defienda no sólo a un país o varios países, sino a todos los miembros responsables de la comunidad internacional. Lo voy a subrayar, a los responsables. En este aspecto, cuando nos dicen "Vamos a crear nuestra propia defensa antimisiles", eso no nos gusta. ¿Por qué? Porque la defensa antimisiles es parte de las fuerzas nucleares estratégicas. Cuanto más fuerte es la defensa antimisiles, más débiles son las fuerzas nucleares del adversario. De tal modo eso afecta al equilibrio existente entre las potencias nucleares -sobre todo, entre Rusia y Estados Unidos-. Pero si este sistema tiene una dimensión global, si está dirigida a prevenir amenazas por parte de estados que no observen la ley y el orden internacional, que no cumplan con las normas legales internacionales en cualquier aspecto, los que desarrollen por su propia cuenta programas de armas nucleares o no correspondan de algún modo a los principios de la vida amistosa internacional que han sido aceptados en todo el mundo, en este caso tal sistema podría tener lugar, pero es una cuestión absolutamente concreta. No es posible proponer algo y decir después, "Esperen en el patio trasero, vamos a encontrar algo que ofrecerles a ustedes mientras incrementamos nuestras fuerzas de defensa antimisiles". Así que o lo hacemos juntos, o que no se ofendan cuando tengamos que responder de algún modo a eso.
KRETZ: En cuanto a las relaciones con EE. UU., el presidente Obama dijo haber pulsado el botón de reinicio en las relaciones entre ambos países. Tal vez las relaciones entre Rusia y EE. UU. sean tan cercanas que incluso ¿se puedan tomar sanciones contra Irán?
MEDVÉDEV: Para pulsar ese botón hace falta que hagan el esfuerzo al menos dos personas, no solo una, porque ese botón no se pulsa con un movimiento de una sola parte. El reinicio sólo es posible si es bilateral, sobre todo.
En segundo lugar, de hecho tenemos relaciones bastantes buenas con la nueva Administración estadounidense y yo personalmente mantengo buenas relaciones con el presidente Obama. Discutimos todo tipo de asuntos. Recientemente llegamos a un acuerdo sobre el nuevo sistema de equilibrio de las fuerzas nucleares estratégicas y firmamos un nuevo tratado sobre la reducción de los armamentos estratégicos. Creo que es beneficioso para todos, para Europa y, claro, para nosotros y los norteamericanos. Irán también está en la agenda y lo discutimos desde hace mucho. Por ahora Irán no muestra el entendimiento adecuado, se comporta de manera irresponsable. Es lamentable, por supuesto. Por eso, si la situación sigue sin cambiar, no descartamos nada, incluso las sanciones. Claro que las sanciones no son una cosa buena, porque raramente producen resultados. Pero cuando todos los demás medios estén agotados, ¿por qué no?
KRETZ: Déjeme preguntar dos cosas más sobre la democratización y la modernización en Rusia. Últimamente se han registrado manifestaciones populares en varias regiones de Rusia con peticiones de dimisión de las autoridades locales, los gobernadores y llamamientos de más democracia. El Kremlin denomina a los gobernadores, los jefes regionales, y se decía que eso continuará en los próximos cien años. ¿Por qué los rusos no pueden elegir a los dirigentes locales en las regiones?
MEDVÉDEV: Primero, sobre las manifestaciones. Las manifestaciones de los que no están contentos con las autoridades es una cosa absolutamente normal en cualquier país democrático. Eso ocurre en Rusia, en Dinamarca, en otros países europeos e incluso en Estados Unidos. Pero la situación actual es estable para las autoridades gobernantes en términos políticos, y un número considerable de nuestra gente apoya el curso de la autoridad vigente. Para mí es una situación optimista, porque creo que sólo se puede trabajar al contar con un apoyo considerable del pueblo.
En cuanto a los procedimientos electorales o la denominación de los gobernadores, esos procedimientos son muy distintos en diferentes países, como usted sabe. En nuestro país las elecciones de los jefes de los elementos constitutivos de la Federación sólo se celebraron durante un corto periodo. No elegíamos a los gobernadores directamente antes y no los elegimos ahora. A propósito, así se hace en la mayoría de los países europeos. No hay nada especial en eso.
