Según el Pentágono, entre las nuevas posibilidades se encuentra el uso de la fuerza militar si las negociaciones diplomáticas y las sanciones económicas de la ONU no prosperan
El equipo de seguridad nacional del presidente Obama ha confirmado que se encuentra trabajando en un amplio abanico de opciones para hacer frente al programa nuclear de Irán. Entre esas posibilidades, según han indicado altos cargos del Pentágono, se encuentra el uso de la fuerza militar si las negociaciones diplomáticas en curso y las ampliadas sanciones económicas de Naciones Unidas no prosperan. El propio secretario de Defensa -que en enero remitió un memorando de advertencia sobre Irán a la Casa Blanca divulgado por este domingo por el «New York Times»- ha confirmado que se están tomando «los siguientes pasos» en el proceso de planificación para un posible acción militar. Según las puntualizaciones de Robert Gates, «no debe existir confusión entre nuestros aliados y adversarios de que Estados Unidos se encuentra concentrado de forma apropiada y energética en esta cuestión y preparado para actuar en un amplio espectro de contingencias en respaldo a nuestros intereses». De acuerdo a fuentes de la Administración Obama citadas por la CNN, tanto el Pentágono como el llamado Comando Central -el alto mando regional entre cuyas responsabilidades entra el Golfo Pérsico- se encuentran en proceso de actualizar planes para atacar las instalaciones nucleares de Irán. Con una serie de opciones detalladas en caso de que el presidente de Estados Unidos asuma la necesidad de un ataque militar. Parte de esos esfuerzos, en los que también estarían colaborando los servicios de inteligencia americanos, pasan por poner al día los «dossiers» de posibles objetivos. Ficheros en los que se acumulan la última información posible, emplazamiento exacto, tipo de protección existente, presencia de población civil, geología del lugar y qué tipo de armas serían más efectivas en caso de ataque. Este fin de semana, el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el almirante Mike Mullen, ha reiterado en un foro celebrado en la Universidad de Columbia que un ataque contra la infraestructura nuclear del régimen de Teherán es la «última opción» considerada en estos momentos por la Administración Obama. Además de repetir que el uso de la fuerza va a retrasar y complicar los esfuerzos nucleares de Irán, pero no debe considerar como una garantía de erradicación total. Las ultimas estimaciones presentadas por el Pentágono al Congreso de Estados Unidos insisten en que Irán podría disponer de suficiente uranio enriquecido para producir una carga bélica en el plazo de año. Aunque necesitará de tres a cinco años para ensamblar una bomba nuclear. La inteligencia militar americana considera también que Irán todavía no ha tomado la decisión de procesar uranio altamente enriquecido.
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