Pero el asunto no es de cómo estas personas reciben el poder, sino si trabajan bien y cómo les ve la gente. Voy a señalar que en nuestro país, a diferencia de Ucrania, a los gobernadores no los denomina el presidente. Los gobernadores los nombran las asambleas legislativas de los elementos constitutivos de la Federación. Es decir, todavía son electos. Pero los propone el presidente en base a la propuesta del partido. En otras palabras, no son elecciones directas.
¿Por qué lo hicimos así? Ya lo he explicado reiteradamente. A mi modo de ver, hay varias razones, incluso la necesidad de fortalecer el control sobre las decisiones que se toman a nivel de todo el país. Eso es muy importante. Lamentablemente, en nuestro país, y es mi convicción profunda, todavía no se han desarrollado de manera suficiente las instituciones más importantes de la vida municipal. Además, voy a recordar que Rusia es una federación muy compleja que está compuesta por 83 unidades muy diferentes por su territorio, población, religión y nivel de vida. Por eso es preciso que las decisiones que el país necesite se tomen de manera uniforme. No siempre fue posible bajo el procedimiento anterior. Por fin, hay tradiciones históricas. Por eso no creo que la cancelación de las elecciones directas de los gobernadores sea una traición de la causa democrática. Es un cambio de procedimiento, nada más.
Además, recientemente, si nuestros estimados socios -incluso en Dinamarca- observan los procesos políticos actuales, sabrán que yo he despedido al 25% de los gobernadores, algunos de ellos después de que caducara su mandato, y a los otros, antes. Por eso no hay casos en los que un dirigente lleve mucho tiempo ocupando su puesto mientras que las autoridades supremas, federales, le hagan caso omiso. La rotación de los cuadros políticos seguirá adelante.
Y la última cosa sobre las elecciones. Las autoridades municipales en Rusia siguen siendo electas como en todo el mundo, mientras que los gobernadores no son electos en todas partes. Así que es una cuestión de preferencia e historia.
KRETZ: Rusia es una democracia joven. Recientemente un miembro del Kremlin de alto rango dijo que los experimentos democráticos pueden separar a Rusia. ¿No teme usted que la completa democracia, una democracia desarrollada en Rusia llevará al separatismo?
MEDVÉDEV: Primero, cada uno tiene derecho a su propia opinión. Yo no voy a comentar las opiniones de nadie. Tengo bastante autoridad y posibilidades como para hacer ese tipo de comentarios por mi propia cuenta. No tenemos que apresurarnos. Es absolutamente evidente. En este aspecto, no creo que nos situemos en el grado más bajo del desarrollo de la democracia. Pero todavía no somos una democracia como las que tienen 150, 200 o 300 años. Voy a decir una cosa banal, pero es algo obvio: la democracia rusa no tiene más que 20 años. No hubo democracia en la Unión Soviética, tampoco hubo democracia bajo los zares. Por eso nuestro Estado tiene más de 1.000 años en el sentido tradicional, pero la democracia tiene 20 años. Eso en primer lugar.
En segundo lugar, no tenemos que inventar nuevos valores democráticos. En este sentido nos encontramos en el 'mainstream' del desarrollo global. Pero los principios democráticos, los postulados democráticos que existen en el mundo, deben, naturalmente, tener una versión nacional. Así ocurre en todas partes, incluso en Europa, que está bastante unificada. Los parlamentos son diferentes, los gobiernos son diferentes; hay repúblicas presidenciales, hay repúblicas parlamentarias; los partidos son diferentes. Nosotros también debemos tener nuestras propias características.
Y la última cosa. La democracia debe corresponder al nivel de desarrollo de la sociedad y las instituciones económicas. Por eso, si nuestra democracia se va desarrollando paulatina y tranquilamente, no creará amenazas para la existencia del país, de su integridad. Pero si tratamos de adelantarnos por varias fases, implantar instituciones que todavía no han sido comprobadas por la práctica histórica, claro que la situación puede desequilibrarse. No voy a ocultar que en los años 90 teníamos problemas con eso y el separatismo iba ganando terreno. Se plasmó en formas extremadas en el Cáucaso, pero espero, y estoy seguro, de que esa etapa ya está pasada.
KRETZ: Déjeme hacer una pregunta más, que ya se hizo en muchas ocasiones, pero es interesante de todos modos. Usted se presentará probablemente en las presidenciales mientras que Putin también ha indicado que podría presentarse. ¿Quién va a postularse para presidente en las próximas elecciones?
MEDVÉDEV: Ya ve, dos ciudadanos han anunciado que se presentarán. Estoy seguro de que habrá otras personas. ¿Qué hay de malo en eso? Eso es la democracia. Pero, ¿qué quiere usted? ¿Qué una persona en nuestro país dijera que se presentaría y que los demás no osen hacerlo? Creo que es normal.
KRETZ: Recuerdo que usted dijo en un discurso el 15 de septiembre pasado, acerca de las elecciones, que tomaría esa decisión en coordinación con el primer ministro Putin. ¿Por qué se necesita esa coordinación si quiere presentarse usted?
MEDVÉDEV: Voy a explicar por qué esta coordinación tiene sentido. Putin y yo representamos la misma fuerza política, tenemos enfoques semejantes sobre el desarrollo del país. Cabe recordar que trabajé con Vladímir Putin como jefe de la Administración, en el Gobierno que él nombró. En este sentido no representamos al ala izquierda y a la derecha. La coordinación entre ellas dos sería rara. Entonces se diría, "¿por qué tienen consultas y eligen a un jefe único?". Nosotros representamos los mismos enfoques políticos y la coordinación y consultas entre nosotros son necesarias.
KRETZ: Usted dijo que se puede combatir el terrorismo con el desarrollo económico en el Cáucaso. ¿Qué opina usted sobre el problema de superar la amenaza terrorista?
MEDVÉDEV: Ya sabe que un sólo remedio no basta para combatir el terrorismo. Por un lado, no es posible vencer al terrorismo sólo con fuerza, con eliminar el centro terrorista, porque el terrorismo, lamentablemente, no es una persona con una bomba. Es un sistema de creencias, por amorales que sean. Por otro lado, es imposible vencer al terrorismo sólo con actividades socioeconómicas. ¿Qué se necesita? Al menos cuatro cosas. Primero, hay que seguir combatiendo contra los bandidos terroristas más impenitentes con todos los métodos posibles, y lo haré como lo hizo mi predecesor Vladímir Putin, y, cabe mencionar, el presidente Yeltsin. En muchos casos es la única posibilidad. Segundo, debemos ayudar a la restitución de la supremacía de la ley en el sentido más amplio, convencer a la gente de que sólo la ley es capaz de crear orden, superar la corrupción y el nepotismo, que, lamentablemente, datan de varios siglos en el Cáucaso.
Tercero. Este tipo de lucha es imposible sin una base espiritual, una base moral. Incluye tanto las nociones generales de la moralidad como los conceptos morales que se originan en las religiones que hay en el Caúcaso, es decir, el Islam y el Cristianismo. De este modo, la necesidad de recurrir a los valores morales y religiosos me parece muy importante para que no se aprovechen de ellos los terroristas, que efectivamente son opuestos a los valores del Islam y el Cristianismo.
En cuarto lugar, es de hecho el renacimiento económico, el aumento de los puestos de trabajo, la creación de condiciones normales y confortables de vida para el gran número de personas que viven allí.
Bastaría con mencionar una sola cifra. Estamos analizando los nuevos programas de inversión para el Cáucaso. Sólo el paquete de propuestas de inversión que hay hasta el momento suma unos 5.500 millones de euros. Si se realizan esas inversiones, espero que se creen centenares de miles de puestos de trabajo. Lamentablemente, el paro es muy severo en el Cáucaso. Con esas cuatro condiciones previas se puede cambiar la situación radicalmente.
KRETZ: Gracias por una respuesta tan completa. ¿Cómo describiría usted las diferencias que hay entre su estilo de gerencia y el de su predecesor?
MEDVÉDEV: Sería mejor que lo haga usted, o los politólogos. A lo mejor es más evidente para la población de nuestro país. Es que es muy difícil valorarse uno mismo ya que es algo ingrato.
Por supuesto, a pesar de tener muchas premisas comunes, tenemos distintas experiencias, distintas ideas sobre los detalles del desarrollo de nuestra política, aunque Vladímir Putin y yo tenemos la misma educación. Nos licenciamos en la misma facultad jurídica de la Universidad Estatal de San Petersburgo. De hecho, eso nos ayuda a comunicarnos porque la enseñanza común forma el idioma que hablamos. Pero también hay obvias diferencias de estilo. Es bueno, porque todos somos diferentes, cada uno con sus ideas. Así que es mejor que lo hagan ustedes.
KRETZ: Le esperamos a usted la semana que viene en Dinamarca. Las relaciones entre Dinamarca y Rusia se habían enfriado un poco durante un tiempo. ¿Qué se espera ahora? ¿Habrá un periodo más 'caluroso'? ¿Qué espera usted de su visita a Dinamarca?
MEDVÉDEV: En primer lugar, espero que haga buen tiempo para que nuestro avión llegue seguramente a la capital danesa, Copenhague, y podamos ponernos a trabajar. En segundo lugar, quisiera relaciones cordiales, productivas y desarrolladas con Dinamarca, que es un socio importante con el que hemos tenido muchos episodios históricos comunes y una amplia gama de relaciones comerciales. Es por eso que cuento con que, tras la visita estatal, la cooperación avance en todos los ámbitos, incluso en los negocios. Tengo prevista una reunión con los dirigentes de las empresas danesas más grandes. Eso es siempre muy importante, que los jefes de las empresas vean al presidente del país con el que se comercia y en el que invierten, que oigan las palabras correctas, porque las inversiones siempre son un riesgo incluso para los países que las realizan en Rusia desde hace mucho. En general, sólo estamos desarrollando las condiciones para las inversiones. No me molesta decir eso, porque queremos crear un mejor clima para esos negocios.
En segundo lugar, está el aspecto humanitario. Debemos colaborar en todos los asuntos, discutir los temas más diferentes. Yo nunca soy reacio a discutir las cuestiones más difíciles, porque la verdad sólo nace de una discusión constructiva. Es crucial que nadie pretenda tener el monopolio de la verdad.
Y, desde luego, cuento con que mi visita contribuya a hacer contactos personales, contactos entre los organismos sociales, entre la gente en general, que crezca el turismo. Creo que eso también es muy importante para el entendimiento mutuo.
KRETZ: Muchas gracias. Refiriéndose a lo que acabo de mencionar, la comunidad empresarial, ¿qué le diría a las empresas danesas que están preocupadas por las inversiones en Rusia debido a la corrupción y otros obstáculos? ¿Qué diría a los líderes de esas empresas para tranquilizarlos, para que estén más seguros del futuro de sus inversiones?
MEDVÉDEV: Voy a decírselo durante la entrevista personal y estoy dispuesto a hacerlo usando las posibilidades que ustedes ofrecen. En primer lugar, les diría que les esperamos y siempre nos alegramos de verlos. En segundo lugar, quiero decir que nosotros, por supuesto, vamos a combatir los defectos que existen en nuestra sociedad y en las estructuras gubernamentales. No sólo para gustar a los inversores extranjeros, sino porque lo necesitamos nosotros mismos para crear las bases de una vida moderna y confortable (de eso ya hablamos). En tercer lugar, el Estado hará todos los esfuerzos para proteger a los inversores daneses y de otros países. Vamos a perfeccionar nuestra legislación, así como la práctica de su aplicación, y vamos a desarrollar la defensa jurídica.
KRETZ: Históricamente, Rusia se encuentra entre el Este y el Oeste. Para el futuro de Rusia, de su desarrollo económico y general, ¿cuál es más importante para Rusia, el Este o el Oeste?
MEDVÉDEV: Es una cuestión retórica. Estoy seguro de que usted espera recibir una respuesta bastante evidente. Por supuesto, son importantes para nosotros las buenas relaciones con nuestros socios occidentales, los europeos. Rusia es parte de la civilización europea y ya tenemos este tipo de relaciones. El intercambio comercial solamente con los países de la Unión Europea es de 250.000 millones de dólares, y es mucho. Pero las relaciones con nuestros amigos orientales también son importantes para nosotros, porque Rusia, efectivamente, se encuentra tanto en el Oeste como en el Este. Y claro que vamos a desarrollar las relaciones comerciales, políticas y de otro tipo con nuestros socios en el Este, más aún ya que son regiones emergentes y actualmente todos tratan de ir allí con sus inversiones y quieren desarrollar activamente las relaciones comerciales, por eso vamos a trabajar en todas las esferas.
KRETZ: Señor presidente, muchas gracias por sus interesantes respuestas y por tener paciencia con mis preguntas. Me alegraré de verle de nuevo.
MEDVÉDEV: Yo también espero que nos veamos y le deseo un buen viaje a casa.
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